La ley de matrimonio (Dramione)

Conteniendose

Hermione despertó confundida con un nudo en la garganta y los labios secos, un Malfoy con calzoncillos dormía de espaldas a su lado, sin poder evitarlo ella mordió su labio como tantas veces él había hecho al verla pasar con rapidez por los pasillos y con la falda levantándose un poco ante él como diciendo: "Se mira pero no se toca" y sin poder evitarlo él gritaba Granger para poder ver cómo se daba la vuelta dejando el perfume olor a canela en él y girando su pelo que no llegaba a tiempo y le envolvía la cara, sin evitarlo soltaba algo hiriente y más e una vez había usado la ruin y tonta técnica de tirar sus libros lejos para ver cómo se agachaba a recogerlos, cierto día ella le dijo "¿Disfrutas Malfoy?" dijo levantándose enfadada al notar la mirada del rubio sobre ella, Draco había oído esas dos palabras millones de veces pero nunca de esa manera despectiva y enfadada, lo había oído de la boca de zorras seductoramente, pero nunca así.

Mientras tanto Hermione luchaba por apartar las ganas de besar otra vez a Draco y de acariciar los músculos tan bien formados que le había dado el Quiddich, por dios era Malfoy, siempre la había molestado, se suponía que eran estrictamente negocios, pero tal vez había cambiado, no, no podía ser que... Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la entrada del rubio en la cocina donde ella descansaba sobre la barra (no se lo que pensaran, pero me estoy refiriendo a una barra de metal).
–Buenos días–dijo Draco entrando en la cocina con simplemente la ropa interior.
–Vas un poco fresco ¿No crees?
–Mira quien fue a hablar– dijo riendo señalándola, Hermione se miró y vio que no se había cambiado de camisón y llevaba un trozo de tela muy corto y con algo de escote trató de taparse sin mucho éxito ignorando la risa estridente del rubio.
–No importa si no te tapas– dijo con una media sonrisa acercándose a ella. Hermione retrocedió instintivamente chocando con la barra.
–No te acerques– le dijo.
–¿Porqué?– preguntó acercándose e ignorando las advertencias de la castaña.
–Por que no podré soportarlo más.
–No quiero que lo soportes.
–Yo tampoco quiero soportarlo– Draco la besó con pasión apretándola contra la barra todo lo que podía, así estuvieron unos cinco minutos que les parecieron años hasta que Hermione tomó el control empujándolo contra la nevera aprovechando así para respirar y volviendo a besarlo mientras le revolvía el pelo estropeando todo su peinado, desde hacía años soñaba con estropeárselo y lo estaba haciendo, Draco la empujó hacia la habitación cuando llamaron y se tuvieron que separar, Hermione abrió y Pansy entró en la habitación.
–Hola Herms ¿Aún no te has cambiado? Quedamos para ir de compras
–Ya, es que tenía que comer algo, me estaba muriendo de hambre, pero ya comí algo bien rico que Draco me preparó.
–Si, yo también probé, soy un cocinero excelente– Hermione mordió su labio a propósito, tenía un secreto con Draco Malfoy, había besado a Draco Malfoy, estaba haciendo juegos de palabras con Draco Malfoy...y le encantaba.