Capítulo 25

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Despierto rápidamente cuando oigo unos disparos. Al parecer los coches que van delante de nosotros se están encargando de todas las personas que nos estaban vigilando. Cuando llegamos hasta las puertas de nuestro "hogar", uno de los nuestros sale para ver quiénes somos ya que solo ve a desconocidos porque nosotros estamos detrás de la fila de coches. Raven sale del coche y se acerca a nuestro amigo y un segundo después abre las puertas.

Aunque el hotel donde nos escondemos es bastante grande, me preocupa que no haya espacio suficiente para todos. Esta preocupación desaparece de mi mente porque Tom convencerá a Charlotte de que este no es un lugar seguro. Charlotte no se negara porque él tiene razón.

Miro a Tom en el asiento de atrás mirando a una Sam dormida, no sabe lo que le espera ahí adentro. Charlotte le hará un montón de preguntas y espero que él las responda sin ningún problema. Tom me cae bien y espero que su personalidad no choque con la de Charlotte. Me gustaría ver su primer encuentro pero seguro que no me dejan aunque podría ingeniármelas para quedarme con ellos, para Charlotte soy como su segunda porque hago todo su trabajo sucio así que no me podrá echar de algo que he conseguido traer para ella.

Cuando entramos en el hotel no hay ninguna persona que nos mire, seguro que todos están siguiendo los estrictos horarios. Salgo del coche detrás de Colin.

-Sam y Axel deberían volver a la enfermería.- dice Jack en cuanto sale del coche.- yo puedo ayudar a los enfermos si me dejáis.

-No tenemos muchos enfermos.- dice Colin.

-¿Y tenéis enfermería?

-Claro. Axel puede llevaros hasta ella.

Axel asiente y empieza a andar mientras Jack lleva a Sam que sigue dormida. Cuando desaparecen de mi campo de visión, me fijo en todos los demás automóviles que hay y veo a varios hombres descargando varias máquinas pesadas y a su vez sacan a varias personas que no pueden valerse por sí mismas.

-¿Dónde está Fin?- pregunto.

-Le habrán llevado ya a la enfermería para que descanse.- dice Raven.- voy a mirar entre los coches para ver si lo veo.

-Yo voy a ver si le veo en la enfermería.- dice Colin.

Así que los dos se van y me dejan sola con Tom.

-¿Quieres que te lleve con Charlotte? Es algo así como la jefa.

-Claro pero antes tengo que hablar contigo.

-Vale. Charlotte a esta hora estará vigilando el entrenamiento si quieres podemos hablar durante el camino.

-Me parece bien.

Empezamos a andar hacia el patio donde seguro que están casi todos los miembros de los nuestros. Como Tom no habla, soy yo la que rompe el silencio.

-¿De qué querías hablar?

-De Sam y de esto.- dice cogiéndome una muñeca.

-No sé qué decir.

-Entonces déjame hablar a mí. Has conseguido lo imposible, has conseguido que mantenga mis esperanzas. Sam sigue igual pero noto que algo en ella ha cambiado desde que habló contigo y eso ya es raro porque no suele hablar con nadie excepto conmigo y dice muy poco. No sé qué le has dicho pero gracias y gracias por las muñequeras.

-Yo no he hecho nada, solo necesitaba hablar con alguien que la entendiera de verdad y que haya pasado por algo similar a su problema. Tampoco me des las gracias por hablar con ella porque no soy ningún ejemplo a seguir- miro mis muñecas y siento culpa y vergüenza por lo que voy a decir- sigo haciendo lo mismo que ella intenta hacer, lo único que nos diferencia es que ella tiene a alguien que la ayuda.

-Tú también tienes a gente.- empieza a decir.

-Desde hace unos meses pero, ¿crees que en solo unos meses voy a dejar de hacer lo que hago desde hace años?

-Puedes intentarlo.- toca los cortes con cuidado.- esto no te define.

Me quedo callada así que continua.

-Tienes amigos que pueden ayudarte y tienes a tu hermano.

-Ellos no saben nada. Solo lo sabe Fin y Charlotte.

-Pues ellos y yo somos personas suficientes para controlarte.

-No podéis. ¿Sabes cuál es la mejor arma que manejo? El cuchillo, adivina por qué.

-Pues si utilizas el cuchillo para ese tipo de cosas, te quedaras sin él hasta que te controles.

-No puedes mandarme.

-No, pero puedo vigilarte y soy más fuerte que tu así que te lo puedo quitar.

-No puedes vigilarme siempre.

-Eso es cierto, por eso pediré ayuda a tu amigo Fin.

Me callo porque no quiero seguir discutiendo con él. Después de un profundo silencio, salimos al patio y vemos como todos entrenan. Mientras bajo las escaleras veo a algunas caras familiares como al chico que se enfrentó a Charlotte que tenía la camiseta de Superman y que cuyo nombre no recuerdo. En este periodo corto en el que no he estado me doy cuenta de que muchos han mejorado.

Llegamos al centro del patio donde se encuentra Charlotte que nos mira y se acerca.

-Ya habéis vuelto.- dice Charlotte.- ¿Alguna baja?

-No aunque Fin recibió una bala en el hombro y Axel tiene un profundo corte en el cuello.

Charlotte se queda mirando a Tom.

-Él es Tom, el jefe de la resistencia. Y ella es Charlotte nuestra jefa.

-Me alegro de que hayáis venido.- dice Charlotte ofreciéndole la mano a Tom.

-Es lo menos que podíamos hacer. Nos habían encontrado y llevábamos bastante tiempo sin poder salir, de no ser por Alex y los demás seguiríamos allí viendo como los nuestros mueren.

-Me alegro de que hayamos servido de ayuda. Mandé a los mejores para ayudaros.

¿Mejores? Si ella solo quería que fuese yo y otro más conmigo y fui yo quien la convenció para que fuéramos todos.

Charlotte se gira hacia mí mientras estrecha la mano de Tom.

-Gracias por traerlos, ya te puedes ir.- después de decir eso, vuelve su atención a Tom.- Vamos a un sitio más seguro para hablar.

-¿Por qué yo no puedo ir?

-Porque necesitamos hablar a solas.

-Pero yo he hecho posible vuestra conversación, merezco escucharla.

-Lo siento no voy a ceder.

Me enfado mientras ellos emprenden su camino por las escaleras cuando de repente me doy cuenta de que Tom me mira mientras Charlotte va delante de él para enseñarle el camino como buena anfitriona. Tom gesticula y logro comprender lo que dice "luego te lo cuento". Definitivamente me cae mejor que Charlotte.


Dedico una hora a entrenar para mejorar y llegar al nivel de mis compañeros mientras que Tom y Charlotte están en una reunión. Para empezar a entrenar y evitar alguna lesión, empiezo a correr alrededor del patio durante unos minutos, después de eso, voy a mi sitio favorito: el puesto de cuchillos. Lanzo varios cuchillos y casi todos dan en su objetivo. Cuando ya solo me falta un cuchillo por lanzar, no puedo evitar mirarlo con detenimiento. El mango se adopta fácilmente a mi mano y la cuchilla es más grande que mi mano. Toco el filo con un dedo pero no me hago nada aunque está bastante afilado. Mientras miro el objeto que tengo en mis manos no puedo parar de mirar también las cicatrices sin sanar de mi muñeca, la cuales nunca sanaran. Pienso en todos los cortes que me hice cuando estaba en mi habitación sola con un pequeño cristal que cogí del suelo del comedor cuando tiré un vaso al suelo queriendo. Siempre busque algo afilado que acabara con mi dolor y ahora que lo tengo entre mis manos no tengo el deseo de tenerlo. Inconscientemente paso el filo por mi muñeca izquierda donde este corte se perderá entre todos los demás pero este será diferente ya que pretendo que sea el último que me haga, un corte lento y limpio que hace que salga más sangre de la que me imaginé pero será la última vez que derrame mi sangre por mi misma.

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