Mi deseo de Helene Lagonelle me extenúa.
Mi deseo me extenúa.
Quiero llevarme a Helene allí, allí donde cada tarde con los ojos entrecerrados, me hago dar el placer que hace gritar. Me gustaría entregar a Helene Lagonelle a ese hombre que hace eso encima de mi para que, a su vez, lo haga encima de ella. En mi presencia, que ella lo haga según mis deseos, que se entregue allí donde yo me entrego. El rodeo del cuerpo de Helene Lagonelle, la travesía de su cuerpo, es el medio por el que alcanzaría el placer de él, entonces definitivo.
Para morirse.La veo como participando de la misma carne que ese hombre de Cholen pero en un presente irradiante, solar, inocente, en una eclosión repetida de si misma, en cada gesto, en cada lágrima, en cada uno de sus fallos, en cada una de sus ignorancias. Helene Lagonele, ella es la mujer de ese siervo que me proporciona el goce tan abstracto, tan intenso, ese hombre sombrío de Cholen, de China. Helene Lagonelle es de China.
No he olvidado a Helene Lagonelle.
No he olvidado a ese siervo. Cuando me marché, cuando la dejé, estuve dos años sin acercarme a ningún otro hombre. Pero esa misteriosa fidelidad debía de ser a mi misma.
Sigo estando en esta familia, es ahí donde habito con exclusión de cualquier otro lugar. En su aridez, en su terrible dureza, en su malignidad siento la más profunda seguridad en mi misma, en lo mas profundo de mi esencial certidumbre, sé que más tarde escribiré.Ese es el lugar donde agarrarme más tarde, una vez ido al presente, con exclusión de cualquier otro lugar. Las horas que paso en el apartamento de Cholen hacen aparecer ese lugar envuelto en una luz fresca, nueva. Es un lugar irrespirable, rayana la muerte, un lugar de violencia, de dolor, de desesperación, de deshonra. Y tal es el lugar de Cholen. Al otro lado del río. Una vez cruzado el río.
No he sabido que fue de Helene Lagonelle, si murió. Fue ella la primera en dejar el pensionado, mucho antes de mi viaje a Francia. Regreso a Dalat. Su madre le pidió que volviera a Dalat. Creo recordar que para casarla, que debía encontrar un novato llegando de la metrópoli. Quizá me equivoque, quizá confunda lo que creía que le sucedería a Helene Lagonelle con esa partida obligada, reclamada por su madre.
Diré también lo que era, como era. Es así: roba a los criados para ir a fumar opio. Roba a nuestra madre. Registra los armarios. Roba. Juega. Antes de morir mi padre había comprado una casa en Entredeux-Mers. Era nuestra única posesión. Juega. Mi madre la vende para pagar las deudas. No es suficiente, nunca es suficiente. Joven, intenta venderme con los clientes de la Coupole.
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Chicos ¡Hola! 🙋
Quiero pedirles una disculpa por no subir los capítulos seguido, pero voy a hacer lo posible por subirlos lo mas seguido que pueda, espero no defraudarlos, que tengan una linda noche 💞Nos leemos luego 👐
JACM💖
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El Amante
RomanceNarración autobiográfica de marguerite duras. En la que se expresa la intensidad del deseo en una historia de amor entre una adolescente de 15 años y un rico comerciante chino de 26. Historia ganadora del prestigioso premio goncourt. Noviembre de...