28 de Febrero de 2020.

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Pesadillas, solo pesadillas, donde estoy trabajando en la oficina redactando un periódico y mi jefa viene a gritarme que todo lo hago mal, que no sirvo para nada, que porqué sigo aquí todavía si tengo faltas de otorgrafia hasta en las portadas de las revistas, que tengo tantos fallos que hasta un ojo es de distinto color.

Después me levanto de la silla y oh, ¡sorpresa!; Norman me cierra con llave la puerta y me quedo encerrada en la oficina golpeándola sin detenerme.

Rayben, nunca dejarás de pensar por la noche en lo que debes pensar por el día, ¿verdad? Al igual que no dejarás de mencionarte en tercera persona en este diario.
Pero pienso demasiado, pienso demasiado en la razón de por qué Norman me evade cuando le digo de ir a dar una vuelta por el centro.
Ni siquiera hay excusa, con un "no me apetece" va de sobrado.

Quizás es que ni siquiera tiene fuerzas para pensar una mentira que parezca verídica.
Este chaval es jodidamente raro, a veces cuesta saber lo que le pasa.
Ahora mismo dice que tiene ganas de irse de la tierra por WhatsApp, pero NO se le puede preguntar el "¿por qué?", y es que si lo haces su filosofía sale a la luz y acaba diciendote la razón de la creación del ser humano (que según él todos nacimos para sufrir y morir) excepto la respuesta del "¿por qué?".

A veces te cansas de seguir ahí, y de contar los dias en dirección a tu muerte, entiendo Norman, pero al menos déjame ayudarte a hacerte ver que no es así, al menos déjame saber la razón de tu tristeza para convertirla en una sonrisa, porque sabes que ningún ser humano de la tierra puede cargar con todo lo malo él solo, ¿no?

Hay muchas cosas en la vida que me dan rabia, lo admito, pero ahora mismo que una persona no se de cuenta de que lo que la puede salvar de toda su mierda es el hecho de contársela a su mejor amiga, en vez de guardársela, porque le está fusilando los órganos por mantenerlo oculto, es lo que más me da rabia en el mundo.

¿Por qué?
Pues porque yo hago igual, y que otras personas repitan eso que odio de mi, me da todavía más rabia.
Porque soy la que da consejos que debería aplicarse a sí misma, lo sé, pero el problema es que nunca pienso en mi cuando los doy sino en que le haga recapacitar a esa otra persona.
Porque pienso con el corazón.

Debería dejar de hacerlo, ¿verdad? 
Ya que después hasta Norman se cabrea (o al menos antes lo hacía) por nunca aplicarme a mi lo que digo.

Pero ya estoy harta de sus jueguecitos de "lo oculto todo porque me da pereza explicarme" o de hablar conmigo a través del megáfono del timbre sin abrirme la puerta, porque no sé lo que va a pasar si me ve, que le abrace quizás y no lo suelte de mi lado.
Que va, en su cabeza pasa que si me ve, mi ojo rojo tapado por mi pelo le lanza un rayo láser que le traspasa el corazón y lo mata.

Es cómo si tuviera una máscara de gas que no me dejase respirar ningun sólo tipo de olor natural, como si todo fuese artificial, como si solo respirase veneno, como si tuviese una rosa en frente y no pudiera oler lo bien que huele.

Cállate ya, no paras.
Rayben, eres idiota.
Norman, tu formas parte de esa brigada, pienso liberarte de ella.

La chica de los dos colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora