Capítulo 8

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Recordar: En cursiva a los diálogos donde se utiliza español. Se que el fic está en español, pero lo hice para hacer notar la diferencia con los personajes españoles.

Salazar jamás se había sentido tan destrozado como lo estaba ahora. Su cabeza le decía que era lo máximo que podía hacer, pero su corazón le reclamaba que se arrepentiría de eso toda su vida. ¿Sería capaz de atacar la nave en donde esté Jack sabiendo que moriría?, ¿sería capaz de matarlo con sus propias manos si la situación se lo exigiera? ¿soportaría perderlo?

Aún continuaba parado a la mitad de la cubierta pensando en lo que haría, intentando decidir qué era lo que en realidad quería. Nunca se le hubiera ocurrido que llegaría el momento en el que tendría que decidir entre una vida correcta formada con fuertes convicciones (con uno que otro amorío secreto), y un pirata. Un pirata.

Su mente era un total lío y no estaba seguro de qué decisión tomar, pero de algo sí estaba completamente seguro: no quería perder a Jack. Debía detenerlo antes de que escapara.

Bajó del barco a paso rápido, tenía que apresurarse si quería tener suerte de encontrarlo en la calle. Caminó tan concentrado en sus pensamientos que no notó que había pasado al joven oficial de guardia con el que había hablado antes.

- ¡Señor! -

La voz del joven sacó a Salazar de sus pensamientos.

-Sí, oficial-

-Señor, mi compañero me comunicó que usted mismo me explicaría su orden. Debo informar porqué dejó su puesto-

-Ah, si... - pensó por unos segundos -Considero que no hay necesidad de un guardia, esa es la zona más segura del fuerte. Además, el muchacho no se veía bien, lo mandé a casa-

-Sí señor, se lo informaré al...-

-No hay necesidad, oficial. Yo hablaré con su superior el día de mañana. No deje su puesto-

-De acuerdo, señor-

Salazar no dijo más y se retiró de ahí. Llegando a la salida vio que el oficial que resguardaba la entrada estaba listo para preguntarle algo. Sobre Jack precisamente.

-Señor, un oficial acaba de salir y...-

-Sí, oficial, lo sé. Yo lo mandé a casa. ¿Vio hacía dónde fue? -

-Hacia allá, ¿lo busca, señor? -

-Creo que eso no debería importarle ¿no es así, oficial? -

-Yo... no, señor-

Salazar no dijo más, se retiró por el camino indicado.

Por un momento no estaba seguro por dónde empezar a buscar, -"¿Qué haría un pirata?"- pensó, tal vez estaba de camino al muelle para escapar, pero el camino que el oficial indicó era opuesto al mar. Tal vez al bar, después de todo, podría haber uno que otro pirata en la zona, pero no navíos piratas. Jack no podría escapar esa noche entonces.

Había caminado por las calles casi por diez minutos, sentía cada vez más presente ese temor de no volverlo a ver. Si era un pirata y no podría escapar esa noche, entonces tendría que estar en un bar, pero no en el buen bar que él frecuentaba, tendría que ser en uno de esos que quedaban en el lado despreciable de la zona. Allí donde la gente sin mucha suerte solía ganar dinero por hacer cualquier cosa y los oficiales de altos rangos se negaban a erradicar del todo, ya que las placenteras compañías no se encontraban nada más que en puertos piratas.

Salazar estaba parado en una casi oscura esquina, límite con aquella zona en donde "ningún" hombre respetable visitaba. Con el uniforme puesto, claro, y él tenía el suyo puesto.

Del amor al odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora