Little Wolf || ✞️ TaeGi ✞️

• SIETE •

Un enorme salón de paredes rojizas, en el un hombre bien parecido de ojos rojos y cabello del mismo tono dando vueltas al rededor de una tarima hecha con mármol, sobre ella un trono de oro puro, a cada lado de este un guardia con una armadura reluciente y frente a ellos un vampiro de ojos rosas arrodillado, esperando a que su señor le diera permiso de hablar.

—¿Que te dije que hicieras? —escupió el mayor con una poderosa voz.

—Que lo trajera ante usted. —respondió con respeto

—¿Y donde está? —volvió a hablar el hombre deteniéndose frente al menor.

—Sigue en la casa del chico.

—Ajá, ¿y por qué sigue allí SI TE DIJE CLARAMENTE QUE LO QUERÍA AQUÍ HOY? —fue tan fuerte su voz, que el más joven juró que lo habían escuchado hasta América.

Seokjin carraspeó la garganta para hablar—A-antes que nada, le quiero pedir una disculpa por mi notable error, yo —habló con temor—... tengo una muy buena explicación para ello.—se puso lentamente de pie siguiendo la señal que le había dado el mayor— El niño con el que Min está es muy tierno, y ordenó que me fuera así que eso hice, porque usted bien sabe que un vampiro no puede quedarse en una casa en la que no es bienvenido —el pelirrojo asintió, no iba a tomar eso como un error—. U-usted ya sabe que le tengo cierta debilidad a las cosas tiernas y cuando veo a alguien así es imposible que le haga daño porque-...

—¡Ya, cierra la boca! —interrumpió con un horrible grito— Seokjin, no quiero que vuelvas si no es con Min, ¿entendiste? —el mencionado asintió aún con la mirada baja, pues no estaba permitido mirar los ojos de su rey— Y dile al tonto de afuera que si sigue perdiendo el tiempo con el humano voy a matarlo también. Ahora fuera de aquí, ¡Inútil!

Salió en compañía de uno de los guardias, quien una vez estuvieron fuera palmeó su espalda para darle ánimos.
—No me gusta que me griten. —se dirigió al chico que ya estaba allí fuera esperándolo.

—Lo siento Jin, todo es mi culpa. —dijo triste.

—No, es de ambos. —respondió levantando por fin la mirada.

—¿Te hizo daño? —ambos comenzaron a caminar a la salida del gran palacio.

—Esta vez no —una pequeña sonrisa apareció en su rostro—. Hay que volver, tú ve con el niño, mientras yo busco otra forma de acercarme a Min Yoongi mientras lo distraes.

—¿Puede ser otro día? —sugirió el menor.

—¿Disculpa?

—Es que... hoy tengo cosas importantes que hacer con...

—¡No! —interrumpió al más chico— El señor Kwan dijo que si seguía perdiendo el tiempo con él iba a matarlos a los dos, ¡y yo no quiero que te maten!

—Sólo por hoy —hizo un puchero simulando a un pequeño cachorrito—. Mañana volvemos al plan, por favor Jin.

—No. —habló seco.

—Por favor~ —volvió a suplicar.

—Tú quieres que me maten, ¿verdad? —preguntó mirando al frente.

—Será la última vez, lo prometo.

Soltó un pesado suspiro— De acuerdo, te doy una semana más. La próxima seguimos con el plan, ¿entendido?

—Si, gracias Jin. —contestó con alegría.

Seokjin lo notó, eso de estar feliz era muy raro en ese chico—Oye, espera. —lo detuvo a un paso de salir del castillo.