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La noche era cálida. Había llovido algunas horas atrás y el piso todavía no se terminaba de secar. La gente caminaba por las anchas calles, algunas en apuro y otras admirando los grandes edificios de Central City. La ciudad había sido adornada con grandes luces y adornos navideños, lo que significaba que la festividad estaba cada vez más cerca.
Raven Rose, apreciaba todo desde arriba de un edificio a punto de derrumbarse. Central City, era una ciudad un tanto moderna, pero aún así tenía sus cuantos edificios al borde de la destrucción. El cabello de la castaña se encontraba recogido, pues le molestaba cuando había aire. Sus ojos brillaban ante la luz de la luna al igual que las pocas pecas que tenía la velocista. Se encontraba de pie mirando todo lo que ocurría, en lo que antes se le conocía como su ciudad.
La mente de Raven estaba en blanco. Su cara no mostraba expresión alguna, pero ella sabía que necesitaba hacer algo con la depresión que empezaba a hacerse presente. Siempre le había gustado estar sola, pero ahora más que nunca necesitaba a alguien, necesitaba la compañía de alguien más y asegurarse de que sí algo le pasara, alguien se preocuparía. Quería hablar con alguien, necesitaba hablar con alguien, no sólo de sus problemas, también lo necesitaba para mantenerse cuerda. No recordaba cuál fue la última vez que pasó la Navidad con alguien, siempre era ella. Algunas veces la invitaban a la gran cena de su trabajo, pero ya no trabajaba ahí y no tenía familia ni amigos para celebrarla.
Dejando sus problemas de lado, Raven se enfocó en lo que tenía que hacer. Miró atentamente el edificio que se encontraba enfrente de ella, estaba atenta a cualquier movimiento, pero hasta ahora, no había percibido nada. Pasaron algunos minutos y entonces lo vió.
El rayo rojo pasó ante sus ojos. El extraño traje amarillo, que el metahumano portaba era casi igual que al del Flash. Raven lo observó como en cámara lenta, no se le podía ver la cara, pero sí pudo apreciar su figura, con lo poco que pudo ver del velocista, Raven asumió que se trataba de un hombre.
En un segundo, las alarmas empezaron a sonar y eso alertó a la castaña. Se puso de pie y cuando iba a correr, la mancha amarilla apareció enfrente de ella, empujándola y aventándola unos metros. Raven cayó al piso con un gemido, pero se incorporó rápidamente.
-Deja de seguirme- habló la voz distorsionada del hombre, quien se encontraba a sólo unos metros de ella.
-Regrésame lo que es mío y lo haré-
El hombre de amarillo río.
-Dame tú lo que es mío-
-No me importa quién eres ni qué quieres, pero tú tienes algo que es mío y lo quiero devuelta.- Raven se acercó amenazadoramente a la mancha.
Sin respuesta alguna, el hombre de mamarillo se esfumó sin dejar rastro.
***
-Joe, aunque quiera, Barry no me querrá ahí- habló Raven mientras agarraba el teléfono con una mano y arreglaba otras cosas con la otra.
-Vamos Raven, eres nuestra única opción-
-Joe, sé que sólo me quieres para no arriesgar a Barry. No intentes disimularlo, si me pierden a mí no les importaría, pero Barry... Barry es otra cosa- Hubo un silencio por el otro lado de la línea, y Raven supo que lo que decía era verdad.
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•𝐸𝓈𝒸𝒶𝓅𝑒 •The Flash [Barry Allen]
Fanfiction"¡Mira a tu alrededor Flash! Te crees el velocista más rápido del mundo, ¡Pero no lo eres! Abre los ojos ¡Mírame a los ojos y escúchame bien! No eres nadie comparado conmigo."