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"Jungkook veía en Namjoon un ejemplo a seguir, un gran hombre que sabía muchas cosas, y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por su grupo, por sus amigos. Él era su líder."
El grito proveniente de la garganta de Hoseok fue el primero de varios, todos pertenecientes a sus amigos. Su primera reacción fue el shock, después de que sus cabezas giraban hacia sus espaldas. No eran gritos como los de antes, no, porque ahora, Jimin, Hoseok, y Namjoon rogaban ayuda. Las manos de Seokjin temblaron, y liberaron al palo que cayó sin más al suelo. Casi al mismo tiempo comenzaron a correr, o al menos eso intentaban. Jin iba en la delantera, pues podía decirse que era él en que mejor estado se encontraba. Cayeron en la trampa, los seis, había hecho lo que tanto esperaban sus secuestradores. En un momento de debilidad, habían tomado una decisión, y se habían separado.
La mano se Seokjin se aferró al pasamanos para subir a ayudar a sus amigos y novio, pero frenó al divisar a un cuerpo en lo alto de las escaleras. Yoongi y Taehyung chocaron contra él, y antes de poder reclamarle, vieron lo mismo que él. Un hombre con una máscara de rinoceronte. Era enorme, más fuerte y más grande que el payaso que peleó contra Yoongi, con una camisa de manga corta gris que apenas y abarcaba los músculos de sus brazos. Lentamente se agachó, poniéndose en cuclillas mientras se escuchaban aún los gritos de sus amigos.
Estiró su mano hacia los tres, y con sus dedos les invitó a subir las escaleras. Su primera reacción fue retroceder, pero entonces Hoseok chilló, aparentemente de dolor, y aquello fue lo que les hizo a los tres subir. Cuando el peli rosa estaba llegando a los últimos escalones, recibió un fuerte empujón de parte del hombre rinoceronte cuando planeaba rodearlo. Su cuerpo se hubiese impactado en los escalones y rodado hasta la planta baja de no ser por Taehyung que le ayudo a no caer. Sin moverse ni un poco luego de estabilizarse, los tres observaron al nombre, comprendiendo que no les iba a dejar pasar. Los gritos no paraban, y los ojos ya lagrimosos de Jin se fijaron en la puerta que se podía ver desde su posición. La impotencia les invadió a los tres, no podían hacer nada.
-¡No les hagan daño! -gritó Yoongi, e intentó subir, pero Jin le tomó del brazo con fuerza -¡NO TIENEN LA CULPA! ¡FUI YO QUIÉN TIRÓ AL PAYASO!
No importaba cuanto suplicasen, sus amigos, y novio, tendrían que enfrentar aquello solos.
Minutos antes de que el caos comenzara, mientras se daban un abrazo, no se percataron de que un hombre entraba a la habitación. Lo hizo lentamente, y con sumo cuidado para evitar que se escuchase su rechinar. Los tres miembros levantaron su cabeza al escuchar el choque de la madera contra el marco de la puerta, y aún en shock por ver al hombre cerdo frente a ellos, la pequeña puerta oculta en la pared se abrió con violencia.
Uno tras otro salieron, hombres cuyas máscaras de animales podían serles familiares, y otras que jamás habían visto, incluso animales a los que no podrían ponerles nombres. Retrocedieron, y Hoseok intentó buscar como vía de escape la pared deslizable, pero no, ni usando toda su fuerza logró hacer que se moviera. Unas fuertes manos se aferraron a sus brazos, y le apartaron de allí para dejarlo sobre el suelo de rodillas, al igual que sus amigos. Los gritos eran muy altos, pidiendo que les dejasen ir, y también clamando socorro, rogando por ayuda que no llegaría. Eran muchos hombres, al menos cuatro por cada uno de ellos tres, y les tenían con los brazos en la espalda para mantenerlos de rodillas frente al líder. Estaban muy asustados, no podían saber que estaba cruzando por la mente de ese hombre enfermo.
