━ 34. Aquel día.

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Llegó tarde al salón ganándose más de una mirada curiosa. La profesora le invitó a sentarse —como le era habitual— y lo hizo en la fila a un lado de su queridísima hermana, la que por cierto le miraba con fastidio.

—Deberías dejar de quedarte dormido—reclamó esta. Travis solo se encogió de hombros.

¡El chico tenía una gran batalla en su cabeza!, más bien ¡¡una guerra!!, miró a la chica con duda: ¿decirle o no decirle?
En definitiva consideraba que Gohan no era bueno para ella y claro que no le caía para nada bien como para que fuera su "cuñadito", sin embargo, velaba por la felicidad de su hermana, y ella... quería a Gohan, maldición.  ¿Y si no le decía nada? ¿Y si... mantenía silencio para que todo quedara como estaba? Podría ser así, pero a millas se podría notar que Lisa no estaba bien. Aunque lo negara estaba hecha un reverendo asco, quizás no por fuera, pero por dentro... Trav removió su cabeza sosteniéndola con ambas manos. Todo era una especie de "ahora o nunca".

—Ve—susurró hacia su hermana ya levantando la cabeza. La decisión estaba tomada, ella tenía derecho a saberlo.

—¿Qué?

—Gohan está aquí. Ve por él antes de que vuelva a desaparecer.—Lisa le miró confundida, pero al procesar la información se colocó de pie. «Gohan está aquí», pensó no tardando en salir corriendo del salón.

—¡¡Señorita Izumi!!—escuchó a sus espaldas y lo ignoró por completo. En definitiva se ganaría un castigo. Sus piernas parecían avanzar por sí solas, Lisa no tardó en llegar al patio y observó su alrededor sintiéndose satisfecha consigo misma; Sus impulsos la habían llevado especialmente allí y ahora podía admirar desde su lugar a Gohan frente a tan solitario y como siempre deshojado árbol. ¿Por qué lo seguían teniendo allí si jamás florecía? Aquel cerezo no era igual a los demás, no importaba la estación, jamás parecía cambiar su triste apariencia, jamás florecía.

Aquel día Lisa Izumi se acercó minuciosa a Son Gohan sin dejar de mirarle, por cada paso sentía que sus piernas se doblarían y harían caer, mas debía enfrentarse a lo que sentía, así que con fuerzas renovadas le tocó el hombro. El chico se sobresaltó y giró sobre sí mismo así encontrándose con ciertos ojos color rosa. Los mismos ojos que no le dejaban en paz en su cabeza, sus... pensamientos. Allí, frente a tal lugar le fue inevitable recordar ciertos momentos con tal chica mientras su corazón se aceleraba. Ya no sabía si eran buenos o malos momentos, lo que sí era que debía salir de allí cuanto antes, no podía permitirse todo ello, no era justo para Izumi.

—Así que... puedes volver tu cabello a dorado.—Mala forma de iniciar la conversación ¿no? Pero qué se le pudo haber hecho, Lisa no era muy... conversadora. Ante tales palabras Gohan palideció. ¡Ella le había visto transformarse! ¡Dejarle inconsciente antes de luchar contra Bojack había sido en vano! Se recriminó por no ser más cuidadoso con su secreto familiar—. Aunque no vengo a hablar de ello.—El híbrido no sabía cómo sentirse. ¿Acaso feliz por no tocar el tema de su transformación o nervioso por lo que sea de lo que quisiera hablar Izumi?

—¿Entonces?

—Gohan, yo...

—¿Tú?

—Yo te...—¿Dónde quedó la valentía de Izumi? Es que no pudo evitar sentirse nerviosa, más de lo que creyó que podría sentirse alguna vez. Ya sentía sus manos sudar y trataba de disimularlo pasándolas discretamente por su falda—. Yo te, bueno, la palabra con G...

—Espera ¿qué?

Lisa suspiró en un vago intento de calmar su sistema.

—En estos últimos días me he sentido extraña, como si... me faltara algo...

HERIDAS  ━ Son Gohan. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora