Capítulo 8

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Cuando llega la hora de cenar, busco a mi hermano por todo el comedor para hablar con el. Le veo sentado con Charlotte. Solo están ellos en la mesa y cuando me acerco siento que interrumpo algo pero debo hacerlo.

-¿Puedo hablar contigo?- le digo a Colin.

El asiente y me saca fuera del comedor, donde no hay nadie. Se queda callado esperando que hable pero ni yo misma sé lo que decir, nunca se me han dado bien este tipo de cosas.

-Cuando te vi ayer después de tanto tiempo sentí dos cosas.- comienzo a hablar- La primera fue alivio, cuando pasó todo creí que que a ti también te había ocurrido algo y verte de nuevo fue algo increíble  porque pensé que no te volvería a ver. Pero después sentí decepción porque no fuiste a por mi y por eso me enfadé tanto.

-Lo siento, no podía hacer nada, no me dejaron ni siquiera volver casa. Es normal que estés enfada conmigo, lo entiendo.

-Ya no lo estoy- Colin se queda sorprendido- te fuiste para protegerme. Yo habría hecho lo mismo. Perdona.

-Tranquila, no tengo que perdonar nada- sonríe, echaba de menos su sonrisa.

Nos quedamos callados durante unos segundos, hasta que no aguanto más y lo abrazo. Colin también me abraza fuerte hasta casi dejarme sin respiración.

-No permitiré que me aparten de ti otra vez.- dice casi llorando.

Cuando nos separamos, empezamos a andar en dirección al comedor.

-Aunque no te dejaron volver a casa. ¿Alguna vez fuiste a verme al orfanato?- sé que no era una buena circunstancia para preguntárselo pero tenía que hacerlo. Colin se queda pensando por un momento.

-Si- afirma- solo una vez, al principio de todo, pero no volví.

-¿Por qué?

-Por que no podía verte así.

-¿Cómo?

-Tan pequeña y confundida. Estabas rota por dentro y yo no podía hacer nada.

Dice eso para engañarse a sí mismo porque si le hubiera visto, todo habría sido distinto. Aún así no digo nada, no quiero volver a discutir con el por cosas del pasado.

Llegamos al comedor.

-Tengo que volver con Charlotte. ¿Quieres venir?

-No, gracias- aunque quiero esta con el, sé que a Charlotte no le agradaría mucho mi presencia y la verdad es que a mi tampoco me gusta la suya. Veo a lo lejos a Axel- me voy a sentar con el, esta solo.

-Como quieras.

Sé que no le gusta la idea de que vaya con Axel así que intento que cambié de opinión.

-Por cierto, deberías darle las gracias. Él fue el que me hizo cambiar de opinión sobre ti.- Colin solo sonríe, me besa la frente y se va.

Después de coger mi cena, me acerco a la mesa donde esta Axel.

-Hola, ¿me puedo sentar aquí?- el sonríe y asiente así que me siento a su lado.

-¿Qué tal el día?- me pregunta.

-Bien, he hablado con mi hermano y ya está todo arreglado. Gracias.

-¿Por qué me das las gracias?

-Por que fuiste tú el que me abrió los ojos.

-De nada- vuelve a sonreír.

-¿Y qué tal tu día?- intento ser simpática por una vez, por lo que sorprendo a Axel.

-Bien aunque me habría gustado ver a alguien en el entrenamiento.- dice refiriéndose a mi. 

-Estabas muy ocupado ayudando a muchas personas, yo sería una molestia.

-Todos son una molestia, pero tu no.

-¿Por qué yo no?

-Porque fuiste la única persona que dejo que sentará con ella y la única que fue amable, a su manera, conmigo y porque ahora podrías estar con tu hermano pero has preferido sentarte conmigo.

-No podía dejarte solo, te volverías loco si no le contarás tus batallitas a alguien.- bromeo y reímos los dos.

A lo lejos veo a Fin, Raven y a Nix que se acercan a nuestra mesa.

-Hola Alex- dicen los tres a la vez que se sientan en frente de nosotros.

-Hola chicos, este es Axel y ellos son Raven, Fin y Nix.

-Tu nombre y el suyo son casi iguales- dice Fin, como si no hubiera pasado nada en el entrenamiento.

-Creo que os vais a llevar bien- digo al recordar lo que dijo Axel cuando le conocí, que fue exactamente lo mismo.

Durante toda la cena, ellos hablaban y yo me limitaba a escuchar ya que ver a Fin me hacía sentir incómoda por lo que pudiera decir delante de todos y aunque mencionó el entrenamiento un par de veces en la conversación, lo cuál hacia que me pusiera nerviosa, no dijo nada sobre mi, fue como si yo no hubiera estado con el, lo cual agradecí.

Terminamos de cenar y ellos seguían hablando de cosas sin importancia.

-Yo ya me voy a dormir, estoy demasiado cansada- veo la cara de Fin y estoy segura de que quiere hablar pero a mi no me gusta el tema de conversación, así que me levanto rápido y, cuando estoy saliendo del comedor, oigo unos pasos que siguen a los míos.

-Espera- dice Axel tocándome el hombro- te acompaño, yo también estoy bastante cansado.

-Vale- le digo sintiendo alivio ya que no era Fin.

Llegamos a la habitación donde estaba mi cama y me despido de Axel ya que el dormía en una habitación diferente.

Después de un rato, cuando ya estaba metida en la cama, Fin, Nix y Raven aparecen y me hago la dormida. Cuando pasan unos minutos, sé que los tres ya se han dormido pero no es así porque oigo como Fin se levanta de la cama. Cierro los ojos rápidamente para hacerme la dormida.

-Alex, se que estas despierta, por favor háblame- dice a mi oído para no despertar a los demás.

-¿Cómo has sabido que estaba despierta?

-Por que has cerrado los ojos demasiado tarde.

-No tengo ganas de hablar

-Está bien, entonces hablaré yo. Sé que no te conozco demasiado pero sé que al ver esas marcas crees que yo creo que eres débil pero no es así. Cuando las vi solo pensé en una chica con problemas, pero te contaré algo, todos los que están aquí tenemos problemas por eso no debes preocuparte de lo que yo piense aunque entiendo que no te guste que las vean por eso en mi tiempo libre he ido a comprarte esto.

Pone algo encima de mi cama y con la oscuridad  no llego a distinguir que es, así que lo cojo y lo acerco a mis ojos para ver que son unas muñequeras.

-Con esto nadie podrá ver los cortes y todo el mundo creerá que son para entrenar.

-¿Por qué me lo regalas?

-Por que no es justo que las personas te juzguen por lo que has hecho en el pasado. Quítate de la cabeza lo de que eres débil porque yo sé que eres fuerte y sé que lo vas a demostrar.

-Gracias- no sé que más decirle.

-De nada.- sonríe, me coge las manos y me pone las muñequeras, las cuales me cubren las muñecas y parte de las manos- espero verte con ellas mañana en el entrenamiento.


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