✞️ DIECISÉIS ✞️

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Al abrir los ojos sintió estos pesados y húmedos por las lágrimas, tomó asiento en la cama y miró al piso aún desubicado, como fuera de sí y de la realidad.
"Yoongi", pensó. Eso lo hizo salir de su trance y levantarse de la cama. A pasó rápido salió de la habitación y llamó al lobo, recibiendo sólo silencio— ¡Yoongi! —volvió a llamarlo mientras paseaba por la casa. Buscó en la otra habitación, en el baño, la cocina y finalmente en la sala.

Fue ahí dónde se encontró con el pequeño perro azabache, inmóvil y con sangre escurriendo sin parar de su cuello.
—¡Dios! ¡Yoongi! —gritó asutado al creerlo muerto, cosa que cambio al momento que posó una de sus manos sobre el vientre del perro, sintiendo este subir y bajar muy despacio—Ah... T-Tranquilo, ¿sí? Te ayudaré... —no tenía ni la más mínima idea de que hacer para deter la hemorragia, sólo se le ocurrió estirar las mangas de su larga camiseta de pijama y colocarlas sobre su cuello, observando como éstas se teñian de un rojo intenso— Joder... ¿Q-Qué... Qué hago? —temblando cerró los ojos con fuerza, escarbando en su cabeza buscando una idea que pudiera serle útil.

—V-Ve... —se alcanzó escuchar una voz débil y ronca— Ve... veneno...

Jimin levantó nuevamente la mirada, encontrándose con Yoongi en su forma humana. Se encontraba más pálido de lo normal y debajo de sus ojos se podían notar unas ojeras exageradamente grandes y marcadas.
—¿Veneno? ¿Qué...? —fue ahí dónde apartó sus manos, dejando ver dos puntos rojizos y sangrantes en su cuello— ¿Fue un vampiro?

El mayor asintió como pudo, abrió los ojos sólo un poco y como pudo subió una mano hasta alcanzar la nuca del rubio, lo atrajo a su cuello y volvió a dejar su mano caer sobre su cuerpo, soltando un suspiro de dolor.

Jimin lo miró asustado, dudando en si hacer aquello era buena idea o si funcionaría. Negó rápido y soltó un fuerte suspiro, sacando el miedo de sus sistema y tomando valor para así acortar distancia entre sus labios y el cuello ajeno.
Rodeó con su boca la herida e inmediatamente comenzó a succionar. Frunció el ceño al sentir el sabor de la sangre contra su lengua, mezclado con una esencia agria y ligeramente picante. Se separó al escuchar un desgarrador grito proveniente del azabache y escupió la sangre envenenada a un lado suyo.
—Lo siento... Aguanta un poco más. —dijo en voz tenue antes de unirse a su cuello una vez más para repetir su acción, así varias veces hasta que el pelinegro dejó de
soltar quejidos de dolor y la sangre perdió el sabor amargo.

Con las mangas limpió sus labios y lengua, queriendo eliminar cualquier rastro del sabor metálico en su cavidad bucal.

—Ah... Por favor dime qué con eso basta. —habló suplicante, sonriendo al ver al otro asentir y tragar saliva con pesadez.

—Gracias, Jiminnie... —despacio se puso de pie, observó el piso lleno de sangre y con una mano cubrió la mordedura en su cuello— ¿Dónde está Taehyung? —preguntó apagado recargandose contra el sofá, esperando a que el humano le asegurara que se encontraba en su habitación.

El menor se puso de pie con cuidado, negó a duras penas y al sentir su labio inferior temblar cubrió su rostro con ambas manos, importandole muy poco si llenaba su piel de sangre— Todo está borroso, no sé... —musitó entre sollozos— Primero escuché a un vampiro hablar con un lobo sobre una profecía, después recuerdo haber visto una multitud de personas y en medio a un vampiro de cabello rosa y a mi amigo en el suelo... —el rostro de Yoongi cambió por completo, pasó de estar calmado a mostrarse furioso— Creo... Creo que pudo verme, no sé cómo pero lo hizo.

Yoongi frunció el ceño al escucharlo mencionar una profecía, pero lo que más llamó su atención fue lo último. ¿Cómo que Taehyung lo había visto? Eso era físicamente imposible para cualquier humano, vampiro u hombre lobo.
—¿Verte? Eso es imposible, Jimin, ¿no fue un sueño que confundiste con tu viaje?

Little Wolf  || ✞️ TaeGi ✞️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora