Del odio al amor (German Garmendia Y Tú) [Completa]

Capítulo 8

Al día siguiente las clases transcurrieron normales, ya eran hora de recreo y me encaminé hasta mi lugar favorito.
Me gustaba quedarme ahí leyendo alguno que otro libro o escuchando música, alguien me abrazo por detrás deteniendo mi caminata, sonreí. A pesar de que le hubiera dicho que no estemos juntos en el recreo él seguía ignorando eso y además me gustaba pasar tiempo con él, es mi novio y debemos estar juntos.

Me volteé y me encontré con la sorpresa que no era Germán quien me abrazaba, si no Lucas.

— Lucas —me separé de él

— ____, me preguntaba por qué estuviste en la oficina del director, ¿Ya juntaste toda la cuota?

¡Oh rayos! Lo había olvidado, hoy debo pagarle.

— No –mi rostro se entristeció.

— No te preocupes, yo te puedo ayudar. Ahora tengo el dinero suficiente para que pagues.

— Lucas que gran detalle de tu parte pero…

— Nada de “peros”, ven vamos. –El sujeto mi mano y empezamos a caminar hasta la oficina del director, pero me detuve al ver a Germán muy “amistoso” con una chica que se encontraba junto a él, pero la hizo a un lado ignorándola eso me hizo sentir bien.

  Por mala suerte teníamos que pasar cerca de ellos, una de las chicas me puso el pie haciendo que cayera al suelo.

— Pero miren que torpe. — dijo Nina, ella y sus amigas se ríen— ¿No es así amor? —se refería a Germán, ella lo pegó más a ella. Germán estaba serio y distante a ella.

— Es verdad, pero no le debemos importancia ¿Esta bien? Deja a la pobre niña.-Dijo Germán, me ofreció la mano para levantarme, Lucas estaba haciendo lo mismo, yo rodé los ojos y tomé la mano de Lucas.

— No necesito de tu ayuda, imbécil.

Me levanté, Lucas y yo seguimos caminando, volteé mi rostro y vi a German susurrándome un “lo siento” seguido de un “te amo”, yo sonreí y le guiñé el ojo.

No me agradaba que hagamos estas escenas de odio, que él me hable mal y yo a él, pero que más podía hacer si yo era quien en principio le dijo que no demostráramos nuestro noviazgo.

Me empezaba a arrepentir de esa decisión.

Aproveché el recreo y con ayuda de Lucas pagué la cuota, le dije que cuanto tenga el dinero se lo pagaría, pero él negó diciéndome que no me preocupara, que para eso están los amigos.

La horas de clases siguieron hasta hora de salida, recogí mis cosas y las guarde en mi maleta.

Salí y acompañada de Germán, subimos a su auto en silencio.

— No me gusta que estés con Lucas. —dijo mi novio de repente.

Lo miré, él tenía su vista firme al frente mientras conducía. Me miró unos segundos y de nuevo siguió mirando frente.

— Es mi amigo… No me gusta que estés muy “amistoso” con las chicas.

— ____... —me miró unos segundos— Si estoy “amistoso” ... —dejó una mano al volante y la otra la levanto formando comillas— es porque a ti te gusta continuar con esto, estar separados y tratarnos con odio –Yo suspiré y bajé mi rostro— Nena… —sujetó mi mano y la beso— Te he dicho cientos de veces que no me importa nada más que estar contigo, ¿y sabes por qué? –Continuó- Porque te amo.

Sonreí y besé su mejilla, luego de un rato llegamos a la casa de mi tía, mientras yo estaba en el colegio ella los cuidaba, llegamos a mi casa Germán y yo comenzamos  a hacer la tarea. Le explicaba algunas cosas, quería  que Germán mejore sus calificaciones y trataba de ayudarlo en lo más que pueda.