Del amor al odio

Capítulo 3

Un detalle: puse cursiva a los diálogos donde se utiliza español. Se que el fic está en español, pero lo hice para hacer notar la diferencia entre los personajes. Cada vez que utilice cursiva, es idioma español. Espero haberme explicado bien ._.

Capítulo 3

Habían desembarcado en Tortuga y los marinos se habían perdido durante días enteros. La isla no estaba tan alborotada como solía estar, pero el espíritu pirata seguía vigente en los pocos hombres libres que allí se refugiaban. Esa isla era para ellos, eso ni siquiera el mismo Salazar podría quitárselos.

Jack había disfrutado del placer una buena compañía y varios litros de ron por una sola noche. Su joven espíritu estaba alborotado, amaba la vida que llevaba y no quería que se acabe, puesto que la vida de un hombre honorable no le llamaba la atención del todo. Por eso, al día siguiente del desembarco, se unió a la tripulación de unos vendedores de licor. No eran piratas, pero su negocio con Tortuga no era tan legal que digamos. Este barco tenía un buen negocio, llegaban a los puertos para entregar el licor, recibían el pago y volvían para volver a cargar el barco para la siguiente entrega. Por supuesto, uno de esos puertos era donde también Salazar desembarcaba, él y muchos otros barcos bien armados.

Su meta era robar un barco, llevarlo con su gente y enfrentar con más ventaja a Salazar.

Luego de unos días de aburrida y disciplinada navegación, tocaron el puerto que Jack había estado esperando. Su tarea era ayudar a bajar los barriles repletos de licor hasta el puerto, por supuesto él se escabulló a la mínima oportunidad que se le presentó.

Le tomó tiempo estudiar bien las entradas y salidas del fuerte de la Armada Real Española, pero eso no era suficiente, debía entrar de alguna manera.

-Tal vez yo sería un buen oficial- susurró para él mismo

Robaría un uniforme y se infiltraría, era la única manera lógica. La vida de un pobre oficial perecería, pero mucho de sus colegas piratas también lo habían hecho, así que estarían a mano.

Al terminar de colocarse el uniforme y abandonar el cuerpo a espaldas de un bar llamado "Mala muerte" (y esconder sus pocas pertenencias cerca de ahí), se adentró prácticamente sin problema dentro la fortaleza española. Evitó (lo más que pudo) cruzar palabra con alguna persona ya que el idioma le era desconocido.

-Oficial, ¿está usted en labores? - una voz se escuchó detrás de él

Maldita sea su suerte, el no hablar el mismo idioma lo delataría.

-Oh... - susurró

Tuvo que controlar sus nervios al voltear y darse cuenta que el mismo Salazar era quien estaba presente.

Salazar lo observó extrañado por unos segundos, no recordaba haber visto ese rostro antes.

- ¿Está usted ocupado, oficial? ¿está escuchándome? -

-Lo lamento, señor, yo... todavía... -

El español dio un gesto de molestia al escuchar al muchacho hablar en un idioma diferente.

-Ah ¿aún no lo dominas, muchacho? -

En unos pocos pasos Salazar se encontraba frente a frente con el joven. Jack nunca había estado tan cerca del español, no podía negar que su presencia era algo abrumadora para él.

-No, señor-

-No entiendo cómo pueden aceptar gente extranjera en nuestra armada-

Salazar demostró esa superioridad española (que en él se veía realmente grandiosa) al pronunciar cada palabra.