Para Mi Amor Valiente

"Todo Es Mental"

El contenido de 3 pequeños textos hallados en el bloc de notas de mi celular, todos escritos en algún frágil pero decisivo momento a lo largo de los últimos tres meses. Tómalo como un anexo a esta (al parecer) interminable carta, no quiero que olvides lo que tengo que decirte. 

"Dos meses después de que te fuiste, al caer en cuenta de que no ibas a volver, no volví a esperar nada de nadie. Tome la decisión de continuar con lo que había venido haciendo desde Noviembre del 2015: seguir viendo a un "buen amigo". Ahora mismo no deseo entrar en detalles, pero puedes intuir el tipo de relación que tenía con él. Y digo "seguir" por que lo que estoy por confesarte es algo que aún hoy en día me avergüenza: si bien nuestra 'relación' no poseía un título, estábamos juntos a pesar de la distancia. No sé hasta que punto debí respetar lo que teníamos, pero lo cierto es que no lo hice. No lo hice y aún me pesa. Te fui infiel.

Días después de tu ausencia, volví a dejarme llevar por el desenfreno y la inmoralidad con alguien por quien no sentía ni una pizca de afecto. Por cada una de mis venas y arterias corría la decepción y la furia. Durante un tiempo no hubo espacio para nada más que eso. No iba a quedarme sentada esperado hundirme en mi propio sufrimiento y esperando que llegara él a salvarme y curar el roto corazón que dejaste atrás. No. Esas son cosas de críos. Disfruté de cada instante a solas con él. Abrí mi mente a nuevas posibilidades y mi cuerpo a nuevas sensaciones. Siempre tuve claro lo que esperaba de esa relación con él. Diversión y olvido. Pero al final sucedió lo inevitable. Una sola cosa me hace arrepentirme en cierto grado de lo que hice, porque mientras estuve entre sus fuertes brazos, entregándome a la cálida sensación del contacto piel con piel, esa tersa y pálida piel que se entregaba al placer de ser dividida en dos por mi pequeño bisturí, y mis ojos de disfrutar el excitante espectáculo de las pequeñas gotas color carmesí corriendo por tan impecable lienzo, no dejaba de pensar en ti. De desear que fueras tú. 

Fue ahí cuando el dolor se hizo presente con toda su crueldad. Y me dejé caer. Me dí cuenta de lo miserable que puedes llegar a sentirte al intentar llenar con sexo el vacío que una persona a la que tanto has amado ha dejado en ti. Eso de que el tiempo lo cura todo es mentira. Sólo cura la mayoría de las heridas, pero es trabajo de cada quien encontrar la manera de curar las más profundas. Vaya auto-lesión la que causé..."

"Hoy estuve a punto de confesarte uno de los mayores y más  secretos pensamientos que guardo en el fondo del lago negro de mi memoria. Al último instante decidí apagar la computadora, meterme bajo las sábanas y comenzar a escribirte esto. Hiciste mención sobre algo muy interesante: no crees en el destino y nada te mantiene atado a este plano terrenal. Pues ¿Te digo algo? A mi tampoco. Mi noción dista mucho de parecerse a la tuya. La gran mayoría de las personas que conozco, tienen ya una infinidad de planes a futuro: viajar, terminar una carrera, emprender su propio negocio, tener una linda casa, una pareja, hijos, volverse ricos, etc. Me han dicho, incluso, que mi vida no tiene sentido porque no tengo planes así. Pero no me importa lo que piensen. Aún así, se que voy por la vida en modo 'automático'. Lo cierto es, cariño mío, que no tengo planeado seguir con vida por mucho tiempo. No. No me he dado por vencida. No estoy muriendo a causa de alguna terrible enfermedad. Mucho menos voy a optar por el suicidio. Es sólo que siento que mi tiempo en este mundo se está agotando. Lucho cada día para poder ir a la universidad y obtener un título en lo que sea. Que el sacrificio de mis padres y el mío sirva de algo. Me hacen falta un par de cosas antes de prepararme para partir: la primera, volver a abrazar a mi padre. Y la segunda pero no menos importante, volver a verte a los ojos. Contra todo pronóstico, sigues teniendo una gran importancia para mi. Te quiero tanto aunque no seas consciente de ello. Volviste a mi vida en el momento oportuno. Eres como mi pequeña dosis diaria de morfina, me mantienes feliz y haces que el dolor desaparezca. Una vez que cumpla con mis dos últimos anhelos, tal vez se cumpla mi mayor deseo: irme a dormir por la noche y ser envuelta por el Sueño Eterno..."

"Mi Buen Amor:

Si muero como siempre he querido hacerlo (ir a dormir tranquila y no volver a despertar jamás), en un accidente o algo por el estilo, quiero decirte de una vez y para siempre que te quiero. Nunca dejé ni dejaré de hacerlo. Te quiero con todo mi corazón. Ya no estaré aquí para orar o preocuparme por ti, así que por favor te pido que cuides de ti mismo. Prometo que encontraré la forma de cuidarte si es que existe algo más allá de la muerte. Mereces oír que eres una persona completa. Que vales más de lo que puedes siquiera imaginar. Que eres el mejor ser humano que he conocido jamás. Estoy tan feliz y me siento tan dichosa de haberte conocido. Te quiero. No te olvidaré. Si tu así lo deseas, puedo volver por ti. Sólo tienes que pedirlo. Si no es así, nos veremos del otro lado cuando sea tu tiempo. Te estaré esperando, incluso si llegas acompañado. 

Te quiero como a nadie.

- Con cariño, _____."