Little Wolf || ✞️ TaeGi ✞️

• SEIS •

El chico salía de la tienda de conveniencia cuando alguien se detuvo frente a él impidiéndole seguir con su camino.

—¡Hola lindo! —dijo el extraño de ojos rosados con una sonrisa enorme.

Taehyung detuvo sus pasos, quedándose de pie a media calle. Miró al contrario fijamente a los ojos —que eran realmente encantadores— y confundido respondió señalándose:—¿Yo?

—Jaja~ ¡Obvio! ¿Ves alguien más aquí que sea tan lindo como tú? —habló el desconocido de cabello teñido de rosa.

Inspeccionó el perímetro; extrañamente en la calle no había nadie además de ellos dos, era raro, ese era uno de los lugares con más gente a esas horas—Em~... No.

—Soy Seokjin, mis amigos me llaman Jin, considerate uno. —siguió con su tono alegre. Estiró su diestra para formalizar un poco su presentación con el menor.

El otro aceptó su mano—Gracias... creo. —dudó si decirle como se llamaba o no, el otro no parecía un ladrón o un asesino, así que decidió sólo darle su nombre y no mencionar su apellido— Soy Taehyung. —su madre iba a estar muy triste si llegaba a enterarse que le dio su nombre a un completo desconocido. Tantas lecciones de "Que hacer si un hombre extraño se te acerca" se habían ido a la basura en menos de cinco minutos.

—Es un placer Taehyunie, ¿puedo llamarte así? —el menor asintió— ¡Gracias! ¿Por qué tan solito, Taehyunie? ¿Vas a algún lugar?

—A mi casa. —contestó serio.

—¿Vives sólo? —volvió a hablar.

—Con mi madre, pero está en el trabajo.

—Aww~ ¿Y vas a preparar la comida y cuidar la casa mientras no está? ¡Que lindo! —Jin abrazó el brazo del menor con emoción— Tu madre debe estar orgullosa de haber criado a un niño tan tierno como tú.

—Si es una mujer increíble —al instante se soltó se su agarre—. De hecho ella me enseñó que es malo hablar con extraños, así que adiós. —a paso apresurado intentó retomar su camino, pero el mayor sostuvo su mano antes de que cruzará la calle

—¡Pero si ya te dije mi nombre! —dijo exaltado— No somos mas unos extraños.

—Es la primera vez que hablamos. —respondió seco sin mirar al contrario.

—Vamos Taehyunie~, no seas así —hizo un puchero—. Es mas, hay que conocernos mejor, ¿podemos ir a tu casa?

—Es que... no creo que sea buena idea. —Taehyung hizo una cara que mostró duda y el mayor lo notó.

—No voy a hacerte nada malo, lo prometo, con mi corazón. —respondió rápidamente antes de que el menor siguiera pensando en que dejarlo ir a su casa sería una mala idea.

Taehyung lo observo mejor, en realidad no tenía pinta de ser un tipo malo— Está bien.

—¡Genial! —levantó los brazos con emoción— ¿Vamos?
El castaño asintió aún dudoso.

Pero ya había aceptado; y su madre también le había enseñado que era de mala educación rechazar a alguien después de ya haber dicho que si.

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—Es aquí. —Taehyung señaló la enorme y hermosa casa con pintura rosada que sobresalía de entre las demás por su hermoso color.
Todas las casas de alrededor estaban descuidadas y hasta mal pintadas, lo de que hacia que el hogar de la familia Kim fuera el más bonito de todos y se robara las miradas de los que visitaban el vecindario.