17.

1.9K 98 10
                                    

"Voy a contarte algunas muertes en las qué Justin Bieber ha participado.."

Emma Reed..

— ¡De ninguna jodida manera! — Jessie gritaba a todo pulmón arturdiéndome en el baño de chicas. Lleve mis manos a mis oídos tratando de calmar el zumbido qué provocaban los gritos.

— Sí Jess. — Habían pasado tres días de mí conversación con Justin y nuestra situación era increíble, no peleábamos. Estábamos en nuestro primer descanso, había tenido una clase muy larga y aburrida sobre cómo se forman los átomos, cómo dije, aburrido.

— Por Dios, aún no lo creo. — La verdad es qué yo tampoco creía lo qué estaba diciendo. — ¿Justin, en una cita?

— Vale ahora qué lo repites cada vez más, yo tampoco lo creo. — Reímos juntas, aunque era cierto, era casi improbable qué Bieber quisiera tener una especie de 'cita'.

— ¿Y cómo te lo dijo? Fue algo así cómo 'Es Bieber nena, vamos a salir'. — Reí por lo último, era un chiste muy malo, y ese era uno de los atributos más grandes de Jess. Volví a reír, sí claro.

Flashback.

— ¿Y qué harás mañana? — Pregunté. Luego de nuestra conversación, nos tumbamos en la cama a ver televisión. Justin me abrazaba por la cintura, reposando su cabeza en mi pecho.

— Reservaré en el mejor restaurant de Seattle. — Sonrío. Su sonrisa era hermosa, tenía sus dientes perfectamente blancos, y se les hacía unos hoyuelos en sus mejillas. Sí, desde luego tenía muchas chicas alrededor todo el tiempo.

— ¿Para qué? — Aunque su sonrisa me dejo atontada, igual despertó la curiosidad en mí. Justin era un misterio, y yo siempre he querido ser una gran detective. Aunque mis sueños se vinieron abajo cuándo mis padres me registraron en la Universidad de Negocios, querían qué fuera una gran empresaria, y con Ethan era igual, aunque Ethan quería ser el mejor médico cirujano internacionalmente.

— Un momento. — Se levantó rápidamente, y con una hoja blanca hizo una rosa improvisada. — Emma Reed. — Se dirigió a mi con una sonrisa pícara a lo qué yo me sonroje rápidamente. — Me harías el gran honor de salir en una.. Hmm.. No recuerdo. — Se rascó la nuca pensativo, y reí.

¿Cita? — La palabra salió de la nada de mi boca, y me maldije en ese momento. ¿Y sí eso no era la palabra qué buscaba? Justin no acostumbra a salir en citas, incluso el mismo dijo qué yo no era su tipo, en lo absoluto.

— Sí. — Respondió otra vez con su sonrisa encantadora, pero está vez tomándome de las manos y dándome la rosa. — Sal en una cita conmigo. — Mi mundo  se paralizo. Él si quería una cita, era esa la palabra. Sentí un vuelco rápido en mi estomago, náuseas, y un extraño dolor de  cabeza, era cómo si mil personas bailaran dentro de mi haciéndome dar vueltas hasta marearme. 'Ya, respóndele'.

— S-sí qui-quiero. — Tartamudeando de los nervios, a penas pude decir unas palabras. Estaba feliz, y raramente extrañada. Justin se río con gusto a mi respuesta y me abrazó. Y entonces pensé, ¿qué demonios iba a ponerme para esa dichosa cita?

...

— ¡Oh por Dios, increíble, improbable, inimaginable y todo lo qué termine con ble! — Jessie me dio unas palmaditas en mi hombro y movió su cabeza en forma de 'no'. — Realmente no pensarás ponerte ese vestido floral qué te regalo tu abuela ¿cierto? Porqué es asqueroso. — Hizo un gesto de disgusto con su nariz.

It had to be you | jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora