9. Una noche de descubrimientos.

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Artwork: "Claro que si ¿Por qué?"

GoldCookie: "Estaba viendo tu Stream"

Artwork: "¿Ah sí? ¿Y qué tal?"

GoldCookie: "Fue corto"

Artwork: "Estoy cansada"

GoldCookie: "¿Segura?"

Artwork: "Claro ¿Cómo estás tú?"

GoldCookie: "Bien, aunque si me regañaron"

Artwork: "Ya veo, me alegro de que solo fuera eso"

GoldCookie: "Si, también yo"

Artwork: "Kookie debo irme"

GoldCookie: "Pero aún es temprano"

Artwork: "Estoy muy cansada"

GoldCookie: "Está bien"

Me eché al sofá y cerré los ojos tratando de olvidar, todas esas agresiones en mi contra. Al menos Jung Kook estaba bien. Ya me repondría. Aunque me había costado llegar hasta donde estoy como gamer. Estoy segura de que se olvidarán de todo con el tiempo.

Me despertó el sonido del timbre, tallé mis ojos para desperezarme y me levanté. En mi celular marcaban las 23:07 ¿Quién podría ser a esta hora?

Me asomé a través de la mirilla, era ¡Jung Kook! En cuanto estuvo dentro de mi casa, cerró la puerta velozmente y me abrazó. Me quedé parada en shock con las manos colgando.

—Perdón — escuche su voz cerca de mi oído, eso hizo que me recorriera un delicioso escalofrió.

—¿Por qué? — apoyé mis manos en sus caderas.

—Por mi culpa te dicen esas cosas horribles — se separó y me miró fijamente.

—No te preocupes —giré mi cabeza evitando su mirada —Soy fuerte — él acuno mi rostro entre sus manos obligándome a mirarlo.

—Yo sé. Bueno...— mordió su labio —Se lo que... — inspiro profundamente — Se lo que hiciste esa noche — mis ojos se abrieron como platos.

No podía referiste al beso ¿O sí? Él asintió como si respondiera a mis pensamientos.

—Yo —¿Qué iba a decirle? ¿Qué se puede decir en este caso? ¿Por qué me lo decía ahora? ¿Quería alejarse? Tenía tantas preguntas y ninguna de ellas era pronunciada. Quizás debería dejar de ser cobarde —Bueno sí. Yo te bese — mi voz fue descendiendo gradualmente.

—Pensé que eras más tímida — sonrió, sonrojado agachándose —Y tenía que obligarte a decírmelo.

—Entonces estabas despierto ¿Por qué no me lo dijiste? — no era quién para exigir respuestas en este momento.

—Bueno, en un inicio si estaba medio dormido. En cuanto sentí el contacto desperté, abrí mis ojos y me encontré con los tuyos cerrados— caminó hacia la sala —No supe que hacer, así que solo, cerré los ojos de nuevo.

—Vaya — me quede ahí sin verle —Lo siento mucho, sé que tu solo me quieres como amigo y yo...

—No, no—interrumpió — Mira desde que te vi... No... — suspiro y sacudió sus manos —Escucha, sabía que sentía algo por ti. Desde que comenzamos a hablar, me sentía demasiado cómodo contigo. Siempre traté de que no fuera otra cosa más que amistad.

—Ya veo —dije apenas audible, incluso en el silencio del departamento, no pudo escucharse.

—Pero cuando me —se rasco la nuca—Besaste —humedeció sus labios —Supe que, mis esfuerzos por verte como amiga habían fallado. Ya, sentía algo más.

—¿Algo más?

—Si, me gusta tu manera de ser, me gustan tus insinuaciones, la manera en que muerdes tu labio cuando te concentras o te preocupa algo. Me gusta la manera en la que juegas, la forma en la que me miras con tus lindos ojos miel. Me gusta mucho tu sonrisa—suspiró y después mordió su labio esperando a que yo dijera algo. Sentía que mi corazón no cabía en el pecho.

—¿Por qué me miras con tanta atención? * — ni si quiera yo conocía mis propios gestos.

—Porque eres lo único que puedo ver claramente en estos momentos * —sonrió tierno, con ese rubor en sus mejillas. Podía notar el trabajo que le estaba costando expresarse.

Lleve la mano a mi pecho, parecía que las mariposas se habían escapado de mi estómago e invadieron mi cuerpo. Principalmente el pecho.

Mi niño de oro caminó hacia mí, aun con su sonrisa impresa en el rostro. Se inclino pegando su frente a la mía y cerró los ojos. Podía sentir su respiración aun agitada por su confesión. Coloqué mis manos en sus caderas y la rodee abrazándolo.

—Gracias — susurre. Él abrió los ojos mirándome.

—¿Por qué? — noté como iba acortando la distancia entre nuestros rostros. Las palmas de mis manos comenzaron a sudar.

—Por decírmelo.

Humedeció sus labios de manera deliciosa mientras observaba los míos como si de un dulce se trataran. Mi pecho se agito alocado por su gesto.

Y por fin, despues de unos eternos segundos pego sus labios a los míos uniéndolos en un beso. Un beso tierno que me demostraba los sentimientos que había tratado de ocultar. Se separó un poco sonriéndome travieso, no pude evitar sonreír también.

—¿Te costó mucho eh? — bromee.

—Salió como lo había planeado —dijo orgulloso.

Tomo mis mejillas entre sus manos y me beso de nuevo, esta vez con más exigencia. Sentía cosquillas cada que su lengua rozaba la mía. El sabor de sus besos es algo que nunca podre describir, es lo más delicioso, intenso, dulce, románico y excitante, todo eso a la vez; que haya sentido.

—Aunque tenía mucha vergüenza de hablarte, fue cuando estabas en el piso. Parecía que tenías mucho dolor — respondió.

—Y lo tenía, el día había ido pésimo — recordé aquel día en que hablé por primera vez con él.

—Si recuerdo que lo mencionaste. Cuando creíste que estabas en un sueño —¡Ay no por favor! Que no recuerde el resto —Cuando me dijiste que llevaba mucha ropa.

—No es que sueñe así siempre— me encogí de hombros mirando a otro lado avergonzada —Como sea, entonces ¿Desde ahí te gusté? —dije tratando de volver al tema del principio.

—¿Entonces cada cuanto sueñas así? —no lo va a dejar pasar ¿verdad?

Su celular sonó. La suerte hoy estaba conmigo. Escuche atenta su conversación.

¿Hola? —movió sus labios diciéndome quien era "Nam Joon" — <Si> <Yo no te dije, tú lo viste de la pantalla> <Ah, haber espera> ¿Cuáles me dijiste que eran tus apellidos? —

—Yo no te lo dije — levantó las cejas haciendo una mueca —Ya, está bien Bang Min.

—<Bang Min> < ¿De verdad?> —Jung Kook me miró asombrado — < ¿La mayoría de edad? ¿O sea que no la tiene? > —¿Hablaban de mí? —<No lo sabía > <Esta bien> <Si, nos vemos allá> —finalizó.

—¿Tu padre fue uno de los inversionistas de la empresa dónde estoy? ¿Cuántos años tienes? — sí que hablaban de mí. Mi querido Jung Kook me miraba exigiendo respuestas. Y era el momento de dárselas.

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*Referencia: Soredemo Sekai wa Utsukushii.

Similares a Nuestra Manera (JungKook y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora