La ley de matrimonio (Dramione)

Maldita sea...

Perdón por no subir en tiempo, he pasado por un momento muy difícil, he tenido que irme de mi ciudad por un tiempo a mi pueblo por cuestiones familiares muy duras, así que espero que lo comprendáis.

Hermione despertó sin poder decir que no recordaba nada, por que lo recordaba todo con pelos y señales, sacó esas imágenes de su mente y se levantó corriendo para ir al baño y vomitar, se sentía fatal, pero no exteriormente como la mayoría de las chicas que se despertaban así, sino interiormente. Trató de recordarse que no había hecho nada malo, estaba casada, pero más que el estado civil le preocupó su maldita cabeza que le recordaba todo lo que había ocurrido y también le recordaba que le gusto, Hermione volvió a vomitar haciendo que Draco se despertase, justo lo que Hermione no quería.
–Todas las chicas con las que me he acostado estaban ebrias ¿Sabes?
–¿Y a mi que me importa?
–Pues que por una vez que me despierto con alguien que no está ebrio podría aparentar no estarlo.
–No me encuentro bien.
–Si ya. Claro.

Se oyeron suaves golpes en la puerta y Draco fue a abrir ya que Hermione no se encontraba en condiciones, cuando abrió se encontró con un cabreado Harry que lo apartó y entró en la casa como si fuera suya.
–Adelante Potter, pasa, como si estuvieses en tu casa.
Harry se dirigió a su habitación y en seguida agarró la frente de Hermione mientras le acariciaba la espalda para que vomitase mejor.
–¿Es cierto?–dijo Harry con un hilo de voz.
–¿El que?–preguntó Draco apoyado en el marco de la puerta.
–Todo el mundo está como loco diciendo que estás embarazada– dijo Harry pasando de Draco.
–Si lo está, que felicidad, que alegría, hala fuera.
–Draco, es mi hermano.– Draco suspiro, pero volvió a acomodarse.
–¿Entonces es cierto?–Hermione no contestó, sólo lo miró con ojos llorosos, Harry no esperó y agarró a Draco del cuello de la camisa– ¿Cómo te atreves a tocar a mi hermana maldito hurón descolorido?
–Harry, no fue así.
–¿Cómo? ¿Tu...accediste?
–Si. Lo hice, ahora suéltalo.
–No pudo resistirse, es normal, soy tan sexy que no se pudo contener.–Harry se lanzó contra él, pero Draco lo esquivó con suma elegancia.
–Para Draco, se va a hacer daño.– Draco río como si eso le producirse mucho placer pero se sentó en la bañera.
–Voy...voy a ser tío (?)
–Sorpresa.
Pese a que nadie lo pensase Harry los ayudó como nadie y también los llevó a San Mungo, donde les dijeron que si estaba embarazada y que en unos días sabrían el sexo del bebe, en dos días todas las revistas los tenían de portada, pero aún seguían bajo sospecha, eso no iba a ser fácil.