12. Lo reconocieron.

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Que poco inteligentes ¿Cómo podía ser que no lo reconocieran? Será porque yo he visto tan atenta sus ojos, que podría reconocerlos al instante.

—Él es mi —piensa rápido —¡Primo! Esta muy enfermo. Y vaya que es contagioso —ellas dieron un paso hacia atrás asqueadas.

Noté la mirada de Jung Kook reprobando lo que había dicho. Le sonreí en forma de disculpa. Tomé su mano y me dirigí a la puerta.

Espera un momento —dijo esa tipa de larga cabellera, la reconocía por el exceso de maquillaje. Su nombre era Lin.

Se acercó sospechosamente a Jung Kook mirando sus ojos detenidamente.

—Es muy contagioso — dije alarmada ¡Que no lo reconozcan!

¡Es él! — grito su descubrimiento.

A la otra la reconocía por su perfume tan escándalos. En ocasiones me hacía doler la cabeza. Ella era Susi, se acercó y trato de quitar el cubrebocas. Jung Kook lo esquivo y tomó mi mano, salimos del aula corriendo.

—¿Dónde podemos ir?

Tome su mano apretándola, guiándolo a un aula, a la que suelo ir cuando quiero estar sola, o deseo estudiar. Es en la que iba a ser el "Club Gamer" que nunca lograron aprobar.

Al llegar al salón, cerré la puerta rápidamente.

—Creo que no nos vieron — su voz estaba agitada.

—Eso espero — mordí mi labio. Estaba preocupada. No deseo que vaya a tener problemas en su empresa por esto.

Sonó mi celular, era Gaten, justo en el momento indicado.

—¿Sí?

¿Dónde estás? ¡Te necesito! — su voz era suplicante.

—Te prometo que llegare pronto ¿Te detuviste en algo? —mire a Jung Kook. Tenía toda la duda plantada en el rostro.

¡Si!

—Bueno ya voy, pero de todas maneras deje ahí mi libreta. Las anotaciones están muy claras Gaten.

Está bien.

—Nos vemos dentro de poco.

Gracias — y finalicé la llamada.

—Pensé que eras una antisocial sin remedio — bromeó con una sonrisa de lado. Si no la hubiera visto ya varias veces, seguiría sintiendo que me desmayo cada que la miro.

—Pues ya vez que no — me encogí de hombros.

—¿Y cómo es esa Gaten?

—Es él.

—Mmm — hizo una mueca.

—¿Mmm? ¿Qué significa?

—Solo "mmm" — dijo indiferente.

—¿No estarás celoso?

—¿Celoso? JAJAJA, yo no conozco esa palabra — cruzó sus brazos.

—Ok — rodé los ojos.

Llámenme loca, pero es más que obvio que son celos. ¡Oh! ¿Celos? ¿Porque de repente me siento dichosa? Se que es una niñería, pero me hace sentir muy bien que sienta celos de Gaten. Sonreí inconsciente.

—¿Qué te hace tanta gracia? — arqueo una ceja.

—Nada — tú. Lleve mi dedo índice a mi labio para parecer inocente.

Me encantaba esa gran sonrisa suya en la que mostraba sus dientes. Podría estar perdida en ella un año entero ¿O más? Se acerco a mi pegando su frente a la mía. Todo lo que él hacía me fascinada, y este gesto en especial, una manera de sentirlo muy cerca de mí.

Mire sus labios perfectos, el inferior más carnoso que el superior, pero que juntos, hacían el más delicioso de los dulces que haya probado.

Me puse de puntillas y le robé un beso fugaz. El me miro, con una leve sonrisa en los labios ¡Dios, este hombre me tiene loca! Tomo mis mejillas suavemente y se acercó a mi lentamente para besarme. Sonó mi celular.

—¡Maldito aparato del demonio! — dije sin pensar. Mi niño precioso me miró divertido.

—¡Diga! — contesté furiosa ¿Quién osa interrumpir este momento mágico?

¿Ya vienes? — escuche la voz de Gaten suplicante.

Se que debería sentirme mal por mi amigo, que necesita mi ayuda, y lo abandoné por un momento. Pero ahora mismo, siento que lo detesto. Deseaba mi beso.

—Si, si en unos minutos —farfullé.

Bueno te espero. Apresúrate — y finalicé. Ahora si ¿En que estábamos?

Estaba decidida a volver a lo nuestro, pero el celular de Jung Kook sonó también ¿Por qué no me dejan disfrutar de mi beso?

—< ¿Qué pasa? > < ¿Qué, de verdad? > <Si, ella está conmigo > <Si, está bien > < ¿Cinco minutos? > <No, no para nada. Ya voy > <Si, nos vemos en un rato > — me miró desanimado.

—¿Qué pasa?

—Tengo que irme. Parece que esas chicas anunciaron por internet que estaba aquí. Y pues, muchas ARMY's y reporteros vienen — no me atrevía a maldecir frente a Jungkook, pero comenzaba a detestar a esa Lin y Susi.

—Está bien. Y lamento mucho esto.

—No te disculpes. Fui yo quien quise venir en un principio — asentí desganada.

Mi niño de oro iba a tener problemas por culpa de esas arpías. Bueno no sé, es probable que hubiera actuado así si algún miembro de BTS estuviera aquí, quizás, me hubiera puesto a buscarlos hasta encontrarlo. Y despues... y despues bueno, ayudarlos a huir. Qué se yo, sé que de vez en cuando les gustaría tener privacidad, o salir a las calles libremente.

—¿Me llamas? — pregunté esperanzada.

—Iré a verte, como he hecho estos días — sonrió confiado.

—Bien, me gusta más esa idea. Gracias.

—Ya no agradezca.

Colocó su mano en mi mejilla acariciándola. Cerré los ojos a su contacto dejándome llevar. Sentí como sus labios rozaban los míos en un pequeño beso. Se separó de mí y susurro un "Adiós"

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Ya no falta mucho para que termine.

Se alargo más de lo que pensé.

Similares a Nuestra Manera (JungKook y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora