Resignación (2016)

40 3 1
                                    

"A veces tienes que aceptar el hecho de que algunas personas sólo han entrado en tu vida como una felicidad temporal..."
-Ed Sheeran

Las cosas están más tranquilas dentro de mi cabeza. Es lo mismo que decir "Después de la tempestad llega la calma".
Y es así como me siento.

Es increíble como pueden cambiar las cosas en un lapso de tiempo.
Cuando comencé a escribirte esta carta tenía claro que quería recordar cada detalle de lo que pasó con nosotros, pero no recordaba que fuera tan poco. Fue menos de un par de meses. No sé porque, pero siento como si hubieran pasado años

Estos últimos días he estado pensando mucho, igual que lo he hecho durante estos dos años desde que dejamos de hablar. Cada vez que te sueño, o vuelvo a pensarte con frecuencia, vuelvo a esta carta decidiendo cual es el enfoque correcto para decirte todo lo que siento.

A veces siento que estoy escribiendo a una persona que ya no se encuentra en el plano terrenal. No es muy bonito.

Déjame ver... ¿Por dónde empiezo (de nuevo)?

Te extraño. Te extraño muchísimo. Hace unos días he vuelto a soñarte. Ya sabes, sueños similares, pero a fin de cuentas se reduce a lo mismo: Mi incesante deseo de volver a verte. Que quieras aceptarme de nuevo en tu vida.

Hoy, en el día de tu cumpleaños, mi madre me ha preguntado por ti. Hice lo que no había hecho con nadie, más que con Sara: hablar de ti. Mi madre, siempre tan atenta, linda y comprensiva, me escuchó hasta el final. Me dijo que si había estado dispuesta a jugarme el todo por el todo y le respondí que sí. Me preguntó si te quise. Y le dije que como a nadie. Ella ya lo sabía, por supuesto. Es la mujer que me dio la vida y la que me conoce mejor que nadie.

Te he extrañado, he anhelado que volvieras, he llorado y he sufrido en silencio. Te he extrañado a ti, a todo lo que eres o solías ser...

Pero ya no quiero sentirme así. Poco a poco voy comprendiendo que la vida sigue estés en donde estés. Hace ya 2 años que terminó algo que nunca comenzó. O tal vez sí... Comenzó con un "Te quiero". Y terminó con un "Si lo entiendes está bien, si no... No me molestaré ni nada".

Aún hay momentos en los que pienso "¿Qué fuimos?". Lo nuestro, lo que sea que hayamos tenido, nunca tuvo un título. Para mí bastaba con saber que te quería y tú a mi. Que esperábamos con ansias el momento de volver a encontrarnos y por fin borrar los 1500 kilómetros que nos separaban. Lamentablemente no pudo ser así.

Fuimos un intermedio que hoy en día sigue doliendo de a poco dentro del corazón. Me he permitido a mi misma extrañarte, o mejor dicho, extrañar lo que solía ser. Pero ha dejado de ser fundamental.

No fui yo la que lo echó todo a perder. Fuimos los dos. Si ambos hubiéramos estado dispuestos a arriesgarlo todo por estar juntos, habríamos dejado el orgullo a un lado para buscarnos y pedir perdón. Pero no fue así. Yo lo hice, pero 17 meses tarde.

Todavía no puedo decirte "Adiós" del todo. Hace 17 meses en un mensaje lo hice porque no sabía con certeza si era lo correcto. Ahora sé que no. No puedes decir "Adiós" hasta estar segura de que podrás aprender a vivir con la ausencia de esa persona. Y aún no quiero hacerlo.

Este es el momento justo para disculparme. Son tantas cosas por las que debería decir "Lo siento", que mientras escribo estás líneas incluso no sé si es para mi misma o para ti. Pero la que se encuentra por encima de todas es "Lo siento, por alejarme de ti sin una sola razón aparentemente válida".

A veces me pregunto si lo que pasó fue producto de mi imaginación, si te viste obligado a actuar como un chico enamorado, si sentiste que debías decir "Te Amo". Si es así, en verdad lo siento. Me equivoqué en tantas cosas. No soy perfecta, pero mis sentimientos a veces suelen jugar en mi contra.

Debo confesarte algo: te sigo viendo dentro de mis sueños, aunque ya no tan seguido como antes. No quisiera dejar de soñarte. NO cuando ha sido la única manera que he tenido a mi alcance para poder verte. Es casi siempre el mismo sueño, aquel en donde te veo fuera de mi colegio, mirándome con ternura y esperándome con los brazos abiertos. Es reconfortante, aún a pesar de saber que no es y no será Real...

Para Mi Amor ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora