Margarita (final)

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Se arrodilló frente a la lápida y comenzó
...

—Si... Tenías razón. Nadie es capaz de sostener el peso de un corazón en sus propias manos— susurró limpiando sus lágrimas—Lo intenté, ¿Sabes? Intenté seguir en pie por ti. Lamento no haberte hecho cambiar de parecer, camz.

Lauren dejó el ramo de Margaritas sobre la lápida de Camila— Todo se hará como me lo pediste.

Mañana te van a cremar, tal y como querías, mi amor.— sonrió melancólica— Tus cenizas serán usadas para sembrar un cactus. No entiendo por qué, ¿sabes? Un cactus... Diablos, estabas tan llena de sorpresas, mi pequeña caja de Pandora. 

—¿Quieres que te espere en el auto?— preguntó Dinah.

Por favor.— respondió con simpleza

Dinah asintió y se acercó a Lauren para despedirse, ésta, acarició el vientre de su amiga y le susurró un "gracias"  antes de ver cómo la Polinesia desaparecía por la puerta hacia el parqueadero.

rompí mi promesa esta mañana. — suspiró antes de levantar su camiseta para admirar aquella marca que se había hecho.

 — suspiró antes de levantar su camiseta para admirar aquella marca que se había hecho

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—Pero al menos, este es mi último tatuaje. Camila... El cáncer se extendió demasiado. Tu corazón y pulmones me dieron unos maravillosos dos meses de vida. La empresa está a salvo de todo y Dinah se hará cargo. Mis pulmones ya no dan para más.  Te amo...  te amé desde la primera vez que me miraste a los ojos, y me hiciste entender que hay personas con una vida más jodida que la mía.

Lauren suspiró y se alejó de la lápida. Aquel cactus al que Camila ayudaría a crecer se plantaría justo en mitad del parque central.
Porque Lauren no lo sabía, pero para Camila... Un cactus era la representación de lo frágil y al mismo tiempo peligrosa que puede llegar a ser una persona. Lo hermosa y dañina que puede ser...
Camila era hermosa para Lauren, pero frente a un espejo, Camila se consideraba un peligro para Lauren.

No me olvides, Lauren Jauregui.

Lauren sintió palidecer cuando en su cabeza aquella voz hizo presencia.

Las últimas páginas del libro de mi vida están llenas de ti. Y tengo de todo, menos amnesia. Te dejé aquí todo este tiempo porque quería tener un lugar al cual venir para hablar contigo, pero no te preocupes... serás un cactus, te lo prometí y así será. Mi día final no está muy lejos, he pedido que se me creme y siembre junto a ti. Te amo, Camila...

Lauren se giró y comenzó a caminar a la salida viendo su anillo de compromiso y sonriendo entre lágrimas.
Estaba feliz, pues había hecho la última locura con Camila antes de que esta se fuera.
Si... Se había casado con Camila Cabello.

Salió al pequeño jardín y visualizó un pequeño sembrado de Margaritas, sonrió y dejó caer un par de lágrimas.
Se sentó en medio de ellas y sonrió.

Al final, si diste tu vida por mi, cariño. ¿¡Por qué no me dejaste morir!?— exhaló con fuerza y tomó una margarita pequeña.

Lauren comenzó con el primer pétalo de una margarita que arrancó.

"Me quiere" - sonrió y continuó con el segundo – "no me quiere"

"Me quiere"— gracias por intentar salvarme

"No me quiere"— Gracias por dejarme salvarte

"Me quiere" — Eres mi lugar de paz, Camila.

"No me quiere"— te amo, Camila.

Quedaba un último pétalo, Lauren no quería desperdiciarlo, no sabía cuál iba a ser su último agradecimiento o sus últimas palabras para Camila.
No fue necesario pensar demasiado.
Alguien hizo su aporte en ese momento...

  "Me quiere" Lauren no se atrevió a arrancarlo, más bien lo dejó allí  También te amo, Lauren.

Y el pétalo jamás fue arrancado.

Fin
...


Tras veinte minutos en el auto, Dinah sintió que algo malo estaba pasando. Con mucho esfuerzo por sus sospechas y con las hormonas por sus dos meses de embarazo, salió del coche en busca de su amiga.

Caminó entre el jardín y la halló.

Al llegar al pequeño jardín especial que lauren y ella habían hecho para Camila, encontró la escena que se negaba a aceptar.
Lauren estaba recostada en el pasto, en su mano, una margarita con un pétalo sin soltar aún.
En su rostro había una clara y reluciente sonrisa. Su cabello estaba alisado como si alguien lo hubiera hecho por ella, su blanca ropa estaba untada de tierra.
Lauren de habia ido con una sonrisa verdadera. Justo como las que aquella morena de ojos café le sabía sacar.

Adios Lauren. — susurró junto al cadáver de su mejor amiga antes de irse de aquél sombrío lugar.

...

Seis años después

¿Por qué venimos cada lunes a este lugar, mami?

—Porque es bueno visitar a tus seres queridos, hija— respondió con dulzura.

La niña volvió a rociar aquellas plantas que se habían sembrado justo al lado del gran roble situado en medio del parque.

¿Por qué las plantas son seres queridos?— inquirió

Porque mi mejor amiga quiso ser un cactus al morir. Y mi otra mejor amiga, casi mi hermana, pidió morir junto a ella.
¿Sabes Margarita? Lo hizo.
Lauren murió junto a Camila. Así que a ambas las cremaron y ahora están juntas en este lugar.

—¿Lauren es la margarita?— preguntó con emoción

si, cariño... Y la historia de las margaritas es hermosa. Como tú.

...

Cuando Lauren murió, Dinah salió con lágrimas en sus ojos.
Un mes después, en honor a su historia, llamó «margarita» a su hija.
Camila fue un cactus, uno muy peligroso al lado de una margarita. Lauren era aquella flor frágil y hermosa junto a ese cactus hermoso y dañino.

Era una hermosa mezcla de colores y texturas. Y una peligrosa cercanía.

Lauren era un montón de piel dañada entre tintas que cubrían sus batallas.

Ella, un montón de huesos frágiles que susurraba "ayúdame" mientras gritaba «estoy bien»

Tras la piel y el hueso, se escondían  almas puras y frágiles.
Tras la piel y el hueso se escondió un amor jamás antes visto.
Entre piel y hueso se amaron.
Y ahora, se amaban entre almas.

C

/Alia/

Piel y Hueso; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora