Despierto en el asiento de un coche rodeada por un cinturón de seguridad. A un lado tengo a mi hermano dormido y al otro a Axel despierto pero no todavía no puede hablar.
-¿Cuánto tiempo he dormido?
El levanta dos dedos.
-¿Dos horas? Creía que había dormido poco.
Él se encoge de hombros y mira hacia atrás. Detrás de nosotros hay tres personas más que puedo reconocer sin esfuerzo. Al lado de la ventana izquierda está Tom ni siquiera se da cuenta de que he despertado, está demasiado pendiente de Sam, al parecer la han drogado como a mí, de no ser por eso seguro que no estaría tan tranquila. A la derecha del todo y con la cabeza apoyada en la ventana esta Jack que mira el paisaje.
Vuelvo a sentarme mirando al frente ya que con Jack no quiero hablar por lo que hizo, Tom está demasiado preocupado por Sam y Sam ni siquiera está consciente. En el asiento del copiloto esta Raven dando órdenes al que conduce el cual no conozco. Y entonces caigo en que falta uno de los nuestros.
-¿Y Fin?- pregunto a nadie en particular.
-Estaba demasiado mal para sentarse en un coche durante un largo camino.- dice Jack.
-¿Se ha quedado allí?
-No, le trasladan en un camión con los demás heridos que no pueden ni levantarse de la cama.
-No sabía que estuviese tan mal.
-¿Y cómo creías que iba a estar después de un disparo?
Me quedo sin responder a la pregunta. Me siento mal por dejar a Fin solo, si hubiera estado despierta cuando tomaron esa decisión yo habría ido con él. También siento enfado hacia los demás que no propusieron irse con él para hacerle compañía.
Me paso todo el viaje sin hablar con nadie y haciéndome la dormida para que no me hablen porque no estoy de humor.
Cuando llega la noche, paramos en una gasolinera para repostar y descansar, todos excepto dos personas se bajan del coche: Sam y yo.
La miro dormida en el asiento de atrás y solo puede darme pena, solo es una niña a la que le han quitado todo a una corta de edad y que tuvo que crecer antes de tiempo pero no pudo hacerlo, dejo de luchar.
Sigo pensando la pequeña cuando me doy cuenta de que abre los ojos y empieza a alterarse, respirando rápidamente. Miro por la ventana para pedir la ayuda de Tom pero no los veo por ninguna parte, así que lo que hago es salir del coche y entrar en el asiento de atrás y sentarme a su lado.
-Tranquila todo está bien, no pasa nada. Solo vamos a ir a un lugar seguro.
Le cojo de la mano pero ella la aparta instintivamente y se rodea la muñeca con la otra mano.
-Sé por lo que estás pasando, nada es fácil cuando crees que estas sola en la vida pero eso no es verdad. No estás sola, tienes a Tom y el hace todo lo que puede para que te encuentres mejor hasta está luchando en esta batalla por ti.
Sam solo se queda callada mirándome con miedo, como si fuera un monstruo. Pero quiero ayudarla, no quiero que acabe como yo.
-Sé que no me conoces pero también me tienes a mí y créeme no hay nadie en este mundo que te entienda mejor que yo.
Con estas palabras la niña se queda intrigada así que me quito las muñequeras y le enseño mis marcas.
-Soy como tú, cuando me dijeron que mis padres murieron caí en una depresión como tú y empecé a dejar de tener ganas de vivir. No me siento orgullosa de lo que hice.- miro mis muñecas- pero no puedo cambiar mi pasado. Tú y yo no nos podemos permitir cometer los mismos errores, nos merecemos algo mejor que esto, ¿no crees?
Sam asiente con la cabeza. Cojo las muñequeras y se las pongo.
-Puedes quedártelas.
-Me quedan grandes- Es lo primero que oigo salir de su boca.
-Te prometo que conseguiré unas más pequeñas para ti. Hasta entonces puedes quedarte con ellas.
-Gracias.- Sam sonríe y es la primera vez que la veo sonreír.
-De nada, y si tienes algún problema no dudes en hablar conmigo.
Después de unos minutos en los que me quedo hablando con Sam, los demás vuelven al coche. Esta vez, Raven conduce y el otro chico se sienta en el asiento de Colin y se queda dormido. Colin pasa al asiento del copiloto para orientar a Raven con mapa en mano.
Sigo sentada en el mismo sitio en el que estaba y miro de vez en cuando hacia atrás para ver a la pequeña niña. Tom está hablando con ella así que prefiero no intervenir, Jack está vez se queda dormido con la cara apoyada en el cristal.
Miro hacia delante y veo que Axel sigue despierto o al menos lo intenta.
-Deberías descansar.- le digo haciendo que deje de mirar la carretera.
El niega con la cabeza.
-¿No puedes dormir? Jack puede hacer que duermas.
El niega y sé por qué no quiere. Al igual que yo tiene pesadillas.
-Sé que no quieres por las pesadillas pero tienes que hacerlo, además si no tienes una pesadilla yo te despertare lo antes posible.
Me señala con un dedo queriendo de decir ¿y tú no vas a dormir?
-Yo ya he dormido.
Levanta dos dedos.
-Sí, he dormido solo dos horas pero eso es suficiente.
Él niega.
-Si me duermo, ¿tú también dormirás?
Hace como que se lo piensa y asiente, en mi cabeza puedo escuchar como dice "es un trato justo" lo cual me hace sonreír.
-Vale, está bien.
Apoyo la espalda en el asiento y hago como que estoy dormida pero en realidad vigilo a Axel para saber si duerme y para ver si pone el cuello de la forma adecuada para dormir. Pero al parecer se da cuenta y se cruza de brazos.
-Lo siento pero tengo que ver si duermes en una buena posición para tu cuello.
El suspira queriendo decir que ya lo sabe pero sigue con los brazos cruzados.
-Está bien, ya me duermo.
Apoyo otra vez la espalda y la cabeza en el asiento, el cual es bastante incómodo y cierro los ojos pero de repente algo o más bien alguien tira de mi hacia la derecha y me rodea con un brazo y hace que apoye la cabeza en su hombro.
-¿Qué haces?- le pregunto a Axel el cual, ha sido el que me ha tirado prácticamente encima de él.
Pero esta vez no responde con ningún gesto sino que esta con los ojos cerrados. Me quitaría de encima si no fuera por los asientos del coche que son bastante incómodos para dormir.
Así que permanezco donde me ha colocado Axel y caigo en un profundo sueño el cual durará todo el camino de regreso y será la última vez que descanse tan bien.
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La Resistencia
ActionAlex es una suicida con problemas mentales causados por la muerte de sus padres que reside en un orfanato. Un día, dos policías van al orfanato para hablar con ella sobre el accidente de sus padres y se la llevan para investigarlo, el único problema...