Tres letras: R O N

10.8K 679 24
                                    

Vale, mi cabeza tiene un problema. Me da una idea genial en plan:
Oh ¿Y si Ron fuese a su casa y entrase ahí sin preguntar súper enfadado?
Si, eso sería genial ¿Cómo sigue?
Mira, una mariposa
No, no te vayas
Adiós
Y mi inspiración me dejó con una idea genial aunque sin desenlace, pero aquí la tengo para ustedes *cof comenten malditas *cof cof* uy que tos

Pansy y Hermione disfrutaron de un buen día de compras mientras la pelinegra tenía una buena sospecha sobre los dos.
–Y...Draco y tu ¿Bien no?
–Si, todo muy bien
–Ya
Hermione y Pansy volvieron a la mansión Malfoy, Draco aún no había llegado dl partido de Quiddich de Rumania vs Egipto, Hermione conocía al dedillo ese partido, de buscadores jugaban Luke Sebrerenikova y Pamina Squetch, Luke tenía mucha más fuerza que Pamina, pero ella era más rápida en los zigzags, todo esto se lo enseñó Ron el día antes de besarse por primera vez. Al pensar en Ron se le escaparon un par de lagrimas, cuando Pansy se fue Hermione se recluyó al despacho que Draco le había regalado lleno de libros antiguos, comenzó a leer "Historia de mortifagos" ella nunca había tenido al alcance libros de esos y los estaba aprovechando al máximo, en ese momento una explosión sonó en la chimenea y varias cosas cayeron al suelo, Hermione pensó que había tenido razón y Egipto había ganado así que cuando una sombra entró en la habitación.
–¿Qué tal el partido, Draco? ¿tenía razón?– preguntó mientras la sombra se acercaba más a ella.
–No lo se, no lo he visto–dijo una voz que ella conocía bien pero que no era la de Draco.
–Ron ¿Qué haces aquí?
–Vengo a encarcelarte
–¿Porqué?
–Por ser una sangre sucia– oír esas palabras de su mejor amigos e estremeció pero no permitió que él lo notase.
–Estoy casada con un sangre pura, el arrestado deberías de ser tu, traidor de la sangre.– escupió notando como el encogía su estómago levemente.
–Lamento decirte que tu matrimonio es una farsa y no tienes ni hijos ni nada que pueda corroborar que...
–Estoy embarazada– dijo Hermione apresuradamente sin pensar.
–¿Ah si? En dos semanas vendrás conmigo a San Mungo y veremos quien miente dijo desapareciendo por *obviamente* arte de magia. A eso de la media hora Draco llegó muy cabreado porque Egipto había ganado pero todo se disipó cuando vio a Hermione tirada en el suelo llorando, cuando se calmó le contó todo lo ocurrido y su estupida contestación a lo que él rubio se quedó igual de pasmado.
–Pues agámoslo realidad– fueron las únicas palabras que pudo contestar el rubio antes de lanzarse sobre ella para besarla y llevarla a la habitación...

La ley de matrimonio (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora