IX

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En la otra punta de la cafetería, Kun observaba el movimiento de sus compañeros a través de sus siempre confiables binoculares.

—Kun, estamos a menos de cinco metros de ellos —dijo Doyoung con un tono histérico. — ¡Estás siendo demasiado llamativo!

Los clientes que pasaban detrás de ellos los miraron de manera extraña y se alejaron tres mesas de los jóvenes.

—Calla, Doyoung, es más llamativa tu voz —contestó el chino mientras se apartaba del ventanal—. ¿Tienes todo listo?

El de cabellos negros asintió mientras agitaba con su mano la lata de pintura que tenía.

—Hagámoslo.

Y sin más, el coreano se escabulló hacia la puerta de la bodega que tenía el local, dando una vuelta de carro con sus manos como si fuera un espía, tumbando una de las tazas que estaban en la barra.

—¡Mierda! —gritó Doyoung.

—¡Cállate y ve! —le apresuró el castaño.

Mientras el coreano llevaba a cabo su parte del plan, Kun se dedicó a limpiar los trozos de cerámica del suelo con un aire de preocupación.

—El plan era que yo fingiera estar trabajando y no estar limpiando... —susurraba para sí mismo— Esto va a salir mal, esto es un mal augurio... —Cuando se puso de pie para llevar todo al contenedor de basura se le cayó el contenido de la pala que usaba para no tocar los pedazos directamente.—

Justo en ese momento Winwin, que regresaba con un par de órdenes para dárselas a Jaehyun, se topó con la escena y se acercó a su compañero para ayudarle.

—¿Qué cosa va a salir mal? —Preguntó con curiosidad, recogiendo la mitad de la taza.

—Ah... La cosa es que... —Kun balbuceó. Necesitaba una excusa y rápido. El otro le miraba confuso—. La fiesta, yo... Voy a usar la botarga otra vez.

Winwin de inmediato soltó una risa.

—¿De qué hablas? —Preguntó, bastante divertido— Cada vez que eres la bomba es lo más divertido del mundo, lo harás bien. Eres genial, Kun.

El más alto tomó la pala y tiró el contenido a la basura, dejando una palmada en el hombro de su amigo para después ir a la cocina.

—Kun, he terminado. Tal vez me he pasado un poco pero... —Doyoung salió por la puerta y cerró rápidamente tras de sí.— Ahora sólo falta el rodillo. —El coreano se sacudió como si hubiera recordado algo.— Ojalá no lo hayan usado de mala manera.

Pero Kun no le escuchaba, su mente estaba en Winwinlandia.

El Tercer Tipo (YuWin + KunWin) • NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora