Entre la vida y la muerte

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En el hospital Darién esperaba noticias del estado de Serena, había entrado a quirófano hacia ya cinco horas, él sabía lo complicado que sería todo pero la desesperación lo estaba consumiendo.
Levanto la mirada y vio llegar a las chicas, todas se acercaron rápidamente a él.

-. Darién ¿que sucedió? ¿Como esta Serena? - Pregunto Mina.

-. La atacaron, no se, no eh podido hablar con las personas que la trajeron al hospital, dieron su declaración a la policía pero no quiero irme sin saber que sucede con mi esposa, en este momento está en quirófano. - Darién caminaba ancioso.

-. Dios mío, cálmate ya verás como todo sale bien, Serena es una mujer muy fuerte. - Dijo Reí.

-. No comprendo, como le sucedió esto. - Se quedó pensando Amy.

-. Amy tu podrías entrar a ver como va la operación, es tu piso ¿No? - Suplico Darién

-. Es mi piso pero no mi área, no me dejarían entrar Darién lo siento... ¿y tu hijo? - Pregunto Ami.

-. Lo lleve a casa de los papas de Serena, por favor no les digan nada, no quiero angustiarlos.

-. Pero deben saberlo Darién - Dijo Andrew que acompañaba a su novia Lita.

-. Lo se, pero te juro que no podría con nada más ahora; Si las cosas se complican les diré pero ahora no.

-. Bueno como tu lo desees Darién.

-. Mira Llámame loca pero todo esto me huele a que fue obra de Kurai - Dijo Mina.

-. ¿Tu crees? Pues no hemos sabido nada de ella. - Comento Reí.

-. Creo que Lita tiene razón, esto es muy extraño. - Dijo Lita.

Darién escuchaba lo que las chicas decían pero su dolor no lo dejaba reaccionar, de pronto Taiki, Seiya y Yaten llegaron, Darién volteo a mirar a las chicas.

-. ¿Ustedes les avisaron a ellos? - Pregunto molesto.

-. Fui yo Darién, deben saber lo que pasó, a fin de cuentas ellos vinieron a proteger a Serena. - Dijo Amy.

-. ¡Proteger! ¿Cuál proteger? ¡Si realmente la hubiesen protegido no estaríamos aquí! - Grito con dolor.

-. Darién calmate por favor. - dijo Mickey.

Seiya escuchó lo que Darién decía, en el fondo sintió que la culpa lo carcomía, sabía que esto era obra de Kurai pero no entendía porque lo había hecho, él pudo prevenir esta tragedia pero su egoísmo por tener a Kurai para él había provocado que todos se confiaran, se quedó atrás callado sólo escuchando lo que todos decían sintiéndose terrible.

-. Calmate, tienes razón era nuestro deber proteger a la princesa pero nadie pudo predecir esto. - Dijo Taiki.

-. Si; lo era ¡pero no lo hicieron! - Dijo fulminandolos con la mirada.

-. ¡Y tu donde estabas que no pudiste salvarla! - Grito Seiya.

Darién volteo a mirarlo con rabia en la mirada.

-. Yo estaba cuidando de nuestro hijo, ¿crees que esto habría sucedido de haber estado con ella? No me conoces estrellita.

-. Ya, basta los dos, cálmense, este no es el lugar ni el momento para pelear. - Dijo Amy.

-. Amy tiene razón, por favor, Darién podemos comprender lo mal que te sientes pero debes guardar la compostura. - Dijo Reí.

Seiya se arrepintió de haber dicho aquello, podía ver lo mal que estaba Darién, él amaba a Serena y tenía miedo de perderla, vio como se derrumbó en el suelo llorando de dolor, de impotencia, de odio.
Todos trataban de consolarlo un poco pero era imposible.

Seiya salió del hospital, necesitaba respirar, se quedó parado fuera, tomo su cabeza y grito, le dolía el corazón por lo que había pasado, Serena era importante para él, aun la queria y ahora por su imprudencia ella se encontraba entre la vida y la muerte, se sentó en una banca y lloro su dolor.

Kurai lo miraba a lo lejos, una sonrisa llena de maldad se dibujó en su rostro, pero lo vio llorar y aquella sonrisa desapareció, se dio cuenta lo mucho que le dolía lo que había pasado con Serena, se pregunto ¿porque? ¿Porque él no podía sentir eso por ella? No soporto más verlo así y se fue.

En el hospital Darién ya no aguantaba la presión de estar esperando, de pronto vio al doctor Akira y se levantó de inmediato.

-. Doctor ¿como esta mi esposa? - Pregunto con angustia.

-. Voy a ser honesto contigo, pudimos operar, pero ahora todo depende del tiempo, la inflamación en su cerebro aún no cede, perdió mucha sangre y por desgracia su tipo de sangre es muy raro y estamos en espera de donadores, necesitamos transfusión urgente.

-. Pero ella ¿se salvará? Dígame la verdad - demandó Darién.

-. No lo sé, la verdad es mejor que estén preparados para cualquier cosa, la vamos a transferir a cuidados intensivos.

-. Puedo verla por favor. - Pregunto Darién.

-. Si, pero sólo unos minutos. - El doctor llevo a Darién hasta el cuarto de Serena.

Todos se quedaron sin habla por lo que había dicho el doctor, Serena podía morir.

Darién entro a la habitación donde estaba su amada, la vio allí inconsciente su cara no tenía color, sus labios estaban morados por la falta de sangre en sus venas, tenía un tuvo en la boca que la ayudaba a respirar, Darién tomo su mano y la beso, sus dedos estaban fríos, pareciera que no tuvieran vida, lloro a su lado, le pidió que no se diera por vencida, que luchará por volver.

-. Tienes que ser fuerte mi amor, por nuestro hijo, él te necesita igual que yo, por favor amor, no nos dejes, regresa con nosotros. - Darién lloraba inconsolablemente.

Serena podía escuchar su voz a lo lejos pero no tenía la fuerza para despertar y volver a él, sentía como la vida se le estaba escapando, quería luchar pero estaba cansada.

-. Señor, se acabo el tiempo, debe dejar descansar a la paciente. - Dijo una enfermera.

-. No por favor, no quiero dejarla. - La miro suplicante.

-. Lo se, pero son órdenes del Doctor Akira, por favor debe salir. - pidio amablemente.

Darién beso la mano de su amada y con pesar salió de la habitación, se desvaneció de dolor, Andrew que estaba cerca lo vio y corrió a él.

-. Darién calmate por favor, tienes que ser fuerte amigo. - Lo abrazo intentando consolarlo.

-. No puedo, no puedo vivir sin ella, no quiero perderla, la amo, ¿porque no fui yo? ¿Porqué? - Lloraba desesperado.

-. Las cosas pasan por algo, debes ser fuerte por tu pequeño. - decía Andrew.

Seiya pudo ver la escena desde lejos y al igual que Darién el alma le dolía, lágrimas salieron de sus ojos, se sentía morir, se sentía culpable...

en tus OJOS (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora