A medida que pasaron las semanas y las citas, Jungkook aprendió algunas cosas sobre Yoongi. La primera y más importante era que odiaba hablar de su vida personal. Bueno, no era como si odiara hablar sobre ello, pero era obvio que le incomodaba. Cada vez que Jungkook trataba de hacer más intima su amistad, Yoongi cambiaba el tema de conversación. Quizá no lo hacía apropósito, pero igual Jungkook entendió por las evasivas de Yoongi que era muy pronto todavía para intercambiar números y demás.
Lo más lejos que llegó fue en saber que el misterioso Min Yoongi tenía un hermano. No le dijo como se llamaba o cuántos años tenía, es más, por lo que sabía podía ser imaginario. Yoongi no había mostrado signos de estar completamente cuerdo. Una vez había llegado y Yoongi estaba sentado en el suelo, dibujando. Jungkook había intentado llamar su atención y Yoongi simplemente parecía estarlo ignorando o de otra manera estaba temporalmente sordo. Después se disculpó. Y sinceramente Jungkook deseó no haber escuchado su excusa.
- A veces me pierdo.
Se pierde?
Qué significaba eso?
Su mente se perdía? Su atención se perdía? Su habilidad para responder a los saludos se perdía? Su vista se perdía? Jungkook debía recalcar que se puso enfrente de él, e incluso en un punto llegó a agitar su mano casi en el rostro de Yoongi, pero nada…
Nada.
Se pierde.
Wow.
- Ojalá yo pudiera perderme. – Confesó.
En realidad a Jungkook le vendría de puta madre ese extravío mental, visual y existencial. Le serviría cuando su padre llegara a mitad de la noche destruyendo cosas y llorando mientras murmuraba cosas que aún no sucedían. Le serviría para perderse al final de las citas de su mamá, cuando salía cada vez más marchita.
Sí.
Perderse.
Sonaba fenomenal.
***
En una de las citas, mientras esperaba, Jungkook notó algo.
- Estás más delgado. – Señaló Jungkook mirando lo holgado que le quedaba el suéter a Yoongi. Ese suéter era tan de Yoongi como su personalidad misteriosa. Recordaba que no le quedaba tan suelto. Mm.
- Enserio? – Jungkook asintió. – Entonces supongo que toda esta tortura de dieta está sirviendo. – Comentó casi aliviado.
- Estás en una dieta? Por qué? Tu peso estaba bien.
Yoongi le envió una mirada que decía ‘Pfft, por favor’ la cual Jeon no entendio ya que él se miraba bien. De hecho, um... bastante bien.
- Por qué estás haciendo dieta de todos modos? – Preguntó.
- Para tener vida social.
Ja.
Jungkook estuvo a punto de reírse pero de inmediato se dio cuenta de que no había sido una broma.
- Oh… okay. – Soltó y tuvo que cubrirse la boca.
- No, vamos, ríete. – Lo incitó Yoongi sin ninguna pizca de molestia.
- No. – Dijo Jungkook.
- Quieres reírte. Ríete.
- No! – Repitió, pero Yoongi sacó su lengua y metió sus dedos índices en su boca, a cada lado.
Jungkook no sabía si reír de diversión o por lo adorable que lucía. De cualquier manera no podía reírse. Nop. Si reía Yoongi ganaba.
- Ríete. – Exigió Yoongi, ahora picándole las costillas.
Oh, Dios. Min Yoongi era malvado.
- No! No, no, no!
La gente a su alrededor ni los volteaba a ver. Quizá esa fue su primera vez comportándose como dos niños simplemente. Las ancianas sentadas frente a ellos los callaron miles de veces antes de darse por vencidas. Semanas después sólo se limitaban a rodar sus ojos. Pero después ni eso hacían.
A veces soltaban bufidos. Los bufidos eran aceptables.
- Gané! – Gritó Yoongi, triunfante cuando Jungkook cayó al suelo, riéndose mientras se apretaba el estomago.
- Hiciste trampa! – Se quejó Jungkook tratando de dejar de reír. Aún sentía los dedos de Yoongi en sus costillas.
- Oh, perdón, Jeon Jungkook. – Se disculpó recalcando su nombre, como para mostrarle que ya era capaz de llamarlo apropiadamente. - No sabía que existían reglas.
- Esa excusa está en el tope de la lista de excusas de un tramposo. – Dijo y Yoongi se rió.
Jungkook se puso de pie y sacudió sus ropas.
Su mamá ya había salido y los estaba mirando, sonriendo con sus manos puestas bajo su mentón.
Jungkook se sonrojó y caminó hacia ella para tomarla del brazo y llevarla hacia el coche.
***
Por qué su mamá nunca le había exigido modales cuando retrasaba la presentación con Yoongi? Por qué nunca le preguntaba quién era ese chico con el que tanto hablaba?
Por qué se mostraba tan desinteresada?
Jungkook se encontró pensando en eso mientras iba con su mamá rumbo al hospital a causa de otra cita.
Quizá había aprendido finalmente a mantenerse alejada de su vida personal? No, no podía ser. Eso era algo que las mamás nunca terminaban de aprender.
Qué diablos sucedía?
Oh Dios mío! Quizá Yoongi no existía? Quizá Yoongi no era una persona real (eso explicaría por qué era tan atractivo y por qué le dirigía la palabra en primer lugar), quizá cuando creía que estaba hablando con él en realidad estaba parloteando solo. Quizá por eso las personas a su alrededor sólo negaban con su cabeza cuando empezaba a tontear con Yoongi.
Pobre niño loco.
Quizá su mamá no preguntaba nada para no avergonzarlo.
Oh no.
Cuando llegara le preguntaría a Yoongi. Yoongi no le mentiría.
O sí?
***
Entró rápidamente buscándolo, pero no estaba por ningún lado. Jungkook se sentó y esperó a que llegara.
Su mamá terminó con sus dosis de quimioterapia y Yoongi nunca apareció.
Quizá sí era imaginario después de todo…