Capítulo 4: Notas musicales

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Caminamos desde su escuela hasta la estación del metrobus Cuauhtémoc. Ahí se encuentra una pequeña plaza donde hay un cine, puestos de comida rápida, Recorcholis y el teatro 1 y 2. Nunca he entrado al teatro, sólo me he enterado de las celebridades y shows que se presentan por televisión. Creo que ese tipo de cosas no son lo mío, o no lo sé. Tiene mucho tiempo desde que dejé de hacer cosas que en verdad me gustaban. Creo que desde que salí de la secundaria; en ese entonces aún era un "buen chico", luego después de la preparatoria, las cosas cambiaron.

Nos metemos a la plaza para pasar el rato. No tenemos algún plan mejor y hay que aprovechar que de todas maneras ya estamos afuera. El día está soleado, pero no del modo agradablemente cálido, sino del que los pinches rayos solares hacen sus esfuerzos por asarte la piel y quemarte los ojos.

La plaza está tranquila. El área de comida apenas tiene pocas personas, asique Clara y yo tomamos asiento en una de las mesas libres y miramos a nuestro alrededor para ver desde aquí las opciones de comida. Hay casi de todo; comida china, japonesa, italiana, francesa, y demás. Miro a Clara y observo su mirada de concentración para elegir lo que va a consumir. Entorna los ojos y luego resopla.

-Creo que me apetece comida china.- Me informa. -¿Y a ti?

Me rasco la mejilla.

-Comida china está bien.

-Vale.- Se levanta de su silla y se planta junto a mí. -¿Qué quieres que te traiga? Yo pediré unos rollos primavera y arroz frito.

-Mmmm... también quiero rollos primavera, pero en lugar de arroz, quiero espagueti.

-Ok, no me tardo.- Asiento y ella se aleja hacia el puesto de comida china.

La miro mientras un joven como de mi edad la despacha. No alcanzo a escucharla pedir las ordenes, sólo veo cómo articulan sus labios y le sonríe al joven. Aprieto los puños sobre la mesa y aprieto la mandíbula. ¿Por qué le está sonriendo? Ok, cálmate. Es simple amabilidad. Después de que Clara habla, el chico le sonríe y asiente con la cabeza. Ese chico es un "carita bonita" y el estómago se me hace nudo de los celos.

Decido desviar mi atención de Clara y del tipo, y observo las tiendas que hay más delante del área de comida. Hay desde ropa, hasta tiendas de juguetes, deportes, instrumentos musicales, discos y videojuegos, de dulces, accesorios para celular, tecnología y zapatos. De pronto me distraigo viendo la tienda de música. Recuerdo que solía tocar la guitarra y era bastante bueno. Incluso en las fiestas familiares; mis abuelos y mis padres pasábamos las noches después de la comida cantando o inventando canciones.

Me pregunto qué habrá sido de mi guitarra. No la he visto en siglos y me da un golpe de nostalgia recordarla. La canción que mejor me salía era la de "Me enamoré de ti" de Chayanne. A mi abuela le encantaba que se la tocara; se había vuelto una tradición familiar. Ellos cantaban mientras yo tocaba. Nunca se me dio cantar, prefería ser el complemento.

De pronto la voz de Clara me sorprende sacándome de mis pensamientos.

-¡Listo!- Deja la enorme charola con toda nuestra comida en la mesa y se sienta frente a mí con una enorme sonrisa. Todavía no me acostumbro del todo a esa sonrisa sin el cercado de metal. -Atienden muy rápido y el arroz se ve delicioso. Hubieras pedido un poco.

Le devuelvo la sonrisa.

-La próxima vez pediré.

Clara asiente con la cabeza y toma de la charola su plato de unicel con un tenedor de plástico; hago lo mismo que ella e iniciamos a comer pacíficamente. Conversamos un poco de cosas sin mucha importancia; lo normal de una conversación trivial. Le cuento sobre que pronto yo también volveré a la escuela y que ya sólo me faltarían dos años más para concluir mi carrera de arquitectura. Tengo los planes de dejar la casa de mamá para independizarme. Ya había hablado con Tyler, Alan y Louis sobre el asunto; quedamos que cuando nos graduáramos juntos rentaríamos un departamento.

Volveré a ConquistarlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora