08┇OCHO

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❝Encuentros 1/2

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❝Encuentros 1/2.❞

Al llegar a la casa, fui directamente a mi habitación. Sentía que hace mucho que no la veía, no la recordaba con exactitud. Mis dedos acariciaron la puerta blanca de madera, estaba desgastada, aunque teníamos muy poco de mudarnos a esa casa. Sin más preámbulos adentre al lugar, tenía la pared con un tapiz de flores, que se deshacía al paso de los años; la cama simple con sábanas blancas; y los muebles marrones a su costado. Pero mi mejor lugar es la silla mecedora con el librero al lado, aquello siempre me traía en la mudanza. Ambas cosas se encontraban algo deterioradas, por haberlas comprado en Corea del Sur hace años.

Coloqué los libros que tenía dentro de la mochila en el mueble, observando todos los títulos en diferentes idiomas. Al escuchar la voz de mi hermano para que me apure, me fui a bañar sin contestarle. Por muy extraño que suene, no sé por qué tengo ese presentimiento que alguien abrirá la puerta, así que me duché lo más rápido que pude. Hasta salí casi corriendo del cuarto de baño. Mamá es muy estricta con los horarios, y como quería ir cómoda, me coloque una remera de tirantes gris que había encontrado en unos de los cajones, con unos pantalones negros, acompañados de unas zapatillas que no lavaba hace mucho. No era de vestirme como una "chica" según mi madre, aunque a veces me obligaba a ponerme ya sea un vestido o falda a la fuerza.

—Mamá te retará por no usar vestido —opinó mi hermano cuando llegué a la sala.

—No me gustan esos atuendos y más si me los colocan a la fuerza.

Cuando mi cuerpo tocó el vehículo lujoso de papá, mi madre me escaneó la ropa con el ceño fruncido

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Cuando mi cuerpo tocó el vehículo lujoso de papá, mi madre me escaneó la ropa con el ceño fruncido. Ellos llegaban desde un vuelo de Rusia, pero no sé cómo tuvieron tanto tiempo de arreglarse y parecer tan perfectos.

—Te dije que te pusieras un vestido. Es una fiesta elegante, no un café.

—Hola, madre. Sí, estoy bien después de tanto tiempo y me alegra tu preocupación —comenté sarcástica, abrochando mi cinturón—. Además, ponerme vestido a mí, es como ponerle una falda a Zack.

Me removí en el lugar, ante el notable y doloroso golpe en mi costilla. El codo del nombrado, parecía un arma mortal.

—No me metas en tu eufemismo ejemplo —comentó para luego jugar con su celular.

—Eso si escuchas, cuando te hablan de otra cosa te haces el distraído —comenté indignada, sin tener su atención—. ¡Hey!

Empecé a moverle el brazo, buscando tirarle o quitarle el celular que parecía pegado a sus dedos.

—Niños compórtense, los Ackerman son una familia formal, así que traten o, mejor dicho, sean educados. No quiero peleas y... —Sin dejarla continuar todos los motivos, seguí con mi conversación pendiente.

— ¡Hey, bobo! Te estoy hablando.

Le seguí moviendo el brazo. Escuché el suspiro pesado de mi madre, mientras mi padre le acariciaba la pierna de forma amorosa.

—Tranquila, querida. Se me ocurre quitarle el internet a Zack, y el dinero de los libros a Rin —animó. Al no escuchar alguna otra queja mía y tampoco el tecleo del celular de mi hermano, observó el retrovisor de forma efímera, encontrando a sus dos hijos bien sentados—. ¿Vez? Ya está.

—Papá no le des ideas, luego la usa para generar el mal en el mundo —me quejé, cruzándome de brazos.

—Papá no le des ideas, luego la usa para generar el mal en el mundo —me quejé, cruzándome de brazos

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—Bueno llegamos —informó mi madre minutos después.

Mi padre empezó a entrar con el vehículo adentro de una gran propiedad. Mi mirada observó las rejas que se abrían y cerraban de forma automática, dejando observar un aspecto lúgubre. Al adentrarnos, un gran jardín que parecía un pequeño bosque lleno de flores y árboles bien cuidados, nos recibió. La casa se encontraba algo alejada, pero igualmente era enorme y antigua, con dos pisos de alto y el ancho era una cuadra completa, hasta más. Con mi hermano siempre nos preguntábamos si eran traficantes de droga o algo parecido, ya que la mayoría de sus viviendas eran igual de sorprendentes. Aunque esta misma tenía su toque mejor que las demás.

—Ya escucharon, compórtense o no nos dejarán otra alternativa que castigarlos. Saben perfectamente del orgullo de nuestra familia. —Ambos asentimos rápidamente ante la orden de mi madre, para así bajar del auto. 

 

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Nightmares ❥ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora