✞️ CATORCE ✞️

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Ahora sí. Era la última oportunidad que tenía para llevar a cabo su plan y que este funcionara a la perfección, Jungkook sentía que era un martirio no poder explicarle a nadie lo que estaba tramando, ¿pero cómo hacerlo si los seres que más le importaban no hacían más que dudar de su lealtad?

Y con sobrada razón.

Prendió las tres velas rojas que faltaban, apagó las luces del salón y con los ojos cerrados recitó aquellas palabras que ya tenía bien memorizadas.
Pro inferno, et beatos vos, veniunt ad me ut Park Jimin meam... —comienza a recitar en fluido latín antiguo, al momento sus ojos vuelven a abrirse y se colorean por completo de negro, como si sus pupilas se hubiesen dilatado exageradamente—... Ad animi sensus et affectum value carnis nostrae interrogabo vos et ego convertam ad vocationem et illuminet conspectu meo viam pretioso. —las ventanas de la habitación se abrieron repentinamente y un fuerte viento frío azotó la misma, provocando que las velas se apagaran.

Jungkook parpadeó un par de veces y sus ojos regresaron al tierno tono rosado de siempre, las velas se encendieron una por una y el aire dejó de ser tan fuerte. De entre la luz de las velas surgió una silueta blanca que fue tomando forma a medida que pasaba el tiempo. Aquella luz humanoide parecían estar sentada tranquilamente sobre sus piernas, tenía ambas manos sobre los muslos y la boca entreabierta.

—¿Jimin? —susurró el castaño con voz débil, pero no obtuvo ni un quejido en respuesta— ¿Amor? —volvió a llamar, y esta vez el invocado abrió los ojos.

La luz se desvaneció de su cuerpo y a los pocos segundos se encontraba el mismo Park Jimin frente a él, el chico que traicionó de la forma más horrible jamás pensada.

—J-Jungkook... —la voz del rubio sonó quebradiza, volver a ver a su amado vampiro hacia que una sensación de calma se instalara en su pecho y las ganas inmensas de abrazarlo y entregarse a él en ese momento no se hicieron esperar. El contrario extendió sus brazos para recibirlo y él se levantó con cuidado del suelo, caminó hasta el mayor dispuesto a abrazarlo, pero al instante recordó la razón del porqué estaba allí y se alejó rápidamente.

—Jimin, te he extrañado tanto... —al ver que el menor no se acercó, decidió tomar la iniciativa y aproximarse al lugar del rubio, quien en un rápido movimiento esquivó el cuerpo ajeno y salió corriendo en dirección a la puerta del gran salón.

— Lo siento Kookie —murmuró, girando a donde el ajeno se encontraba de pie—, p-pero no quiero que haya más peleas.

Las palabras del vampiro se quedaron atascadas en su garganta cuando el menor corrió abandonando el lugar, se puso de pie lentamente y avanzó a paso lento hasta la puerta, mientras una sonrisa ladina iba dibujándose en su rostro.












Taehyung acariciaba con delicadeza el suave cabello dorado de su mejor amigo. Minutos atrás se encontraba durmiendo plácidamente a su lado, pero un fuerte grito de parte del contrario lo había asustado y despertado con un mini ataque al corazón.

Little Wolf  || ✞️ TaeGi ✞️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora