4. Agradables Sorpresas.

144 9 3
                                    

Ya habían pasado dos semanas desde que Jung Kook y yo nos escribíamos y jugábamos juntos. Había logrado ganar su confianza y terminamos compartiendo nuestros números telefónicos. Obviamente no iba a traicionar su confianza esparciéndolo por la red, estaba segura de que, también quería un poco de privacidad, así que iba a respetar eso, todos tienen derecho a tenerla.

Estaba streamdo. Era fin de semana. La transmisión iba muy bien, hasta que el mensaje de una donación me hizo ponerme nerviosa.

Donación de GoldCookie con el siguiente mensaje:
¿Podrías darme algunos consejos para mejorar?
Soy nuevo. Gracias

¡La Virgen María! Él me estaba viendo, además de haber colaborado económicamente a mi stream, me observaba jugar. Por alguna razón, quizás por los nervios comencé a jugar bastante mal, me avergoncé. Además, de que, en la caja de comentarios mis seguidores me preguntaban la razón de mi falta de habilidad.

Al final, tuve que dar por terminada la transmisión, argumentando que me sentía mal. No podía ser posible. Normalmente sabia controlar mis nervios, pero el solo hecho de pensar que él me estaba mirando, mis manos comenzaron a sudar y me dieron nauseas.

Escuche el sonido de un mensaje nuevo.

GoldCookie: "¿Como es que eres tan buena?"

Artwork: "¿Te estas burlando?"

GoldCookie: "No"

Artwork: "Pues soy una profesional"

GoldCookie: "Aja. Ya quisiera verte bailar FIRE"

Artwork: "No. Ya quisiera verte a TI bailarlo 🤤"

GoldCookie: "😳"

No podía evitar decirle esas cosas, quizás parecían broma, pero solo era un disfraz de la verdad. Además, dudo que pueda insinuarle algo así en persona, siempre es más fácil a través de un mensaje, sin que te vean la cara. Y, sobre todo, adoraba sus reacciones, eran divertidas.

Comencé a imaginarlo bailando solo para mí aquella canción. El ruido de un mensaje nuevo me saco de mi paraíso.

GoldCookie: "¿En qué universidad vas? Quisiera ir a verte"

Artwork: "Si claro. Iras por ahí preguntando por mi hasta encontrarme"

GoldCookie: "Hablo en serio"

Artwork: "Yo también. Se muy bien que andas muy ocupado"

GoldCookie: "Bueno, ya no tanto"

Artwork: "Claro que sí. Lo sé porque tengo la entrada de todos los conciertos"

GoldCookie: "😮¿De verdad?"

Artwork: "Al menos en este país si"

GoldCookie: "¿¡Todos!?"

Artwork: "Si, aunque no son muy buenos lugares. La única buena era donde te conocí. Y vaya que fue primera fila"

GoldCookie: "Lo siento te saque del concierto"

Artwork: "Lo digo en serio. Por eso pude hablar contigo"

GoldCookie: "Si, por eso nos conocimos"

Artwork: "Además, dudo que la multitud de hormonas que vendrá despues de verte, me dejarán hablar contigo"

GoldCookie: "Pero podríamos vernos a solas😏"

Artwork: "😳"

GoldCookie: "¡Ve! ¡Ve lo que se siente cuando te hacen esas insinuaciones"

Artwork: "¿Entonces te pongo nervioso?

GoldCookie: "¿Te puse nerviosa?"

Artwork: "Mejor juguemos"

GoldCookie: "😆 si señorita. Pero que sepas que gane este round"

Vaya una cucharada de mi propia medicina. ¿Cuándo las insinuaciones se volvieron un juego? Bueno, pues es otro en el cual, me volvería experta sin dudar.

Me costó mucho bajar los latidos de mi alocado corazón despues de eso. Aun así, me resultaba tan cómodo y agradable charlar con él, bromear. Y podía percibir, que también él lo sentía de la misma manera. Me encantaba la manera en la que se desenvolvía conmigo, como si fuéramos amigos de toda la vida.

Quizás así me vea, no como una mujer o una fan, si no como uno de sus amigos. Bueno, honestamente no me importaba mientras me permitiera estar a su lado.

El día del concierto llegó. Me fue bastante bien así que había llegado temprano. Me encontraba esperando a que comenzara. Estaba nerviosa porque deseaba tanto verlos, bueno, verlo. Estaba sobreexcitada.

Cuando por fin salieron, no pude evitar centrar mi mirada solo en Jung Kook, se veía tan perfecto (como siempre). Sus movimientos de baile, su voz, su sonrisa, su mirada, su cuerpo, absolutamente todo en él hacían reaccionar cada fibra de mi ser. ¿Por qué de repente me sentía así? Quizás por la convivencia tan cercana que habíamos tenido, si se le puede llamar así.

¿Cómo podría lograr que él me mire? Dudo que gritando vaya a escucharme. ¿Debería ir a tratar de encontrarlo? No, no creo que me dejen pasar.

Sali un poco a tomar aire cuando los chicos fueron a cambiarse para su siguiente número. No sabía cómo podía hacer para ir a su lado. Para hablar con él.

Observaba pasar a otras chicas en dirección al baño cuando vi a un guardia acercarse a mí. Era el mismo que me llevó por primera vez con Jung Kook.

—Buenas noches ¿Podría acompañarme?

Solo podía asentir mientras sonreía de oreja a oreja como una tonta. Esta vez me llevó a un pasillo estrecho y largo, al final, había una puerta que casi no se notaba a menos que caminaras hasta el fondo.

El guardia se detuvo enfrente de la puerta color crema y la abrió. Me hizo una reverencia educada y yo le correspondí haciendo una también, muy enérgica e inclinándome más de lo normal. Realmente le estaba agradecida.

—Hola — escuche decir a esa voz que me derretía cuando entonaba melodías desde el interior de la habitación.

Similares a Nuestra Manera (JungKook y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora