DAIMON II Las Puertas Del Infierno Están Abiertas.

Capitulo 18

Narración

Los tres lideres se encontraban preocupados al igual que los señores Génova, ninguno de los cinco habían tenido noticias de los hermanos Génova, alex y arianna, les preocupaba el paradero de la espada de la muerte pero más era de importancia la vida de estos. Habían estado varias veces a punto de mandar a algunos guardias a localizarlos, pero uno de los Génova exactamente el más testarudo e egocéntrico les pidió que confiaran en ellos y así lo harían.

Fin De La Narración.

(***)

Pov Arianna

Después de que no enteramos que efectivamente marc vendría junto a Beatríz decidimos que nadie le diría a ben sobre esto, solo lo podría hacer una persona y la persona más sensible y que siempre podría entenderte era matt.

Sabíamos que ben no se lo tomaría nada bien, y como lo haría, ni yo podría tomar bien algo así, pero es que por más que lo pienso y le doy mil vueltas en mi cabeza no puedo creer lo que Beatríz le hizo, lo que nos hizo. Si bien ben no quedra verla yo haré lo que sea por que ella me diga de frente mirándome a los ojos que jamás lo quiso, yo no me trago eso de que aún ame a marc, el la destrozo y quien estuvo para ella fuimos nosotros, pero quien realmente se metió en su corazón fue ben, podrán decir lo que quieran, podrá negarlo, pero yo mire en sus ojos como se llenaban de luz solo con ver a ben.

Todos nos dábamos cuenta que ben estaba actuando muy raro, se estaba aguantando el dolor que sentía al no tenerla, estaba siendo más fuerte de lo normal, pero sabía que tarde o temprano se rompería, por que lo mirábamos frágil y eso nos dolía.

***

Era de madrugada y todo el campamento se encontraban en sus respectivas cabañas, por alguna razón no podía cerrar un segundo los ojos, me sentía abrumada e impaciente, como si esperara algo, no podía estar dando vueltas en la habitación ya que la madera del piso rechinaba y daimon se encontraba durmiendo en la misma que yo, de igual forma se escucha hasta el más mínimo susurros a las habitaciones siguientes dónde se encontraban matt y ben, alex tuvo que dejarnos para ir a tratar contra unos licántropos novatos que fueron convertidos y no tenían control, la noticia había llegado como bala hacia el líder y lo había molestado lo suficiente como para tener que pedirle ayuda a alex.

Había salido algunas notas en los periódicos de nueva york, la gente que logro verlos a lo lejos habían pensado que tenían rabia, solo era una simple nota lo cual les ayudaba y podrían seguir con vida, claro siempre y cuando vengan al campamento y se enseñen a controlar, al parecer eso no le agrado mucho a eder ya que es el único humano, no creo que sea muy bonito estar rodeado las veinticuatro horas por lobos, vampiros y un demonio.

Fui a la pequeña Cocina que tenía la acogedora cabaña, me había pegado un repentino lazo de habré y sed, Daimon y los chicos me explicaron que seria algo normal, al final aún soy una novata y puedo des controlarme en cualquier momento con un humano.

Me senté en la barra apreciando la única luz que se adentraba por la ventana de la cocina, no estaba completamente oscuro aquí adentro, todo se miraba de un tono azúl y el frío estaba más fuerte que nunca, si aún fuera humana no dudaría ni un segundo en estar en mi cama con por lo menos cinco cobijas encima.

Matt me contó que en uno de sus ataques de hambre cuando vivían en transilvana, había mordido al líder, a su propio abuelo, me explico que no fueron unos bonitos meses en ese calabozo del castillo. 

Reí bajo para que despertar a los vampiros perezosos que se encontraban en la planta de arriba, cuando escuche a lo mejor unas ramas quebrándose, liquido o agua cayendo en el suelo, susurros lejanos, me levante lentamente de la barra y camine despacio hasta llegar a la ventana de la sala, cuando moví un poco la cortina blanca para poder ver, una luz se hizo presente frente al vidrio por donde me encontraba viendo en este instante.