Quisiera conocerte | Quisiera 1|

7. Fácil de olvidar.

—Me gusta el tema de tu laptop —dijo Gideon mientras la computadora sobre su regazo encendía, Finn estaba a su lado esperando, recostado de la cabecera de la cama también, lucía distraído—. Sí que te gustan los reptiles ¿Eh?

Finn tenía toda su laptop decorada por fuera con etiquetas de diferentes reptiles y dentro también tenía un tema de repetiles, incluso el cursor era una pequeña serpiente que despedía brillos cuando paseaba a través de la pantalla. El chico era honestamente adorable, nada como su sucio primo de pelo rosa que tenía de fondo de pantalla el trasero desnudo de su novio. Si tan solo el tímido Finn fuera su primo y no el raro de Abi, tal vez Gideon se hubiese salvado de ver ciertas cosas que no quería ver a lo largo de su vida.

—Sí, los amo —Finn suspiró—. ¡Oh, no has conocido a Pit! Está en la ventana, le gusta tomar el sol y comer los grillos que caen en su caja cuando empieza a anochecer.

—Oh, hablaste de él.

—Ella.

—Ella, lo siento.

Finn voló desde su cama hacia la ventana y se asomó por ella, empezó a hacer sonidos ridículos con su boca cuando tomó a la creatura dentro de la caja que aparentemente estaba puesta en el alfeizar externo de la ventana. Gideon tragó grueso cuando Finn le mostró el camaleón que se enrollaba en su mano. Era de un color verde brillante y tenía ojos saltones. Gideon sonrió lentamente cuando Finn se sentó a su lado en la cama.

—¿Quieres sostenerla? —interrogó Finn.

—No hace falta, estoy bien —Gideon rió con nerviosismo—. Es muy... hermosa.

No estaba mintiendo, para ser un camaleón era bonita y lucía de alguna manera cómoda en la mano de Finn, se agarraba a sus dedos con firmeza, percibía que si fuera humana tendría la misma personalidad de Verónica; estaría loca por Finn y sería muy sobreprotectora. Era gracioso pensarlo así pero probablemente tenía razón.

—Síp, es mi linda chica verde ¿No es así, Pit-boo? —Finn acarició la cabeza del animal con un dedo—. Me han gustado los reptiles desde que era bebé, también me gustan los anfibios, en sí me agrada todo lo que sea de color verde pero amo a los reptiles más que todo, al principio quería una serpiente pero mi madre dijo que no, así que encontré algo más inofensivo.

—Vaya... —Gideon alzó las cejas mirando al camaleón, ella parecía mirarlo de vuelta muy hostilmente—, a mí... me gustan más los perros.

—Lo imaginé —Finn alejó a Pit y volvió a ponerla en su caja, luego metió la caja dentro de la habitación y la colocó sobre su escritorio, en donde parecía tener un espacio apartado—. Nadie entiende cuando les digo que me gustan los reptiles, muchos piensan que son asquerosos pero bueno, no importa, en internet he conocido mucha gente igual que yo así que estoy bien con eso.

—No me parecen desagradables, solo extraños —Gideon sintió la necesidad de excusarse.

Finn lo miró con una sonrisa y volvió a la cama para sentarse a su lado, así que Gideon siguió revisando la laptop de Finn. Se supone que ambos verían una película que Finn tenía descargada, así que fue directamente a la carpeta de descargas pero entonces justo al lado de la carpeta con el título de la película, vio una que llamó su atención. Decía "Viaje de navidad, 2015, video blogs".

—¿Qué es eso? —interrogó Finn llevando el cursor hacia la carpeta.

—Um, cuando Verónica y yo cumplimos dieciséis años, nuestros padres organizaron un viaje para nosotros a Vancouver, fuimos a esquiar, fue un gran cumpleaños porque era navidad y solo fuimos una tía de Verónica como supervisora así que básicamente solo éramos ella y yo haciendo desastres en el hotel —explicó Finn con una sonrisa—. Son videos que grabamos cada día para recordarlo ¿Quieres verlos? Son vergonzoso y tal vez hablamos de ti.