La ley de matrimonio (Dramione)

La boda

Un color blanco rodeaba a Hermione haciéndola lucir más hermosa de lo que ya era, su día que se suponía que sería el más feliz de su vida se había convertido en una absoluta bazofia, de sus amigos allí solo estaban Harry y George, se habían apoyado mucho después de la muerte de Fred y George era el único Weasley que no la había dejado en la estacada, Luna no pudo venir ya que Ginny no le dejó responder a la invitación, en cambio Neville seguía allí sonriéndola como si no hubiera pasado nada, Hermione no se enfadó con ninguno de ellos, sabía la historia que Ron había contado a su familia exagerando los hechos y tildándola de perra, Luna era la novia de Ginny era muy normal que la prefiriera a ella, la madrina Pansy Parkinson era la única "amiga" que tenía allí, no se habían llevado bien en Hogwarts pero desde que anunciaron su compromiso se portó mejor con ella y ahora mismo le ayudaba a ponerse el velo correctamente.
–¿Porqué lo haces Pansy?– ella suspiró y negó hacía la castaña.
–Harry odia a Draco ¿Verdad?
–Si, pero...–la morena no la dejó continuar, sino que se puso delante de ella y le habló con tranquilidad.
–Pero ahora se comporta bien con Draco.
–Es normal es mi mejor amigo y...
–Draco me acepto, nadie lo hacía, el dejó de verme como un trozo de carne.
–El siempre te rechazó, ni siquiera te veía como una persona.
–En una fiesta en nuestro cuarto año, yo estaba bailando reggetton así un poco atrevida por decirlo de manera fina, mientras todos los chicos reían borrachos y me pedían que siguiera–Pansy ignoró la mirada de asco de la castaña y continuó–Draco me llevó lejos de allí y me dijo "Hazte valer, que vales mucho más que eso". Desde entonces es mi mejor amigo y si él te quiere a ti, yo también.
–Wow Pansy eso ha sido muy...
–¿Profundo? No te acostumbres.
–Siempre...
–¿Interrumpo a las personas? Si.
Hermione río y continuaron hablando de Draco hasta que a Hermione le tocó subir al coche y dirigirse a su boda sintiéndose como si fuera al matadero, Draco estaba sentad e el altar esperando y se levantó en cuanto la vio llegar del brazo de Harry.
–Estamos aquí reunidos para unir en santo matrimonio a Hermione Granger y a Draco Malfoy, juntad las varitas, Draco Lucius Malfoy ¿Aceptas a Hermione Jean Granger en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte os separe?
–Acepto– dijo mostrándole a Hermione lo buen actor que podía llegar a ser su prometido.
–Bien ¿Hermione Jean Granger, aceptas a Draco Lucius Malfoy en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte os separe?
–Acepto– dijo sonriendo con ilusión mostrándole a Draco que ella tampoco actuaba mal.
—Yo os declaro marido y mujer, puedes besar a la novia.
Todos miraron con atención dispuestos a encontrarse con un beso, rápido, torpe y tímido que les recalcase que era una mentira, pero la boca les llegó al suelo cuando se encontraron con un beso seguro, pasional y muy esperado por ambas partes. Draco y Hermione corrieron hacia el coche mientras Hermione lanzaba su ramo el cual cayó en las manos de una despistada Pansy la cual rodó los ojos hacia un pendiente pelinegro cara rajada.
–Estoy te feliz de que por fin nos hallamos casado, es el día más feliz de mi vida–dijo Hermione una vez entraron en el coche. Draco elevó una ceja y Hermione señaló con disimulo el chofer el cual no les quitaba ojo.
–El mío también querida–dijo siguiendo el juego algo torpe, Draco actuaba bien siguiendo un papel pero no tanto cuando era una improvisación.

El banquete fue ideal y se lo pasaron fenomenal bailando hasta que todos se fueron, Okno, hicieron un teatro bastante bueno esa es la verdad, cuando subieron a la habitación Draco solo se tumbó sin camisa en la cama, no en un lado, no cruzando la cama para que nadie más s tumbase, Hermione lo empujó y se colocó en el hueco que dejo al rodar sobre si mismo. Maldito Draco, pensó Hermione, maldito el día en el cual decidió hacer deporte y quedar como un queso muy apetecible. Y con ese...bonito(?) pensamiento Hermione soñó con un rubio, mientras Draco soñó con una castaña