Capítulo 27

32 4 1
                                    


Cuando despierto estoy en una cama bastante incómoda. Estoy en la enfermería, que raro.

-Buenos días.- dice Fin, el cual está tumbado justo al lado de mi cama.

-¿Cómo estás?- le pregunto en cuanto recuerdo el disparo y veo su hombro vendado.

-Bastante mejor, ¿y tú? Ni Charlotte ni Tom me han querido decir lo que te ha pasado, dijeron que era mejor que tú misma me lo dijeras, así que ya estás hablando.

-Me desmaye.- Me limito a decir.

-Eso ya lo sé, quiero más detalles. Cuando llegaste estaba dormido y no me entere de nada hasta el día siguiente, estaba demasiado sedado.

En cuanto lo dice me siento mal. El arriesgo su vida por mí y yo no he estado a su lado, lo que supongo que haría un verdadero amigo, aunque eso no lo sé ya que nunca he tenido uno.

Hasta ahora. Fin fue mi primer amigo y debería de tomar su ejemplo porque desde que lo conozco me ha ayudado en todo. Supongo que un amigo de verdad es así, una persona que te ayuda y es simpático contigo desde el primer momento, un amigo de verdad es aquel que sabe todos tus secretos y te quiere con todos tus defectos que, en mi caso, son muchos y, además de todo esto, te entiende. Y la única persona que es así y sabe secretos de mí es Fin. A pesar de saber que soy una suicida, sigue a mi lado y eso solo hace un amigo de verdad.

Así que cuando vuelve a preguntar que me ha pasado, no dudo en explicarle todo desde el principio. Cuando termino de relatar mi historia, él simplemente se queda callado esperando a que siga hablando.

-Ya he terminado.- digo para que él hable pero parece que sigue pensando.- hace bastante que no hablas, me estás dando miedo.- sigue sin responder frente a mi comentario.- por favor di algo.

-Así que te has vuelto a cortar.- dice muy serio.

-¿No has escuchado lo que he dicho después? Lo hice con el fin de que fuera el último.- Intento quitarme la venda pero Fin me para en cuanto me ve.

-¿Qué haces?

-No me crees así que te lo voy a enseñar para que veas como la última cicatriz sobresale de las demás.

-Eso no muestra nada.

-Es simbólico. EL corte es más profundo para que cada vez que vea mi muñeca piense que esta fue la última vez. Es una promesa.- sigo moviendo las vendas.

-Para ya.- me quita la mano de la venda- te creo no hace falta que te lo quites.

-¿De verdad?

-Sí, además si me mientes te hare cortare yo mismo.- dice riendo.

Por fin alguien que no me tiene lástima, por fin alguien que no me mira como si fuera a romper en cualquier momento. Por eso me agrada su compañía, porque me trata como igual aunque él es mucho más alto y más fuerte que yo.

-¿Sabes dónde está Axel? Él también estaba herido, ¿verdad?

-Sí, no puede hablar pero por se pondrá bien.

-Entonces tendremos que aprovechar ahora que no puede hablar, ese chico no se calla.- río con él.

-Me alegro de que estés mejor.

-Y yo me alegro de que estés inconsciente. Por cierto, ¿qué pasó con las muñequeras que te regalé?

-Se las di a alguien que las necesita más que yo.- busco entre todos los enfermos de la habitación a la pequeña Sam y la encuentro en el fondo de la habitación.

-¿Me he perdido algo?

-Conocí a Sam- señalo a la pequeña que está dormida junto a Tom.- ella tiene el mismo problema que yo. Es muy pequeña para toda esta situación y decidí darle las muñequeras para hacerla saber que no está sola, espero que no te haya molestado que haya regalado tus muñequeras.

-¿Molestado? Estoy orgulloso de ti.


Sigo hablando con Fin durante un rato mientras que miro de reojo a Sam, me gustaría verla pero no quiero despertarla.

-¿Por qué no la vas a ver?- dice Fin en medio de nuestra conversación.

-¿Qué?

-Venga, se nota que la tienes aprecio y quieres saber cómo está. Ve con ella.

-No quiero despertarla.

-No la despiertes, solo haz lo mismo que estás haciendo ahora pero desde más cerca y hablando con Tom.

-¿Y qué pasa contigo? No quiero dejarte solo.

-No soy un niño pequeño, puedo estar solo. Además tengo un amigo aquí.- dice saludando a Jack, el cual viene hacia nosotros.- A que tu cuidas de mí.

-Para eso estoy aquí, soy enfermero.

-Esté bien, os dejo solos.- digo alejándome de ellos riendo por lo tontos que son, aunque me caen bien.

Me acerco a la cama de Sam y ninguno de los dos nota mi presencia ya que una está dormida y otro está sumido en sus pensamientos.

-¿Cómo está?

-Mejor que otros días- dice Tom mirándome.- hacia mucho que no dormía tan traquila.

-Me alegro. Solo quería verla pero si quieres me puedo ir.

-No, quédate.

Me siento a su lado sin decir nada.

-¿Qué tal estas?- dice rompiendo el silencio.

-Bien. Por cierto, ¿cuánto tiempo llevo dormida?

-Querrás decir inconsciente.- dice con seriedad mirándome como un padre mira a su hijo cuando hace algo malo.- llevas dos días, muy poco para lo que hiciste.

-Sé que es lo que piensas pero no es así, no lo hice como las demás veces.

-¿Pretendes que te crea?

-Te estoy diciendo la verdad. ¿Por qué crees que teniendo un cuchillo tan afilado en las manos solo me hice un corte y no acabe con esto?

-No sé, no comprendo tu mente. Apenas te conozco.

-Pues entonces dame una oportunidad y créeme, él lo ha hecho- señalo a Fin.

-Está bien. Explique su argumento señorita, ¿Por qué se cortó?

Le cuento todo como lo hice con Fin hasta le digo que no tenía planeado sangrar tanto, que se me fue de las manos y nunca mejor dicho. Y para mi sorpresa me cree. Al final me estoy acostumbrando a que la gente me crea. Antes, en el orfanato, nadie lo hacía. ¿Quién me iba a creer? Todos creían que estaba loca.

Pero eso ahora ha cambiado y me siento bien teniendo a gente que deposite en mi confianza. Por eso, después de contarle todo a Tom y de que el me crea, él me cuenta como fue su reunión con Charlotte y el plan que está apunto de empezar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 20, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La ResistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora