Piel y Hueso; camren

15

Camila.
Algunas cosas suceden de repente, 

algunos deseos se cumplen de repente.

Algunas historias se pierden para siempre.

La luz de un nuevo día cayó directo a mis ojos cerrados, lo cual me hizo girarme de inmediato. Sintiendo de inmediato una punzada en la cabeza.

—Agh, maldita sea— me quejé audiblemente sujetando fuerte mi lado derecho de la cabeza. Me removí en la cama buscando el brazo de mi chica para acurrucarme— Lauren, amor t-.... ¿Lauren?— abrí los ojos al notar su ausencia.

¿Qué coño pasa aquí? No puede ser...

—¿Karla Camila Cabello?— me giré en dirección a la desconocida voz. Y me encontré con una enfermera con su uniforme color azul marino.

—S-si... Creo. No. Si... Soy... Es decir... Si, así me registraron de nacimiento.— titubeando... ¿Desde cuándo soy tan estúpida para hablar?

—Bien... Me llamo Alice. Soy tu enfermera designada.

—¿En-Enfermera? ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Dónde está Lauren?

—Hey calma— susurró la mujer acercándose rápidamente a revisar mi pulso y visión— haces muchas preguntas. Por lo general los pacientes en coma despiertan cansados y sin habla. Tú, por el contrario estás muy enérgica.

—¿Coma?— cuestioné alarmada
—Si, eso dije. Creí ser clara en el tema. Tus padres están afuera. ¿Los llamo?

—¿Lauren está aquí?— susurré con miedo.

—¿Quién es Lauren? No tenemos registro de nadie... Una chica llamó a una ambulancia cuando caíste. Pero después se fue. Ni siquiera habló con los paramedicos, sólo tomó su cigarrillo a medias y se marchó.

—¡¿Qué?! Esa maldita perra... Me va a escuchar— quité la manta que me cubría dispuesta a levantarme, pero...— ¡¿QUÉ ME PASÓ?!

—Chica, calma. Debes tener cuidado, tu cuerpo es débil. Tu peso es muy bajo. ¿No recuerdas nada? ¿No sabes quién eres... O... cómo eres?

—¿Qué me pasó?— rompí en llanto al ver mis huesos marcados.

—Camila cabello— comenzó a leer lo que deduje, era mi historial clínico— Edad: 20 años. Peso: 43gr. —se pausó— chica... Te quisiste suicidar la madrugada del primero de enero. Una chica llamó al hospital, exigiendo una ambulancia para "una suicida estúpida". La altura no fue suficiente para provocarte una muerte inmediata. Pero si un riesgoso coma.
Llevas poco más de un mes aquí.
Tú pulso suele bajar y subir extrañamente.

—No puede ser— sollocé— Lauren... No. No. No. — comencé a jalar fuerte de mi cabello— LAUREN ¡MALDITA SEA NO!— ¿Fui feliz algún día? ¿Conocí el amor? ¿Ella me amó realmente? ¿Todo fue un asqueroso sueño?

— Camila calma....

—NO ME DIGA QUE ME CALME. PASÉ MAS DE UN MES TENIENDO UNA MALDITA VIDA PERFECTA, CON UNA MUJER PERFECTA. ¡LO TENIA TODO!... lo tenía todo... La tenía a ella... No— sollozando aún más fuerte.

—Camila.

—NO.—salí de la habitación.

¿Cuándo la realidad se convierte en un maldito espejo nublado? ¿Por qué tenía que despertar? Maldita sea... Malditas fantasías... Lauren. Mi Lauren. Mi chica real no es más que una fantasía.

Ahora que estoy caminando en un horrendo pasillo sin fin me pregunto si realmente me habrías amado. A pesar de todos mis defectos. ¿Te habrías quedado conmigo? ¿Habrías alejado mis demonios? ¿Te habrías quedado?
Joder... Estuve en coma y fui feliz, lo fui porque cuando iba a saltar vi aquella chica fumando frente a la luna... E imaginé que ella me hablaba. Todo fue producto de mi enferma imaginación. Mientras caía, ella me hacía promesas. Y mientras dormía, ella me hizo feliz. Ahora estoy de nuevo en esta estúpida realidad. Sola. Rota. Medio viva.
Entonces, amor mío... ¿Todo fue una ilusión? Joder... Nunca hablaste conmigo, nunca preguntaste quién era. Jamás me alimentaste ni me sanaste. Yo nunca fui feliz, ni amada... Nunca encontré paz. Nunca me encontraste. Tú... Tú sólo no existes. Sólo fuiste un montón de humo y alucinaciones.

De repente una camilla pasa por mi lado llena de enfermeras y extraños términos. Entonces la chica en la camilla está convulsionando. La chica de la piel tatuada... Mi chica de los ojos verdes. Mi chica está muriendo. Nunca me conoció, mi chica nunca fue mi chica. Y el horrendo sonido de su pulso muerto, me indica que jamás será mi chica.

—¡AYUDENMEEEE!— grité a todo pulmón cuando todo se volvió demasiado blanco.

-Camila respira... ¡NO TE MUEVAS!

—LAUREEEEEEEENNNN

...
—¡Te tengo! Maldita sea..
Aquí estoy, mi vida. Aquí sigo... Por favor ya no grites, ya no llores... Soy Lauren. Mírame.

—No... Sueltame.— escupí ente lágrimas.

—Camz...— abrí los ojos y reconocí la habitación. Aún estábamos en Hawaii. Y Lauren me estaba abrazando.

—¿QUÉ PASÓ? oh santo cielo. No puede ser. Eres tú, eres tú, eres tuuuu— brinqué a su regazo y ataqué sus labios aún entre lágrimas como si mi oxigeno dependiera de ello

—mnhdf camzbnsi— no la dejé hablar — ¡Camz mamá sigue aquí!— en ese momento me separé, girando la cabeza hacia la derecha. Encontrando a Clara.

—Yo ya me voy... Gusto en volverte a ver Hi... Hmm lauren.— concluyó.

—Adios clara.

Me giré a mi chicha nuevamente.

—¿Esto es real? ¿Me amas? ¿Aún estoy viva?

—Mas real que cualquier cosa. Te amo más que a mi propia vida. Y si... Aún lo estás, y aún estoy contigo.

—¿Qué sucedió?— sollozo aún contra su pecho.

—hmm.. discutimos. Discutimos muy fuerte, dijimos cosas feas. Yo dije que mi vida sería mejor sin ti, lo cual es mentira. Pero en ese momento no estaba usando la cabeza. Y tú... Tú deseaste no haberme conocido nunca, dijiste que estarías mejor muerta. Te dije que yo iba a morir pronto... Y...

—Cáncer.— concluí.

—si— suspiró—Saliste corriendo e intenté ir detrás de ti. Pero hubo un extraño cambio climático y entonces simplemente no te vi mas, me asusté demasiado, Clara me ayudó a buscarte, al parecer te golpeaste muy fuerte con una enorme estatua tiki que hay casi al final de la playa, estabas inconsciente así que te trajimos aquí hace unos veinte minutos, y no dejabas de moverte y gritar. Me asusté mucho.

— Lo siento— me aferré a su cuerpo temiendo perderla de nuevo. Ella negó suspirando y besando mi cabeza.

—tengo cancer camz. No hay vuelta atrás. Mi corazón está muy dañado.

—te vi morir— sollozo ahora en su cuello— te vi sangrar y morir en una camilla. Y no pude salvarte... Lo siento.

—solo fue un mal sueño. Y... Realmente no puedes salvarme.

—no te veré morir Lauren. Lo prometo.

—no te dejaré morir por mi, Camila. Lo prometo.