CAPITULO 8: maestros

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Corriendo a toda velocidad, la pequeña asesina siguió las direcciones que la amable pero fea chica le había dado. La casa donde residía el objetivo de la asesina estaba a dos cuadras adelante. I-pin podía sentirlo, aunque no podía ver mucho más que borrones. Él se había alejado de ella en la escuela (¿qué hacía un hombre de negocios en una escuela?), pero él no se alejaría ahora. La asesina disminuyó el paso y caminó hacia la puerta a un paso más normal. El jefe había dicho que los asesinos deberían lucir lo más normal posible para que nunca sospecharan hasta después de la muerte del objetivo. En un intento de normalidad, la asesina llamó al timbre y esperó.

"Vaya, no eres una lindura," dijo una mujer que abrió la puerta. Ella también era fea. "¿Eres una amiga de Reborn? Él no ha tenido a nadie más por aquí desde que vino ese lindo niño en traje de vaca. Estaba preocupada por eso, debido a que el niño en traje de vaca no ha venido por aquí de nuevo, Reborn se sentiría solo. Entra, entra. Él llegará en un minuto."

La frente de la asesina se frunció. Las palabras tenían poco o nada de sentido, y la asesina se preguntó cuál debería ser el siguiente curso de acción. ¿Debería permitir que la mujer pensara lo que fuera o debería decirle una mentira? Considerando las habilidades Japonesas de la asesina, la mujer probablemente sería engañada más por sus propios pensamientos que por una mentira mal redactada.

"Hai," dijo la asesina en un acento tan japonés como le era posible. Todavía sonó demasiado áspero.

"¿Te gustaría algún bocadillo mientras esperas a Reborn?" preguntó la mujer.

I-pin negó con su cabeza. El nombre Reborn sonaba familiar, pero la asesina tenía que concentrarse en este momento. El objetivo debía ser eliminado. En ese momento el objetivo bajó las escaleras. La asesina preparó su postura, pero espero hasta que la mujer dejara la habitación. Su maestro dijo que era deshonroso matar al objetivo en frente de testigos inocentes, aun a pesar de que el jefe dijo que podían ser silenciados más tarde.

"Oh, Reborn, iba a ir a buscarte. Alguien está aquí para visitarte," dijo la mujer a la figura en las escaleras. El nombre confundió a la asesina. La asesina no podía recordar exactamente cuál era el nombre del objetivo, ¿pero no era japonés? Otra figura, un niño pequeño saltó de la cabeza del objetivo, justo antes de que el objetivo cayera por las escaleras. Entonces el nombre pertenecía al niño.

"No estaba esperando ninguna visita, Mamma," dijo el niño. La asesina se preguntó cómo alejar al objetivo de los otros dos.

"¡Eso duele! ¡No tienes que patearme!" gritó el objetivo levantando su cabeza. Él miró a la asesina antes de gruñir. "¡Tú otra vez! ¡Fuera!"

"¡Tamaki! ¡Esa no es manera de tratar a un invitado!" dijo la mujer. La asesina ignoró las palabras indescifrables de la mujer.

"Pagarás por lo que has hecho. ¡Cómo te atreves a burlarte del Gyoza-Ken del Maestro!" dijo la asesina en chino, cediendo a la necesidad de defender al maestro. La asesina sólo deseaba que la última vez que el objetivo se había burlado del Gyoza-Ken, ella lo hubiera defendido, en lugar de volverse avergonzada.

"Dice que está aquí para matarte," mintió el niño llamado Reborn.

"Es tan agradable ver que estás jugando con los niños, Tamaki, pero sino me pongo a trabajar pronto, nunca terminaré la cena para el momento en que Tsuna vuelva," dijo la mujer, finalmente dejando la habitación. La asesina decidió que ahora era un buen momento para encargarse del objetivo, ya que el niño parecía inmutarse por las palabras de la asesina. Dando una mordida a un panecillo Gyoza, la asesina respiró profundo y exhaló. El objetivo cubrió su nariz.

More Than No GoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora