Pov Enara
Me encuentro en mi habitación tratando de pintar, desde la fiesta de Gael mi trabajo con las candidatas de Izán ha terminado, ahora solo queda de él ver que hace con su vida, yo espero que se me ocurra ver que hago con la mía. Por lo que he visto Samantha e Izan han salido un par de veces y se la llevan de maravilla, no se porque me molesta tanto saber que Izan está saliendo con otra chica.
Estoy pintando algún paisaje que encuentro en mi memoria para distraerme, cuando siento que tocan la puerta de mi habitación.
—pase.— dije.
— hermana.— dijo Gael al entrar y se tiró en mi cama, lleva una cara de tristeza o desilusión que no se descifrar.
— ¿qué tienes?— le pregunto desde dónde estoy muy cerca de la ventana.
— no se.
—¿ como que no sabes?—me acerque a la cama.
— pues, es que... siento que.—divago.
— dime, que me asustas.
— siento que estoy traicionando a Izan.— mis ojos se abrieron como platos.
— oh, ¿por qué?.— se sentó y me miró.
— me gusta Samantha.—no salía de mi asombro.
— oh...
— lo se, es que desde la fiesta me pareció muy hermosa, además hemos coincidido un par de veces en el palacio, Izan me habla de lo maravillosa que es y me da esa extraña sensación...— a mí tambien, no se porque me muero de los celos al saber que frecuenta a Izan en su casa.
— Sam me ha dicho que son buenos amigos. — me senté a su lado.
— sí, pero hay otra cosa.
—¿que?
— quiere que organicemos una tarde juntos, para él es importante saber si nosotros nos las llevamos bien con ella.
— creo que no es necesario. — no creo poder soportar esa situación.
— para el si, por favor ve conmigo, no quiero pasar por esto solo.
— hermano.— trate de hacerme la fuerte.— ¿cuando es?
— la otra semana, esta semana estará de gira con su padre así que no estará en la ciudad.
— esta bien, te acompañaré.
— gracias.— dijo para darme un sonoro beso en la mejilla.
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Hoy estoy con Mirna haciendo galletas, ha sido una semana de pensar, he tratado de no pensar en Izan pero se me hace imposible dejar de hacerlo si todos los días Samantha me escribe y me cuenta lo bien que le va con él.
— mi niña colocar las gotas de chocolate a estas de aquí.— me dice Mirna sacándome de mis pensamientos.
— ok.
— ¿que tienes?
— no se, tal vez sea el aburrimiento.
— me imagino que extrañas estar en la universidad.
— un poco, extraño estar haciendo algo.
— puedes buscar un trabajo temporal.
— ¿como que?
— no se, en la escuela de los hijos de los empleados del castillo siempre buscan maestras.
— ¿sera?.
— puedes ayudar en algo, siempre necesitan ayuda.—me animo mucho la idea.
— mañana me acercaré.
— ahora cambia esa carita mi niña, todo saldrá bien.—no se si todo.
Mientras las galletas estaban listas, Mirna y yo hablamos un montón, me distraje un rato de todas las cosas que rondaban mi cabeza. Estábamos esperando la última tanda de galletas cuando sonó el timbre.
— iré a ver.— dijo Mirna.— que no se te quemen.
— ok.
Cuando Mirna regreso a la cocina quien venía detrás de ella me dejó helada.
— mi niña, el príncipe quiere hablar contigo.
— hola.— dijo.
— su majestad.— sonreí.
— quería hablar contigo.
— si quieren pueden ir al jardín, le llevaré galletas y ¿té o café?.— interrumpió Mirna.
— café. — dijimos al mismo tiempo. En eso coincidimos, nuestro gusto por el café.
— gracias.— dije y sali al jardín.
Caminamos en silencio hasta la mesa que está en delante del ventanal más grande la casa, desde allí se logra ver el palacio.
— dígame.— parezco una niña malcriada.
— ¿por qué me respondes así?, Enara, tenemos la suficiente confianza como para que me tutees.
— ok, Izan ¿a que debo tu visita?
— quería conversar contigo.
— ajá.— él volvió a sonreír, no sé si lo hace aproposito para sacarme de mis casillas.
— eh, mis padres darán una cena.
— ok.
— para anunciar mi compromiso.— sentí que el mundo se me caía, era de esperar, pero no se por que me dolía tanto. — necesito que estes allí. Será algo familiar luego lo anunciaremos. — debía actuar con indiferencia.
— ¿cuando será?
— la otra semana. Gael estará también.
— Cuenta con mi presencia. — por ahora necesito que se vaya de mi casa.
— ¿cuando llegaste?— grito Gael desde la entrada. Los dos y volteamos, Gael viene deportivo y un poco sudado.
— hace rato, vengo a hacerles una invitación. — yo me levanté de la mesa.
— tengo cosas que hacer, los dejo. — dije sin ver atrás y subí a mi habitación, la cerré con seguro y me lancé en mi cama a llorar como nunca.
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Gracias por leerme...
les informo que subiré capítulos una o dos veces por semana...
me gusta ver que votan por mi historia y que la comente mucho mas, besos nos leemos
Actualizado el 17/02/2019
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Se busca una Reina EN EDICIÓN
ChickLitIzán Martin Jones heredero al trono de Erianthe, nación con gobierno monárquico y parlamentario donde el rey gobierna juntamente con el parlamento que es elegido por votación popular. Para poder heredar el reino Izan debe estar mínimo comprometido...