El juicio

15K 868 40
                                    

–¿Granger? ¿Qué haces aquí?–dijo Draco sentándose en una silla de espera del juzgado.
–Lo mismo que tu supongo.
–¿Vienes a defender a tu padre de ir a Azkaban?
–Que gracioso ¿No? Vengo a...a mi juicio.
–¿A tu juicio?
–Soy sangre sucia ¿Recuerdas?
–Ah, no te creas que yo también estoy jodido. Me tengo que casar, con una sangre sucia encima.
–¿Por que?
–Meh, nivel de los Malfoy, el nombre, negocios...¿Tu?
–Si me caso con un sangre pura no me matan.
–Tu eres una sangre sucia.
–Oh, eso es rebaja mi autoestima un poquito más.
–Sshh, calla y yo soy un sangre pura.
–No, Draco, no, ni lo pienses ¿Eh?
–Oh por dios, nos necesitamos ¿Recuerdas cuando Ron se burló de ti y me humilló a mi?
–Si ¿Y que?
–Tu le hiciste el hechizo ese que a mi no me salía y yo le hice el sectusembra, estrictamente negocios.
–Ya.
–Y ahora ¿Estrictamente negocios?– dijo estirando su mano hacia Hermione.
–Estrictamente negocios–dijo ella estrechándole la mano al rubio que le había fastidiado la vida.
–Hermione Granger al estrado–gritó la voz potente del ministro de magia–Lectura de los hechos: Nacida de Muggles. ¿Tiene algo que la una al mundo mago: Hijos, familiares lejanos...?
–Mi prometido es de sangre pura–dijo Hermione dejándolos a todos atónitos.
–¿Su prometido?
–El señor Malfoy, Draco Malfoy– Hermione recordó feliz como el hurón solía repetir su apellido todo lo que podía, en plan James Bond, imaginó a Draco con la voz de Bond y tuvo que hacer un esfuerzo para no reír.
–¿Hay alguna confirmación?
–Pregúntenle a el, tengo entendido que hoy se juzgaba a Lucius.
–Draco Malfoy al estrado.
–No he hecho nada se lo juro, eso no es mío, alguien lo metió ahí.
–¿Se puede saber que hace?
–Ups, perdón, la costumbre. ¿Qué pasa?
–¿Está usted prometido con la señorita Granger?
–¡Señor ministro! Si quería una cita me lo podría haber dicho–dijo levantando las cejas.
–Ya, ya, responda.
–Culpable de todos los cargos– dijo sonriendo.
–Entonces me puedo ir, dentro de unos días ya tendré apellido de sangre pura.
–Esto hay que investigarlo, le haremos unas preguntas. Señorita Granger: ¿Sabe usted el tipo de sangre del señor?
–A-–dijo sin vacilar.
–Señor Malfoy la de su prometida es:
–O+–dijo vacilando.
–Señorita Granger sueño de Draco Malfoy.
–Ser médico.
–Señor Malfoy:
–Que todo salga como ella quiere, es insufrible.
–Bueno, queda usted liberada de todos los cargos, con una condición, que tengan un hijo mínimo.
Todos salieron con las miradas sobre ellos.
–Ahora tengo el juicio de mi padre ¿Nos vemos está tarde?
–Claro, ven a mi casa, adiós– dijo dando por terminada la conversación cuando Draco la besó apasionadamente ante la cara de asco de Hermione que salió de allí rápidamente sin miramientos con la cabeza hecha un lío.

La ley de matrimonio (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora