Capítulo 3 - Sentimientos ocultos

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Dos días después...

—Venga Lía, intenta recordar—me decía Heather para presionarme.

La terapeuta me aconsejó llevarle al primer lugar importante en el que estuvimos y empezamos a compartir recuerdos, pero el paso de los meses ya se hacía notar hasta en mi cabeza.

—¿El instituto?

—¡No! —replicó indignada—Al poco de empezar tú, ya lo conocías.

Mi mente se encontraba tan estancada por la cantidad de material que tenía con Kyle que lo hacía parecer difícil, y seguramente lo tenía delante de mis propios ojos.

Delante de mis ojos...

"Seguimos caminando de la mano y el mar se expandía ante nosotros. Aquello...no tenía palabras para describir. Había unas vistas impresionantes del mar, y parecía que se acababa al final del horizonte. Estaba con la boca abierta, y no me importaba me Kyle me viese, sabía que me iba a impresionar verlo."

—La colina de las afueras—dije suavemente con una pizca de melancolía.

—Entonces ya sabes lo que tienes que hacer.

...

—¿A dónde me llevas? —me preguntaba Kyle mientras dejábamos atrás la civilización.

Qué ironía, él me lo había enseñado por primera vez y ahora era yo la que le llevaba.

—Pronto lo sabrás.

Al poco, llegamos y observé que las escaleras del infierno seguían en su sitio, tal vez algo más deterioradas.

Miré a Kyle, y a juzgar por su expresión aquello no le decía nada, así que seguí adelante. Por un momento, tuve un dejavu en cuanto me adelantó y se burló de mi lentitud.

"Yo no era una chica muy deportista que digamos, pero lo tuve que hacer para no quedar mal delante de Kyle. Obviamente, él iba unos cuantos metros más adelante que yo. Llegué al final prácticamente sin respiración mientras que el rubio parecía como nuevo."

Y al igual que la última vez, una gran extensión de prado estaba enfrente de nosotros, saludando la famosa ladera a unos metros.

—Ahora—añadí señalándola e imitando las palabras de él—Tenemos que subir por ahí.

Pero mi fondo físico seguía igual que hacía unos meses, y daba igual todo lo que entrenase en el mar ya que en el mundo terrestre el progreso resultaba nulo.

Como solía hacer, me paré a descansar porque mis piernas no respondían, quedándome de rodillas mientras recuperaba aire. Entonces, Kyle me avistó y dio marcha atrás para acercarse.

Él no se dio cuenta, pero reprodujo exactamente las mismas palabras que la última vez, lo cual me medio alegró y medio apenó—Dame la mano.

Tiró de mi hasta arriba del todo, y mientras íbamos agarrados de la mano noté que no me transmitía las mismas vibraciones que aquella vez. Cuando llegamos al final, Kyle se quedó impactado de lo bonitas que eran las vistas.

—Impresionante—dijo con la vista fijada en el mar entre que yo observaba nuestras manos.

A punto de apretarle con ternura la mano, me la soltó inesperada y fríamente, sacando el móvil para hacerle fotos al paisaje.

Me quedé más atrás, y lo que había acabado de hacer era como si me hubiera caído un jarro de agua fría. Aquello me había resquemado de tal manera que mi mente estaba jugando con el contraste del presente y el pasado, no dejándose por desgracia ni un solo detalle.

"A pesar de que hubiésemos llegado hasta el final, él no me soltó de la mano. Me sentía realmente bien allí con él, y las mariposas de mi estómago estaban revoloteando como locas. Estaba sonriendo tontamente y tenía que mirar para abajo para que Kyle no me viese, ya que mis mechones de pelo tapaban mi cara.

—Bonito, ¿eh? —dijo suavemente mientras apretaba nuestras manos.

Así que él era consciente de que seguíamos agarrados de la mano...

—Es precioso—añadí mientras miraba sus ojos, que parecían estar brillando más de lo normal."

Cuando me quise dar cuenta, las lágrimas rodaban por mis mejillas y justo antes de que Kyle se girase hacia mí las limpié con rapidez.

Él se me quedó mirando, notando algo extraño—Lía, ¿estás bien? —no paraba de mirar mis ojos, que todavía los debía de tener empañados.

Yo simplemente asentí, sin poder mirarle a la cara. Entonces, ahí actuó como un ser humano con sentimientos y me abrazó, saltándoseme de nuevo las lágrimas.

—Está siendo duro—hice una pausa para respirar—Muy duro, Kyle.

...

Y por casualidades de la vida, acabamos en el mismo rincón que la última vez y con Kyle dormido de nuevo.

Antes de echarse la siesta, me contó que tenía un recuerdo lejano de venir con sus padres a una colina, siendo posiblemente esa. Hacía meses, no me atreví a preguntarle si aquel sitio tenía algo en especial, y en ese momento me lo confirmó.

Me quedé contemplando el horizonte y de vez en cuando le echaba un ojo, que seguía luciendo adorable en sueños con esa cara de niño bueno.

Suspiré, pensando en cuanto más aguantaría aquella situación. Según los médicos y la terapeuta, estaba progresando, pero eso no era lo que demostraba conmigo.

Mi paciencia siempre había sido de oro, pero el tema de Kyle me invadía de impotencia y cada día que transcurría me desesperaba más a pesar del apoyo de mis amigos.

Tras todo por lo que pasamos... ¿de verdad me merecía aquello?

¿O simplemente no estábamos destinados a estar juntos?

Aguas Profundas (AS#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora