29.

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"Déjame hacerte el amor".

Emma Reed..

— Justin, yo.. — Mi cara cambió totalmente a una de miedo, al ver la persona de la qué hablan dentro de la oficina y empecé a temblar, estaba sumamente nerviosa.

— Te pregunté qué haces aquí. — Justin estaba rígido, estaba mirando a cualquier lado, cómo tratando de encontrar ese 'algo' qué me tenía aquí.

— Vine a registrar algunos papeles sobre Ethan y yo, pero todos están ocupados, quise esperar más tiempo a ver si corría con suerte. Ya tendré qué venir otro día. — Sonreí. Mentí tranquilamente a pesar de estaba de nervios. — Y tú, ¿qué haces aquí?

Empecé a caminar alejándonos de aquel lugar dónde posiblemente estallaría una bomba y una peor qué las anteriores.

— Trata de trabajar más en eso de mentir.— Trague duro con su respuesta. — Iba a el aula de clases.  — No hablamos más durante nuestro camino al aula, incluso se sentó a una inmensa distancia de mí puesto.

¿Qué mosquito le pica a Justin de la nada? Es cómo si un día estuviera bien y al otro sólo no le importa mi presencia, cómo si algo importará más qué yo.

Todos sus secretos me vuelven loca, porqué cuándo realmente creó conocerlo, es cuándo menos lo hago.

— Buenos días alumnos, empecemos de una vez con la clase. Su atención directamente aquí. — Sólo faltaban pocos días para terminar el período de clases y realmente empiezo a pensar todo lo qué he pasado fuera de lo normal.

Un día simplemente estaba en mí habitación viendo películas y al siguiente ya estaba prácticamente viviendo lo qué pasaba en ellas, carreras, drogas, mafia.

Y todo por haber detenido una pelea qué no me incumbía en nada. Y no me arrepiento, porqué he conocido a Justin qué ahora lo es todo para mi, su ser gira alrededor de mí mundo, pero..

¿Cómo puedes estar con una persona qué simplemente un día lo eres todo para él y al siguiente actua cómo sí jamás te hubiera conocido?

¿Realmente Justin me quería? ¿Qué le impedía avanzar conmigo? Porqué a pesar de tener miles de citas y vivir prácticamente en mí casa, aún no avanzaba para intentar pedirme ser su novia.

...

El día concluyó, ya era una noche con las estrellas brillante alumbrado la ciudad. Tenía tiempo sin manejar mí coche yo misma, sentía paz, lejos de todas las dudas y problemas, necesitaba un descanso lejos de todo lo qué está sucediendo, a pesar de qué tenía una camioneta detrás de mí siguiéndome, estaba bien el simple hecho de estar sola de cierto modo.

Un humo extraño tapaba el cielo, giré hacía la izquierda y el fuego se hizo visible en mis ojos, se estaba incendiando un bar, muchas personas corrían saliendo del lugar y muchas afuera lo rodeaban tomando fotos y observando.

Las luces neones qué mostraban el nombre del lugar dejaron de brillar pero aún se hacía visible las letras 'Guenty's'. No tardo mucho en llegar los bomberos, y los paramédicos, mí móvil interrumpió con una llamada.

— ¿Justin? — Me impresionaba qué Justin llamará, pero aún mi atención estaba en el lugar ardiendo en llamas.

¿Dónde demonios estás Emma Marie? — Su voz transmitía preocupación y angustia y me exalte al escuchar qué decía mí segundo nombre.

Estoy a dos cuadras de mí casa, pero me detuve al ver qué un lugar esta incendiándose. — Muchas personas salían corriendo tosiendo por el humo qué provocaba el fuego.

¿Qué lugar? ¿Y qué haces allí? Vuelve rápido, te estoy esperando. — Escuche un gruñido y reí al imaginármelo frustrado por saber dónde estaba.

Es un bar, se llama Guenty's. — La línea de la nada se cortó y sin prestarle mucha atención, seguí mirando hacía aquel lugar dónde ya los bomberos estaban apagando el fuego.

Una señora mayor, calculándole unos 55 años mínimo, lloraba a mares tumbada en el suelo. Un coche se detuvo delante del bar y lo reconocí en el instante, era Justin. ¿Qué diablos hace Justin aquí?

Me miro directamente, pero no se dirigió a mí, sí no a la señora tumbada en el suelo. De la nada, a mis lados aparecieron dos coches más, eran Ryan y Derek con todos los demás chicos, Ethan y Jessie.

Baje del coche quedándome parada allí observando todo.

— ¿Qué está pasando? — Le pregunte a Jess quién ya estaba a mi lado.

— Este bar es el más importante para los chicos, fue el primer bar para cada uno de ellos, para Justin y Ryan es más importante, ya qué la dueña es prácticamente una madre para ellos, se llama Wendy, tiene 56 años, es muy hermosa y carismática. — Todo tuvo sentido al escuchar a Jess, la razón por la qué Justin estaba con esa señora, era porqué ella era Wendy. Él me había contado de ella anteriormente.

Una hora pasó estando aún en el lugar, Justin y Ryan pudieron calmar a la mujer y la llevaron a su casa dejándola ya más tranquila.

Justin no decía nada y eso era lo qué me preocupaba, cuándo Justin no dice nada es cuándo mas siente.

Llegamos por fin a su departamento y no quise preguntar porqué estábamos allí, porqué sentía qué caeríamos en una pelea eterna.

Baje del auto y entre, todo estaba oscuro y no veía absolutamente nada pero sabía el camino hacía la habitación, la puerta se cerró de golpe haciéndome saltar del susto y unas manos frías se posaron en mi abdomen.

Justin me hizo girar hasta estar de frente de él, aunque no pudiera verlo debido a la oscuridad, se qué estábamos a poca distancia porqué podía sentir su respiración igualando la mía.

— A veces me resulta raro lo qué siento estando junto a ti. — Su nariz chocaba con la mía y los nervios inundaron todo mi cuerpo. — A veces estás a mi lado y siento qué te extraño. Es cómo sí fuera un sentimiento del futuro qué te vas y te empiezo a extrañar desde ahora. — Su mano acariciaba mi mejilla.

》》— Me tienes jodido, Emma.. — Sus labios chocaban con los míos cada momento qué hablaba. — Prometeme que no me dejaras.

— Te lo prometo.

— Joder no me dejes, no me dejes nunca. — Sus labios se unieron con los míos en una sincronía perfecta. Y me transmitían siempre un amor real, un amor capaz de darme todo lo qué nunca he tenido.

Nuestro beso continúo siendo más rápido, intenso y sentía el deseo despertar en mí.

Sus manos fueron a mí culo, apretándolo fuertemente, toda la lujuria se apodero de mí, irguiendo mí cuerpo para pegar mis pechos a él, sus manos vagaron por mí espalda, acariciándola para luego desabrochar mi brasier y luego quitar mi camisa. Sus ojos brillaron al ver mi pecho desnudo.

— Amo tus senos, son perfectos. — Su boca succiono uno de ellos y con una mano libre apretaba el otro.

Me sentía deseosa, con ganas de algo qué jamás he experimentado. Justin me inspira confianza y es por eso, qué mi cuerpo siempre responde a él y únicamente a él. — Déjame hacerte el amor Emma. Déjame quedarme contigo siempre. Déjame convertirte en mí mujer. Déjame ser tuyo, y qué tú seas mía, siempre mía.

...

¡Oh por Dios! ¡Ya es 1k de leídos!
Gracias a todas esas personas qué siguen aquí y leen esta historia, qué me apoyan. Gracias por esto, es
realmente importante para mí porqué significa qué algo estoy haciendo bien. ¡Muchas graciasss!

Por otra parte;
¡Se incendió el bar de los chicos!

¿Creen qué Emma y Justin tengan intimidad?

Dejen sus opinionesss💜. ¡Voten!


Maaggiex.

It had to be you | jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora