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"Seokjin reía sin control, doblándose sobre sí mismo gracias al dolor de su estómago. Las lágrimas ya rodaban por su rostro rojo, y aún así el menor no tenía piedad y continuaba haciéndole reír. Jungkook continuó bailando en medio de la tienda de ropa, con ese sombrero puesto que había encontrado en la sección de caballeros. Se veía ridículo, en especial por las expresiones que hacía, y por la manera en la que se movía. Incluso habían llamado la atención de varias personas, y eso no era bueno, no cuando se suponía que tenían que andar de incógnito. Le pegó en la espalda, para que se calmara, pero el chico solo hizo una expresión de dolor bastante exageraba, que causó más risas por parte del mayor.
Finalmente tuvo piedad, y Jungkook dejó de bailar para regresar el sombrero a su lugar, y con una sonrisa llena de satisfacción, comenzar a caminar como si nada al área de pantalones. Seokjin le alcanzó, y golpeó su nuca sin mucha fuerza.
—No vuelvas a hacerme eso JK, casi muero de asfixia, y dime ¿Qué hará el mundo si pierde a Kim Seokjin?
—¿Seguir como si nada hubiese pasado? —respondió, y se rió al saber que aquello haría enojar al mayor. Salió corriendo, y Seokjin le siguió para darle otro golpe. El mayor realmente disfrutaba pasar tiempo con el maknae, a pesar de que la mayoría del tiempo bromeaban así, le encantaba jugar. Apenas le atrapó, lo abrazó, y para hacerlo enojar levantó los labios con la intención de darle un beso en su mejilla, escuchando sus quejas."
—¡JUNGKOOK! —gritó Taehyung, siendo el primero en pisar esa segunda planta de la casa. Miró angustiado a su alrededor, tratando de identificar de donde procedían los gritos de su amigo.
—¡HYUNG! —escuchó de la única, de las cuatro puertas, cerrada. Namjoon le ganó, y este se lanzó hacia ella para tomar el picaporte y girarlo, sin obtener resultados —¡HYUNGS!
—¡Estamos aquí Jungkook! —Seokjin llegó al lado de Namjoon y golpeó la puerta, para que su maknae escuchara que estaban tras esa separación de madera. Pronto ya estaban ahí los seis, siendo los últimos en llegar Jimin, Hoseok y Yoongi.
—Tiene seguro —notificó Namjoon, haciéndose para atrás—, no es un problema.
Y se lanzó contra la puerta, escuchando la madera crujir. Le dieron espacio, para que su cuerpo se impactara una y otra vez contra su obstáculo. Mientras continuaban escuchando a su maknae llamándoles. Seokjin se le unió a Namjoon, y para cuando Yoongi ayudó pateando la puerta, se escuchó el tronar del seguro y la puerta se abrió. Jin entró primero, buscando al cuerpo de su amigo.
Los demás entraron tras él, pero ninguno pasó de donde estaba el peli rosa. Sus ojos se fijaron en lo mismo de la habitación obscura. En una pared, estaba Jungkook, pero no colgado, ni siquiera en físico. Era una proyección. En el muro de madera podía verse el rostro del castaño, llamando a sus hyungs. Era una recopilación de momentos, y cada llamado era de un distinto vídeo. Habían sido engañados. Jimin observó la habitación, tratando de encontrar al verdadero JK en ella, pero no, solamente estaba su proyección y una ventana cubierta con tablas. Se escuchó un sollozo, y Hoseok no pudo hacer nada más que dejarse caer al suelo de rodillas con Taehyung en brazos, quien lloraba con fuerza. Se abrazaron, y el mayor se dedicó a tratar de calmarle con besos en su cabellera, pero nada funcionada para el rubio en ese momento, ni siquiera cuando comenzó a susurrarle palabras de apoyo.
