En el corazón de María - Trilogía María parte 3

El acuerdo

Estaban los tres sentados en una mesa de un restaurante Italiano al que Adrián, María y Diego solían ir a menudo. Ya habían pedido la cena. Los tres se miraban.

- ¿Y bien? - Dijo Dani de pronto - Tú me has hecho venir - Le dijo mirando a Diego.

- Vamos... no queremos esto. No nos alejemos, no por ella. La queremos si, pero ella sigue queriendo esta vida y si nos alejamos se alejará de los tres - Adrián suspiró.

- María en el fondo no quiere esto - dijo Adrián.

- Ya lo decidirá ella entonces - Le respondió Diego. El camarero se acercó con la bebida. Se habían pedido una botella del vino de la casa - Adrián suspiró de nuevo. Diego tenía razón. Miró a sus amigos.

- Yo tuve una vida con ella, y dos hijas. Me es más complicado adaptarme a esta vida con ella - Dani pensó en ello ahora que iba a ser padre. Y Diego sintió pena por él al acordarse de Mía y Leah.

- Lo entiendo, pero es ella quien quiso esto. Ella nos quiso a los dos - Dani tosió y Diego le miró - Tú te metiste y ella te abrió los brazos, pero si también te incluimos amigo .

- Gracias - respondió.

- No podemos luchar entre nosotros. Y si el día de mañana decide quedarse con uno de nosotros espero, al menos yo lo haré, que los demás nos alegremos por el ganador - Adrián apartó la mirada y Dani miró hacia abajo - Nosotros hemos elegido esto. Desde el mismo momento en el que le dijimos que no se marchara de nuestras vidas hace ya tres años.

Hablaron un rato más, y al final llegaron a un acuerdo. Seguirían juntos. Por ella, por ellos, por su amistad y por todo el amor que les unía y que sentían por ella. Y aunque habían pactado aceptar en un futuro si María elegía a cualquiera de ellos, en el fondo, ninguno sabía si realmente sabría aceptarlo bien, sin rencores y sin dolor.

Llegaron a casa cerca de las 5 de la tarde. María se había puesto una película en el sofá y se había quedado dormida. Fue Dani quien se acercó a ella y la despertó entre besos.

- ¿Dani? - Preguntó al sentir sus labios encima de su piel.

- Me alegra ver que me reconoces preciosa - Abrió los ojos y le miró.

- ¿Qué haces aquí?

- Sorpresa... - Miró detrás de él y estaban Diego y Adrián de pie mirándola - Venimos a jugar contigo - María se mordió el labio y Dani se lo besó. María le siguió el beso y cuando paró se relamió el labio - necesito ducharme tras el viaje. Vamos ven - Le dijo alargando la mano. Se la cogió y se dio cuenta que ni Diego ni Adrián estaban ahí. Que se habían ido.

Llegaron a la ducha de la habitación de Diego, que era la más grande, una gran ducha en forma de L toda de piedra con efecto lluvia por toda la zona. Eran más de 4 metros cuadrados y Diego ya estaba ahí dentro. Adrián no. Dani empezó a desnudarse mientras la miraba fijamente. María alternaba la vista entre él y Diego que se estaba enjabonando bajo el agua... sus músculos, tu torso, su pelo mojado. Ya estaba empezando a humedecerse tan solo de pensar en ellos dos. De pronto dos manos acariciaron sus hombros y bajaron hasta el borde de la camiseta y empezaron a tirar de ella hacia arriba para quitársela. Subió los brazos y Adrián se la quitó. Se giró a mirarle y se besaron mientras él estrujaba sus pechos.

- ¿Lista ojazos? - Los notaba como siempre pero a la vez raros. Como si tuvieran mucha rabia dentro que sacar y presentía que iba a ser una terapia de sexo.

Cuando estuvo desnuda Dani volvió a cogerla de la mano y tiró de ella para meterla bajo el agua y mientras Diego la besaba, Dani desde atrás le besaba el hombro y la espalda y se frotaba contra ella. Adrián a un lado se iba enjabonando con la polla dura y les observaba. María le miró un segundo que dejó de besarse con Diego. Alargó la mano y se la cogió. Él se mordió el labio. Diego bajó su cabeza y llegó hasta las piernas de María y se coló entre ellas. Dani la sujetó para que no se cayera y se las abrió un poco más. El agua empapaba todo sus cuerpos. Y Diego empezó a jugar con su clítoris. María gimió y se retorció. Ahora Dani estaba de pie tras María cogiendo por la rodillas, alzándola en el vuelo, abriéndosela a Diego mientras él se deleitaba con sus flujos. Y se corrió entre gritos. Dani la bajó y Adrián se coló delante de ella para sujetarla y empezó a besarla.