Capítulo 7

1.7K 165 45
                                    


-No iré tras de ti, podrás irte sin temer a ser atrapado-

Salazar sintió la necesidad de decir más, quiso incluso decirle lo que sentía, pero él era un capitán (que había jurado limpiar las aguas de toda infección pirata), y ya se había permitido suficiente debilidad con ese muchacho.

-Yo no pienso irme-

-Debes irte, Jack-

-No lo haré-

- ¿Y qué piensas hacer entonces? ¿Llevar un amorío conmigo mientras traiciono a mi patria con una doble vida? -

-Yo también traicionaría a mi gente-

-No creo que eso sea novedad entre ustedes-

En todo el juego de besos y abrazos Jack había acabado nuevamente arrinconado al lado de la ventana, encima de la mesa. Él ahora estaba sentado en ella, la luz de la Luna lo iluminaba sutilmente dándole una presencia mágica a los ojos del español.

-A lo contrario de lo que se piensa de los piratas, capitán, nosotros podemos ser los hombres más leales que puede tener un hombre-

Salazar guardó silencio por unos segundos, luego dio un ruidoso suspiro.

-No puedo hacer esto-

- ¿Por qué no? ¿Porque soy hombre? -

-Por supuesto que no-

-Ah, entonces temes más que sepan que traicionaste a tu patria dejando libre a un pirata; a que sepan que traicionaste las sagradas creencias teniendo un amorío con un hombre. Dime ¿cuántos fueron antes que yo, eh? -

Jack lo miró expectante mientras que Salazar mostraba indicios de sentirse incómodo con el tema.

-No pienso discutir esto contigo. Vete ahora que puedes. Si mañana apareces aquí irás a la horca-

El español dio media vuelta para salir del camarote, pero Jack rápidamente lo detuvo tomándolo del brazo.

-No quiero irme-

-Tengo entendido que sabes perfectamente que odio repetir órdenes-

-Pues, yo no considero eso una orden-

Salazar perdía la paciencia con Jack rápidamente, jaló su brazo para soltarse de él y salió.

-Si me voy ¿vendrías conmigo? -

El español se detuvo a mitad de la cubierta.

Jack supo de inmediato el impacto que habían causado sus palabras, se acercó a él poniéndose al frente para mirarlo a los ojos. Por fin se veían claramente.

-Ven conmigo. Escapa conmigo esta noche-

- ¿Qué? No puedo hacer eso- contestó desconcertado Salazar

-No tienes que pensarlo mucho, llevas años en esto, ya los disfrutaste. Ahora disfruta de lo que nunca te permitieron disfrutar: el amor. Disfruta del amor que yo te puedo dar-

El español frunció el ceño, Jack tenía las palabras correctas para lo que él sentía. Era como si le pudiese leer el corazón.

-Jack, eso es... -

-Una locura. Soy pirata, sé de eso. Y lo que también sé, es que anhelas la libertad-

-Eso nunca- respondió ofendido el español

-Libertad de amar, Armando. Libertad de amar a quién tú quieras-

Jack lo tomó de las manos suavemente sin dejar de mirarlo intensamente.

-Y a quien amas es a mí. Un pirata-

Salazar sintió como si todo lo que había hecho durante años se desvanecía de repente. Sus prioridades y estrictos pensamientos se desmoronaban con cada palabra que escuchaba. El cambio que se estaba dando en él lo estaba abrumando sin que pudiera evitarlo.

-No puedo hacerlo, no me pidas que deje todo por ti-

-Eso es lo que te estoy pidiendo, te quiero conmigo-

-No puedo hacerlo, Jack-

Jack lo miró a los ojos seriamente, insistir no estaba funcionado. Era hora de cambiar de técnica.

-De acuerdo, muy bien. Si eso es lo que quieres ¡perfecto! - Jack se demostró ofendido -Me iré como pides y si me vuelves a ver será en el momento en el que muera en la batalla-

Salazar empezaba a sentir las palabras de Jack como fuertes dagas en el pecho.

-Jack, lo nuestro es imposible-

-Porque soy pirata ¿verdad? -

El español guardó silencio, no había palabra correcta para la respuesta. Jack se acercó a su rostro, claramente para besarlo, pero él se alejó rápidamente. Estaban a mitad de cubierta, si alguien estaba cerca y presenciaba la escena, las consecuencias no serían nada agradables.

Jack sonrió de lado fingiendo su ofensa y su dolor ante el rechazo que había recibido.

-Lo sabía. Eres cobarde, Armando Salazar-

-Tú sabes la posición en la que me encuentro, debes comprender que... -

-Eres tú el que debería comprender. Mi gente me está esperando con información, pero estoy aquí pidiéndote que escapes conmigo, que vivamos nuestra vida apartados de todos. Yo ya he traicionado a mi gente por ti ¿y me pides que te comprenda? -

-Yo... no puedo hacerlo-

El cambio de técnica estaba haciendo efecto, lo estaba haciendo sentir culpabilidad.

-Está bien. Será como tú quieras. Nos veremos en la batalla, capitán-

Jack dio media vuelta y bajó de la nave sin mirar atrás. Su actuación de ofendido le había salido tan bien que sentía su corazón latir rápido. Tuvo que disimular una pequeña sonrisa de orgullo.

Del amor al odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora