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-¿Puedo pasar?- pregunté cabizbajo.

Ella solo abrió la puerta dejándome pasar. A pesar de estar un poco seria se miraba preocupada.

-¿Es Lucía otra vez?- cuestionó.

-Sí- admití y ella suspiró.

-Siéntate, puedes empezar cuando quieras-

[...]

-No sé como agradecértelo- dije.

-Sabes que siempre contarás conmigo- se sentó junto a mi.

-Sé que no está bien-

-No, no lo está. Deberías hablar tranquilamente con ella- sugiere.

-Sí, creo que voy a hacerlo, gracias- me abrazó.

-Lo siento- fue lo único que dijo.

-También lo siento- la apreté entre mis brazos.

Fue un abrazo emotivo y largo, de esos de los que no se dice nada pero se siente todo.

Por primera vez me sentí aliviado y seguro, no quería separarme de ella.

Nos separamos un poquito, quedando tan cerca el uno del otro. No sé que está pasando pero no quiero moverme.

Nuestros ojos se encuentran y mi corazón comienza a latir muy rápido. No debería.

Para cuando nuestros alientos chocan, decide voltear hacia un lado avergonzada. No dice nada, ni siquiera me mira.

Finalmente me atrevo a hablar.

-Lo siento- fue lo único que conseguí decir. No tenía excusas.

Ella asintió y se levantó del piso.

-Puedes subir cuando quieras, buenas noches- Y sin más, esperando a que dijera algo más, subió por las escaleras y desapareció de mi vista.

[...]

Llevo más de una hora acostado mirando al techo, dándole vueltas a las cosas.

Me pregunto si yo en verdad quería besarla. ¿Quería? No debía pero ¿lo hacía? ¿Quería besarla?

Decido que es mera confusión, un impulso de idiotez y un engaño mental ocasionado por los momentos difíciles que estoy pasando con Lucy.

Pero aunque decidí esto, no logro conciliar el sueño. Estoy en la habitación de huéspedes y la cama me parece sumamente grande. Toda la habitación lo es para mi.

Después de un buen rato quedo dormido.

En la mañana despierto con dolor de cabeza, miro a la mesita de noche a mi lado y dice que son las 6:00 am, justo a tiempo para mí.

Entro al baño y voy a la ducha, no tardo mucho en salir y me visto al azar, esto no lo sabe Lucía pero creo que lo sospecha.

Desde antes de conocer a Lucía me quedaba a dormir con Helena, obviamente respetando su espacio. Siempre me he quedado aquí, y sinceramente me siento como si fuera mi verdadero hogar, por eso hay ropa mía aquí.

Salgo y bajo las escaleras ya que están las luces prendidas.

Helena está intentando cocinar, me quedo observando como el huevo que cocinaba se empezaba a quemar. Ella suelta un bufido de exasperación y yo no puedo evitar reírme.

Ella voltea hacía mí avergonzada.

-Creo que tendremos que llegar a comprar algo, lo siento chico de la sonrisa, sabes que no se me da la cocina- suspira.

-Tranquila, dejamelo a mí- y yo me encargo de hacer algo aceptable pero rápido para los dos.

Nos sentamos uno al lado del otro a comer. Cuando terminamos, subo a su auto y nos ponemos en marcha hacia la escuela.

En el camino recuerdo todo lo que paso anoche. ¿Se acordará Helena y finje que no? No lo sé, a estas alturas ya no sé que está pasando en realidad.

Air; ➳ shawn mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora