Miedo a un sentimiento

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Seiya y Kurai pasaron la tarde juntos, entre pláticas y bromas a Seiya se le olvidó la misión que le había sido encomendada.

-. Lo lamento pero debo irme - comento la chica con pesar en la voz.

-. ¿Si quieres te acompaño? - pregunto Seiya pues no quería perderse de su compañía.

-. No gracias, vivo algo lejos así que no creo que sea conveniente.

-. ¿Crees que te volveré a ver? - Le pregunto el muchacho.

-. No lo sé, tal vez. - dijo Kurai con una sonrisa.

-. Nos vemos Kurai, cuidate. - Seiya le dio un beso en la mejilla.

Un choque eléctrico se sintio entre los dos, ambos se miraron directamente a los ojos, pero Seiya sólo vio a su amada Serena, aquellos ojos eran tan iguales a los de ella, pero para Kurai fue algo nuevo, jamás había sentido algo así por ningún joven, toda su vida se ah visto envuelta en odio, el dolor y la sed de venganza, aquel sentimiento que Seiya despertó en ella la sorprendió de enorme manera.

Kurai se fue y mientras caminaba su corazón latía cada vez mas fuerte y pensaba para si misma tantas preguntas que aún no podía responder.

Para Seiya fue como haber estado con la mujer que su corazón aún se negaba a dejar ir, pero en el fondo sabía que Kurai era una chica diferente, que no había manera de que pudiera compararse con Serena, pero porque lo atraía tanto, ¿porque prefirió quedarse con ella antes que ver a su gran amor? ¿Acaso era por el parecido entre las dos? ¿O es que en verdad aquella chica le había gustado tanto?

Al llegar a casa Kurai se recostó en su cama inmersa en sus pensamientos, ¿como podría acabar con su hermana si enmedio estaba Seiya? Ella no podría lastimarlo.

-. Seiya sólo estuvo a tu lado porque eres igual a tu hermana, ella es el gran amor de ese joven, sólo te utilizo para recordarla y sentirse bien... - Le dijo la voz de Neherenia en su cabeza.

-. ¿Seiya ama a Serena? - Pregunto con dolor.

-. Así es mi niña, Seiya siempre ah estado enamorado de tu gemela y al verte a ti la recordó - decía aquella voz.

-. No puede ser, ¿porque? Yo... pensé que tal vez algo había pasado entre los dos - Dijo Kurai dejando caer una lágrima.

-. Vez, es algo más que Serena te arrebata, no le bastó quedarse con el reino que era tuyo, con el príncipe endimyon, con tu destino, ahora también te roba a ese joven.

-. Es verdad, ella me está arruinando la vida, la odio, la odio con todas mis fuerzas... -gruño con molestia -...esta bien, si Seiya quiere tener a Serena, le daremos a Serena, pagará por haberme comparado con ella, caerá rendido a mis pies eso te lo juro. - sentenció Kurai con odio en la voz.

DEPARTAMENTO DE SEIYA

Seiya llego al apartamento y sus hermanos ya estaban ahí, miro sus caras, estaban muy molestos con él, decidió no decirles nada sobre Kurai quería averiguar por su cuenta si ella en verdad era lo que todos decían, quería saber si en realidad era malvada.

-. ¿Donde estabas? ¿Porque faltaste a la reunión? - Le pregunto Taiki.

-. Me entretuve caminando por ahí, la verdad es que no quería ver a Serena con su flamante esposo, me habría dolido demaciado. - Dijo sentándose en el sofá.

-. Esa no es excusa, Seiya venimos aquí por una misión y ya la estas arruinando con tu sentimentalismo, la princesa corre peligro y es nuestro deber protegerla. - Le espetó Yaten.

-. Lo se, lo sé, pero no se si pueda hacerlo, ustedes no entienden, !Diablos¡ No saben como quisiera arrancarla de mi cabeza pero no puedo. - Dijo escondiendo la cara entre sus manos.

Taiki y Yaten se miraron, sabían que Seiya amaba a Serena pero no imaginaron que después de todo ese tiempo aún siguiera sintiendo lo mismo.

-. Hermano, tienes que darte la oportunidad de dejarla ir, se que la amas pero si en verdad es así, debes cumplir tu misión, tal vez, no se... ya no es amor si no la costumbre de un sentimiento lo que te tiene así, te encierras en tu mundo y no dejas que nadie entre y trate de ayudarte, estas aislado de todos y no es la forma en la que podrás superarla. - Dijo Yaten sentándose frente a él.

-. ¿Crees que de verdad ya no sea amor si no que yo la arraigue tanto a mi vida que ahora pienso que no puedo olvidarla? - Pregunto Seiya levantando su rostro.

-. Claro que si, tienes tanto miedo de verla que huyes de ella, si no la enfrentas jamás lo sabrás. - hablo Taiki.

Seiya se quedó pensando en lo que sus hermanos le habían dicho, podrías ser sólo la costumbre de aquel viejo sentimiento lo que lo tenía así, debía enfrentar a Serena, verla para saber que sucedía.

CASA DE LOS CHIBA

-. ¿Es raro que Seiya no se hubiese aparecido no crees? - Le dijo Serena a Darién.

-. En verdad no lo sé cariño. - Contesto Darién restándole importancia.

-. ¿Y si le paso algo? Tal vez debamos llamar a sus hermanos para saber si ya apareció. - Dijo con miedo en la voz.

A Darién no le gustó la idea, aún recordaba que Seiya intento robarle el amor de su Serena, se puso de pie muy molesto.

-. ¿En verdad eso quieres? ¿Tanto te preocupa? - Le espetó con molestia Darién.

-. Cariño es mi amigo, lo quiero y no quiero que nada le pase al igual que a los demás. - Dijo Serena tratando de aliviar la atención que había surgido.

-. No lo sé, tal vez aún sientes algo por él... - Darién se arrepintió de decir aquellas palabras.

-. ¿Porque piensas eso? - Pregunto Serena.

-. Se que en el tiempo que yo no estuve él intento ganarse tu amor, no lo se... Tal vez si yo no hubiese aparecido... - Darién golpeó la pared de tan sólo imaginar aquello.

-. Darién... yo...

-. No... No me digas más, si quieres hablale, No te preocupes por mi - Dijo retirándose a la habitación.

Serena se quedó estupefacta por aquella escena, ella si quería a Seiya pero no de la manera en que Darién pensaba, tal vez tanta preocupación de su parte si estaba demás, sabía que a su amado le dolía que ella quisiera tanto a Seiya.

Serena siguió a Darién hasta la habitación no dejaría que las cosas terminarán así.

-. Cariño, - dijo Serena poniéndose frente a Darién y este la miro -. te amo sólo a ti, eres tu el amor de mi vida, eres tu el hombre que cada día me hace dar gracias a la vida, nunca podría dejarte por nada ni nadie, te amo Darién.

Darién se sintió mal por haber dudado del amor de su esposa.

-. Perdóname mi amor, te amo y no soportaría perderte nunca, Perdóname.

Ambos se abrazaron y sellaron su amor con un beso lleno de amor, pero... más pruebas vendrían y tenían que aprender a confiar más en su amor.

en tus OJOS (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora