Epílogo

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Cuando pensabas que los  "felices para siempre" existían, aparecían aquellas situaciones que te hacían dudarlo y pensar que solo eran parte de un cuento de hadas.

German estaba ahí hablando muy alegre con una mujer, tenía cabellos rubios y era baja, tenía unas perfectas curvas, ella era perfecta.

Bajé la mirada en mí, yo era nada en comparación a ella, aquella mujer era hermosa.

Negué con la cabeza quitándome esos sentimientos de tristeza que se acumulaban en mi cabeza y caminé hacia ellos, pero me detuve cuando ella se acercó mucho al rostro de German y le dio un beso en la comisura de sus labios.

German sonrió acariciando su mejilla.

No, esto no podía estar pasando. Me ha estado engañando.

Apreté puños y caminé hacia ellos, ella al verme frunció el ceño y miró a German en busca de alguna explicación. Él estaba nervioso y sorprendido.

—No es lo que parece. —dijo de inmediato.

Sonreí con ironía por su frase. Limpié las lágrimas de mis mejillas de un manotazo, no quería que me viera débil.

—No quiero volverte a verte.

Me di vuelta y caminé sin rumbo alguno, solo quería alejarme de ellos. Falté al resto de las clases y me dirige a mi cuarto.

Tocaron la puerta y no la abrí, sabía que Germán estaba ahí.

—____ abreme por favor, ya no somos adolescentes, hemos madurado. Debemos hablar.

Mis ojos se llevaron de lágrimas.

"Ya no somos adolescentes"

Habían pasado 2 años, a pesar del tiempo German siempre fue detallista conmigo y trataba de conquistarme, aún que él sabía perfectamente que mi corazón le pertenecía a él.

Mis hermanos vivían con mi primo Hugo y su esposa, todos los fines de semana y días libres iba a verlos y salía con ellos. Mi tía arregló las cosas con su hijo y ahora ella vivía con ellos, gracias a eso su humor a cambiado y mis hermanos llegaron a quererla y olvidar los resentimientos por sus malos tratos en el pasado.

El noviazgo de German y yo no es perfecto, como cualquier relación tenemos nuestros altos y bajos pero sabemos como solucionarlos: con comunicación y no hacer las cosas sin pensárselo dos veces.

Recuerdo los primeros días de universidad, estaba hablando con un chico y a German le dio una ataque de celos y le dio un golpe en la cara. Ese día me molesté mucho con él, traté de hacerle "ley del hielo" pero ante sus encantos y detalles me era muy imposible estar enojada con él.

Yo también he discutido con él por temas de celos, algunas chicas se acercaban a él con intenciones de seducirlo. Yo siempre se lo decía pero él lo negaba diciendo "sólo son amables conmigo", German decía todo eso para enojarme,  luego dejarme llevar por mis impulsos y perdonarlo.

《Lo mejor de las peleas  son las reconciliaciones》

Dijo German un día cuando me molesté con él y terminé dejándome llevar por mis emociones haciendo el amor con él.

《pelearé todos los días contigo sólo si terminamos siempre así》 dijo él y me abrazó juntando más nuestros cuerpos.

German seguía golpeando la puerta e hizo que volviera a la realidad.

—Abre, debemos hablar.

—No quiero verte. —dije tratando de controlar mi voz y que él no notara lo débil que me sentía.

Del odio al amor (German Garmendia Y Tú) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora