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"Quiero qué cada uno de ellos sepa con quiénes se metieron".

Maratón 3/?

Jueves.

Faltaban pocos días para la entrega del trabajo de Literatura. Y Emma aún seguía con su hoja en blanco sin saber qué escribir, el Martes había pasado tranquilo. Lydia, después de su charla en la cena anterior, se había ido a casa de sus padres, los abuelos de Emma, pidiendo un tiempo a James para pensar las cosas. James por otra parte, encantado de qué su esposa se haya tomado ese tiempo, pudo contarle a sus hijos lo qué realmente estaba pasando.

Flashback.

— ¿Entonces qué? — Emma tomaba de su jugo de naranja esperando a qué su padre hablará.

— Tu madre me obligó a cambiar con ustedes, dijo qué no podía acercarme mucho, qué no les demostrará afecto ni cariño, qué sólo les diera el dinero suficiente para gastarlo en lo qué sea qué quieran, creyendo qué así podríamos crear unos empresarios de gran valor, sin ningún sentimiento al mundo exterior. Fue después de tener la discusión con Ethan. — Soltó James sin pensarlo, y la sorpresa lleno a sus hijos de una forma inaudita.

— ¿Y porqué aceptaste? Tú tienes qué opinar también, no podías hacerlo nada más porqué ella te lo dijo. — Ahora era Ethan quién habló, y tenía razón, mucha razón.

— Hay ciertos secretos sobre mi pasado qué tú madre conoce, y me amenazo con decirlos si yo me oponía a lo qué ella pedía. — Para los chicos fue un horror el enterarse de todo eso, el cambio de su padre tenía una explicación, pero y el de su madre? ¿Quién explicaba qué una madre cambiará drásticamente con sus hijos al punto de nisiquiera preguntarle si están bien?

...

También comentó qué estaba tratando de encontrar alguna forma legible para pedirle el divorcio a Lydia, su matrimonio se consumió por el dinero, y los intereses de Lydia. Luego de eso, decidieron comer en paz dejando a un lado el tema familiar por el momento.

No habían señales de Jace, ni de Sam, ni de cualquier otro del equipo enemigo, pero teniendo al menos esos nombres y sus descripciones físicas pudieron dar con algunos de ellos.

El cabezilla de ellos, tenía relación con un asesinato qué cometió Justin, pero él aún no se percataba de ello, y cuándo lo hiciera, sabría perfectamente porqué están haciendo todo para verlo caer.

El miércoles, todos asistieron a clases, y en la noche, Justin se quedo a dormir con Em teniendo su agradable momento de besos y caricias.

Ethan había tenido otra cita con Maia, la cual le parecía increíble en todos los sentidos, habían quedado de nuevo el viernes.

Jessie y Ryan más qué felices, tratando de recuperar el tiempo pérdido y Ryan cada día le manda un ramo de rosas rojas con una nota pidiendo perdón por lo sucedido.

Christian y Louisa están encantados el uno del otro, aunque siempre niegan el hecho de estar enamorados, siempre dicen qué es sólo un gusto, más nada de eso. Mientras qué los demás disfrutan estar solos, con sus chicas qué van y vienen, dicen qué eso es lo mejor.

Al parecer todo iba bien en el equipo Kings..

Una adorable Jessie se sentó a lado de Emma en el campus.

— Está tarde iremos a comprar el vestido para tu cita. Es mañana, ¿no? — Emma asintió leyendo su libro favorito 'after' le encantaba cómo era Hardin, y le encontraba cierto parecido con Justin. — Bien, ¿quieres qué vaya a maquillarte?

It had to be you | jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora