• DIEZ •

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Taehyung agarró con fuerza el frente de la camisa del más alto empujándolo hasta hacerlo topar con pared, un fuerte dolor se apodero de la espalda de Jungkook, y en cambio, un gruñido salió desde su garganta cuando abrió la boca, dejando por fin ver sus colmillos.

—Eres un maldito... —Jungkook soltó con voz grave. Las manos del castaño temblaban de miedo, pero no iba a dejarse intimidar tan fácil.

—Si yo soy un maldito —se aproximó amenazante a él, dejando escasos centímetros de distancia entre ellos—... ¿entonces eso que te hace a ti?

—¡Suéltame! —se removió en su lugar intentando soltarse. Bien podría ser él el que tuviera acorralado a Tae, pero por ahora no quería lastimarlo.

—¡Obligame!

Y con eso tuvo para derribarlo en un movimiento casi increíble— No sabes con quien te estás metiendo, Taehyung. —dijo tomando su cuello, con su mano derecha, sin ahorcarlo— Bien podría clavar mis colmillos en tu maldito cuello y matarte, Justo aquí. Y el pulgoso no podrá ayudarte. —enterró su rostro en el cuello de un indefenso Taehyung, lamiendo la zona de la yugular con lascivia— Sólo una mordida y adiosito, Taehyunie.

—E-este... no eres tú. —dijo con dificultades para respirar.

¿Cómo había siquiera llegado a eso?








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—¡Manzana! —gritó Jimin cuando llegó con la señora que repartía la comida a los alumnos detrás de la gran barra de cristal.

—Aquí tienes, lindo. —la amable y regordeta señora le entregó una rica y roja manzana, provocando que los ojitos del rubio brillaran con fuerza— ¿Tú no quieres una? —se refirió al compañero del bajito.

—No, muchas gracias. —respondió con una sonrisa.

—¡Pero niño! No llevas nada para comer, ¿cómo se supone que vas a crecer grande y fuerte?

Ya no crezco, señora. Pensó:—Jaja~ No se preocupe —dijo sonriendo, derritiendo el corazón de aquella humana con esa bella sonrisa tierna y blanca—. Termino comiendo lo que él deja.

—De acuerdo. Buen provecho niños.

—¡Gracias! —Jimin se despidió de aquella mujer agitando su manita en el aire aún sosteniendo la manzana— Deberías intentar comer una, Kookie. —habló cuando llegaron a la mesa que siempre ocupaban, pegada a la pared y lejos de la salida, allí nadie los molestaba— ¡Son deliciosas!

—Lo único delicioso para mi, eres tú.

Jimin se sonrojó— ¡Ya! Siempre dices lo mismo.

El más alto soltó una risa satisfactoria al hacer que su bello novio tomara el color de la manzana— Ya sabes que no me gusta la comida humana.

—Que pena me da tu caso. —soltó con burla dándole una mordida a la fruta.

—Quieres que te castigue, ¿verdad?

—Tú... —lo señaló— puedes hacerme lo que quieras.

Jungkook se levantó un poco de su asiento acortando la distancia entre ambos y uniendo sus labios en un tierno beso que terminó con una mordida que abrió los labios de Jimin. —Eres delicioso. —el rubio volvió a imitar el color de su fruta favorita.

—Miren nada más, ¡que asco! —gritó un chico alto, captando la atención de los estudiantes que estaban disfrutando de su comida.

—¡Vayan a otro lado a hacer sus espectáculos! —dijo el de la derecha— ¿Qué culpa tenemos nosotros para tener que verlos?

Little Wolf  || ✞️ TaeGi ✞️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora