Gracias al cielo que llegamos. No me gustaba hablar mucho del tema. Me era incómodo, porque la gente me miraba compadeciéndome. Quizás suena cruel, pero, nunca pasábamos tiempo como familia, no tuve una relación apegada con ellos, por lo tanto, no sentí mucho su pérdida. Si los amaba porque, eran mis padres despues de todo, pero, casi no hay diferencia, de la manera en la que estoy ahora, a cuando ellos vivían.
Al menos ahora, tenía la certeza, de que no volverán. A comparación de antes, que decían una fecha de llegada, y terminaba siendo varios meses después. Había sufrido tantas decepciones y desplantes, que mi corazón se endureció de manera increíble.
Ellos murieron cuando salían nuevamente a uno de sus viajes de negocio, solo habían permanecido dos días en casa, de los cuales compartieron unos cuantos minutos conmigo. Quizás pensaba que aún seguían en ese viaje de negocios. O algo así.
—Oye no esperes mucho. Más bien no esperes nada. No es ni una pizca a lo que estás acostumbrado — estábamos frente a mi pequeño departamento.
—Recuerda que yo también viví así.
—Se me olvidaba que alguna vez fuiste humano — bromee.
—Entonces ¿Ahora que soy?
—¿Una especie de Dios? —y por la manera en que se mueve, su cuerpo escultural, seguro uno de los griegos.
—Juegas demasiado — dijo sin mirarme. Parecía que no quería mostrarme que había ganado esta vez.
—¿Tú crees?
Apenas entrar a mi pequeño departamento se encontraba el refrigerador que estaba justo frente a la puerta (pretendía que era una pared, para separar mi sala de la cocina). Al lado derecho estaba la cocina, un tanto modesta, con una mesa en el centro y dos sillas, una frente de otra.
Al otro lado del refrigerador estaba la sala, con un solo sofá, coloro café, bastante cómodo. Delante de él, un pequeño mueble donde estaba mi televisor y mis consolas de videojuego bien acomodadas.
Al lado de aquel mueble estaba la puerta para mi baño completo. Era bastante pequeño ¡Como todo en esta casa!
A un costado de mi sofá estaba una puerta, y justo a su lado, otra. En la primera habitación se encontraba una cama y un ropero, era donde se supone debía dormir.
La última habitación, estaba adaptada completamente para hacer mi Strem. Tenía mi PC, un sofá cama (en el que normalmente dormía), y un mueble con artículos coleccionables. Era mi habitación favorita.
Era un departamento muy pequeño, pero acogedor.
Aunque, tenía una cuenta bancaria con una cantidad considerable, gracias al trabajo de mis padres. Me gustaba mantenerme por mis propios medios. Prefería pensar que no existía ese dinero. Lo tenía como último recurso, o para una emergencia.
Él era la primera persona en invadir mi espacio personal. Uno podía llegar a conocer a otra por el solo hecho de visitar su hogar, eso pensaba en ocasiones.
Estaba a la esperaba de la reacción de Jung Kook, me di cuenta de que me importaba mucho su opinión. ¿Lo estaría viendo de otra manera? ¿Mucho mas allá de solo, mi cantante favorito, y yo una fan?
—Bastante acogedor — rompió el silencio por fin.
—¿Verdad? — sonreí por la similitud de nuestros pensamientos.
Él seguía observando todo con una sonrisa en el rostro. Caminó hacia el sofá y se sentó.
—¡Pero que cómodo! — su reacción había sido mejor de lo que esperaba. Me sentí tranquila.
—¿Te ofrezco algo de tomar? ¿Tienes hambre? —le mire mientras quitaba mi chaqueta.
—Agua está bien. Aunque si tengo hambre.
—Debes estarlo. Tengo curry que hice esta mañana ¿Te apetece?
—Claro — me miro tierno. Inmediatamente despues sacudió la cabeza como si alejara una idea —Por favor.
Coloque el curry en la estufa y le lleve su vaso con agua. Me dirigí al baño.
—Ponte cómodo. Iré a ponerme los lentes de contacto, que con estos no puedo ver nada —exageré.
—Claro— le escuche decir antes de cerrar la puerta y pegar mi espalda a esta pensado.
Debía poner los pies sobre la tierra, aunque estos hubieran despegado desde esa loca e increíble vez en la que hable con él.
Era una chica inteligente, siempre lo había sido, y sabía bien a donde llevaba este sentimiento, solo por un largo camino de sufrimiento. Pero, no era del todo mi culpa ¿Quién no iba a enamorarse del alguien como él?
"No debes pensar así cerebro, sobre todo tu" golpee mi pecho como si tuvieran voluntad propia. Cuando, yo era la causante de todo con mis esperanzas e ilusiones hacia él. Suspire mientras me colocaba los lentes de contacto.
Se que puedo hacerlo. Volver a verlo solo como una fan, y él, mi cantante favorito. Me mire al espejo decidida golpeando mis mejillas.
Sali del baño y me encontré con Jung Kook durmiendo sobre el sofá. Se veía tan lindo y tierno, seguro que estaba muy cansado ¿Y si lo amarro? No, no, no, no.
Me arrodillé de su lado acercándome a él, parecía muy angelical, con su respiración acompasada y tranquila, con sus largas pestañas y sus labios entre abiertos. Me acerque más sintiendo su respiración chocar con mi rostro.
No sé qué fue lo que me paso. Mi cerebro se desconectó y solo podía ver su rostro, mi pecho se llenó de un sentimiento desconocido y mi cuerpo salió huyendo de mí. Cerré los ojos y coloqué mis labios sobre los suyos delicadamente, besándolo.
Ese suave contacto que tenían nuestros labios, ese par de segundo, fueron los más gloriosos que hubiera tenido hasta ahora, y entonces mi cerebro decidió conectarse.
¡La Virgen María y el Espíritu Santo!* ¿Qué había hecho? Me separé rápidamente cubriendo mi boca con las manos. Corrí hacia mi habitación favorita cerrando la puerta ¿Por qué lo hice? ¿No se suponía que iba a tratar de verlo como una fan de nuevo?
Bueno él no se enteró de lo que hice, así que podía tratar de olvidarlo. Y es que acaso ¿Eso es posible? Tenía que estar completamente loca para pensar algo así. Olvidar que besaste al chico que consideras perfecto para ti. Pasé mis dedos por mis labios y sonreí inconsciente recordando mi atrevimiento. ¡No, no! ¡Para! Golpee mi frente en la pared. Auch.
¿Qué debía hacer ahora? Stremear si eso, quizás me haría olvidar un poco lo que hice. Además de que tenía bastante energía.
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*Referencia, Reah
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Similares a Nuestra Manera (JungKook y tu)
FanfictionTú, una gamer profesional. Él, uno de los integrantes de tu grupo favorito. Una cadena de eventos causa que logres hablar con él. La unión de dos mundos diferentes, ambos compartiendo un sentimiento en común. En su travesía encontrarán muchos obs...