05┇CINCO

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❝Objetivo

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❝Objetivo.❞


A los minutos, una joven de baja estatura apareció de repente. Llevaba una camisa blanca, debajo de un saco de lana rosa. Al parecer, le llegaba el leve viento frío a su cuerpo, haciendo que este mismo tiemble de forma escasa, también se le veía la mandíbula temblar y los hombros encorvados.

—Levi, te estuve buscando—comentó apurada.

Al llegar frente a él, posó su vista en mi persona, haciéndole aparecer una sonrisa amable.

—Hola, un gusto. Soy Petra.

—Me llamo Rin Suzune.

Ella asintió, como si ya hubiera sabido mi nombre desde hace días.

—Ya veo. Nos vimos en... —Me percaté que su semblante cambió a uno incomodo—. Lo siento, me desvié del tema. Ven Levi, ya han despertado. —Agarró el brazo del nombrado, haciéndolo parar de mala gana.

—Tsk, mocosa... —comentó con aburrimiento.

Ambos se fueron del lugar sin despedirse de mí o notar que esperaba algún saludo de su parte (más que nada, del moreno). Por el poco rato que pude presenciar, Petra parecía algo nerviosa y eufórica, como si le quisiera decir algo que no podía oírse en público.

Suspiré irónica ante mis tantas hipótesis, me volvía cada vez más parecida a Zack en estos términos. Moví mi cabeza de un lado a otro, mirando nuevamente mi libro. Mi dedo índice viajaba por los párrafos, buscando en cuál había quedado. Al encontrarla en la mitad de la hoja, un peso en mis hombros me hizo quitar el dedo de la guía, haciendo que por reflejo mi vista se dirija a la persona que tenía a mi lado.

Observé sus orbes azules oscuros, contenían un brillo de picardía. Su ceja izquierda mantenía un piercing negro, al igual que su labio inferior. Este mismo sujeto no despegaba su mirada en mí, viajando por todo mi rostro, como lo hacía yo con él.

—Veo que eres igual al come-libro.

Sonrió con burla por su comentario, para luego dirigir su mirada a otro lado.

—Déjala Shiro —comentó una voz conocida. Al ver su clásica ropa negra, pude ver que era mi hermano. Se acomodó en el medio, para sentarse entre Shiro y yo—. Así está mejor.

Mi hermano muchas veces tenía actitudes de una persona fría y seria, con la gente que no conocía. Pero si eres de su circulo amistoso, mostraba su lado tierno y gracioso.

—Igual —comentó Shiro, apoyando su cabeza en el respaldo de la banca—. Tu hermana me cambió, por el tipo con cara de mala leche.

— ¿Ese? —Zack apuntó con su mentón al moreno, que caminaba hacia dentro del lugar, a lo que su amigo asintió—. Su madre es amiga de nuestra familia. Pero hace mucho que mamá no hace fiestas en la casa o nos lleva a una.

Lo vi pensante, colocando un dedo índice en su mentón. Sabía que trataba de no comentar mucho la ausencia de nuestros padres, no frente mío. Respiré hondo largando el aire como un suspiro, volviendo una vez más a mi libro.


Sus pláticas duraron toda la tarde. Normalmente Shiro molestaba a su hermano, con comentarios o planes para joderle la vida. Según él, lo quería con todo su corazón, pero también lo quería bajo tierra por nerd. A veces, no puedo pensar qué cosas les pasan por la cabeza a los hombres, y más en una edad de idiotez.

Volví a la habitación, luego de despedirlos a ambos. Normalmente odiaba quedarme sola en un lugar como este, pero al pasar los días me acostumbraba. Ir al baño, lavarme la cara, bajar para comer algo, dormir, entre otras cosas. Antes al hacer cada cosa, corría como si un asesino me persiguiera.

Me acosté en la cama mirando el techo, trataba de recordar algo, aunque sea pequeño. No podía imaginar como lo hacía antes o pensar de forma detallada. Parecía como si hubiera perdido esa clase de poder. Tenía algunos recuerdos, los confundía con pesadillas o quizás sean eso. Algunos nombres me sonaban, como el de hoy.

—Levi... —murmuraron mis labios—, Levi, Levi...


Al otro día, el doctor nos citó a todos los que entraron al experimento, explicando las situaciones o condiciones en las que nos encontrábamos. Me dirigí hacia la sala con mi hermano, Shiro y algunos amigos de ambos.

— ¿Qué creen que dirá? —preguntó un joven de cabellos rojizos, mantenía la caminata lenta y pacifica con las manos en sus bolsillos.

—Que Shiro fue gigolo en el juego y por eso causo un colapso —respondió un chico de fisionomía baja y lentes más grandes que su rostro. Según me ubicaba, este mismo era Yuro.

— ¡Oye! —exclamó indignado el nombrado.

—Puede ser un motivo —aceptó Zack, con una sonrisa en su comisura izquierda.

Shiro suspiro pesadamente, no podía joder a ambos sin argumentos. Con sus manos arremangó su camiseta, dejando ver en su antebrazo un tatuaje, era de una flor igual que la de la fuente e igual al mío.

Fruncí el ceño, ¿Desde cuándo anda con tatuajes de flores?

Al entrar a la sala, era muy enorme, cosa que no parecía una simple clínica u hospital. Parecía una arquitectura de teatros, solo que contenía varios sillones cómodos y ordenados frente a un escenario. Estaban todos los jugadores presentes, me coloque en unos de los asientos, sin dejar de mirar maravillada el espacio en donde me encontraba. 


Nightmares ❥ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora